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Columnista - 17 marzo, 2018

Se reciben invitaciones

Con la definición de la conformación del Congreso de la Republica, arrancó en firme la campaña presidencial. Los guarismos logrados por Iván Duque y Gustavo Petro, los puso como protagonistas para el proceso de reagrupamiento de la contienda electoral, caracterizada por ser entre bandos y con alianzas. El escenario de reagrupamiento no tendrá lugar en […]

Con la definición de la conformación del Congreso de la Republica, arrancó en firme la campaña presidencial. Los guarismos logrados por Iván Duque y Gustavo Petro, los puso como protagonistas para el proceso de reagrupamiento de la contienda electoral, caracterizada por ser entre bandos y con alianzas. El escenario de reagrupamiento no tendrá lugar en la primera vuelta, Petro, candidato de la izquierda, llegará con sabor de boca agridulce, sobre todo, por la diferencia lograda por el candidato que dijo Uribe; Sergio Fajardo se mantiene firme con la coalición Colombia, lo mismo Humberto De la Calle, como candidato ganador de la consulta del partido liberal, y con movimientos sigilosos, German Vargas Lleras enfrentará el debate electoral sin haber concretado pactos significativos.

Antes y después del proceso electoral los colombianos hemos participado de la polarización con enfoque ideológico, basados en los fundamentos primarios del populismo que no distinguen orientación política, sino que promueven despreciar los hechos objetivos, para influir con miedo, temor y falsas verdades en la opinión pública.

Los resultados de las elecciones del Congreso de la Republica, mantuvieron la tendencia referente al deterioro de los partidos políticos históricos y tradicionales de Colombia y la preeminencia del caudillismo. El Partido Conservador otrora estandarte de la vocación por el poder, ha quedado resumido a las coaliciones. De una parte, Marta Lucía Ramírez con el expresidente Andrés Pastrana, encontraron refugio en el Centro Democrático, contribuyendo con las rupturas de la unidad copartidaria. Sin embargo, por interpretación ideológica y programática, que no es asunto coyuntural, tendrá lugar en segunda vuelta en el Centro Democrático. A pesar de las curules logradas por el Partido Liberal, internamente mantienen intensas luchas debido al sistema monárquico que los dirige. Estos males institucionales gestan el nacimiento de parcelas políticas como el Partido de la U. El despojo de esta organización liderada por el personalismo, tiene ofertas de Cambio Radical y del Centro Democrático, varios de sus integrantes allí llegarán, no exactamente por disciplina ideológica o programática, sino por su impronta representada en el cálculo político y en el aceite de la maquinaria.

El Centro político idea ingeniosa para apartarse de los extremos, tampoco tiene definidas sus decisiones para consolidar un proyecto ganador. Solitariamente Sergio Fajardo, es presa fácil para el Centro Democrático y Cambio Radical, incluso para Gustavo Petro. Mis conclusiones tienen patrocinio en la influencia dominante del sistema o establecimiento como lo denominó Álvaro Gómez Hurtado.

La información electoral cuantitativa y los intereses individuales, confirman que la agrupación del SI en el plebiscito, plantea diferencias irreconciliables, mientras que la del NO, no tiene dudas en entramar las estrategias para conquistar el poder, no importa el precio. Entre tanto, las posibilidades y expectativas del país van al garete.

@LuchoDiaz12

Columnista
17 marzo, 2018

Se reciben invitaciones

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Elquis Diaz

Con la definición de la conformación del Congreso de la Republica, arrancó en firme la campaña presidencial. Los guarismos logrados por Iván Duque y Gustavo Petro, los puso como protagonistas para el proceso de reagrupamiento de la contienda electoral, caracterizada por ser entre bandos y con alianzas. El escenario de reagrupamiento no tendrá lugar en […]


Con la definición de la conformación del Congreso de la Republica, arrancó en firme la campaña presidencial. Los guarismos logrados por Iván Duque y Gustavo Petro, los puso como protagonistas para el proceso de reagrupamiento de la contienda electoral, caracterizada por ser entre bandos y con alianzas. El escenario de reagrupamiento no tendrá lugar en la primera vuelta, Petro, candidato de la izquierda, llegará con sabor de boca agridulce, sobre todo, por la diferencia lograda por el candidato que dijo Uribe; Sergio Fajardo se mantiene firme con la coalición Colombia, lo mismo Humberto De la Calle, como candidato ganador de la consulta del partido liberal, y con movimientos sigilosos, German Vargas Lleras enfrentará el debate electoral sin haber concretado pactos significativos.

Antes y después del proceso electoral los colombianos hemos participado de la polarización con enfoque ideológico, basados en los fundamentos primarios del populismo que no distinguen orientación política, sino que promueven despreciar los hechos objetivos, para influir con miedo, temor y falsas verdades en la opinión pública.

Los resultados de las elecciones del Congreso de la Republica, mantuvieron la tendencia referente al deterioro de los partidos políticos históricos y tradicionales de Colombia y la preeminencia del caudillismo. El Partido Conservador otrora estandarte de la vocación por el poder, ha quedado resumido a las coaliciones. De una parte, Marta Lucía Ramírez con el expresidente Andrés Pastrana, encontraron refugio en el Centro Democrático, contribuyendo con las rupturas de la unidad copartidaria. Sin embargo, por interpretación ideológica y programática, que no es asunto coyuntural, tendrá lugar en segunda vuelta en el Centro Democrático. A pesar de las curules logradas por el Partido Liberal, internamente mantienen intensas luchas debido al sistema monárquico que los dirige. Estos males institucionales gestan el nacimiento de parcelas políticas como el Partido de la U. El despojo de esta organización liderada por el personalismo, tiene ofertas de Cambio Radical y del Centro Democrático, varios de sus integrantes allí llegarán, no exactamente por disciplina ideológica o programática, sino por su impronta representada en el cálculo político y en el aceite de la maquinaria.

El Centro político idea ingeniosa para apartarse de los extremos, tampoco tiene definidas sus decisiones para consolidar un proyecto ganador. Solitariamente Sergio Fajardo, es presa fácil para el Centro Democrático y Cambio Radical, incluso para Gustavo Petro. Mis conclusiones tienen patrocinio en la influencia dominante del sistema o establecimiento como lo denominó Álvaro Gómez Hurtado.

La información electoral cuantitativa y los intereses individuales, confirman que la agrupación del SI en el plebiscito, plantea diferencias irreconciliables, mientras que la del NO, no tiene dudas en entramar las estrategias para conquistar el poder, no importa el precio. Entre tanto, las posibilidades y expectativas del país van al garete.

@LuchoDiaz12