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General - 22 marzo, 2017

Se cristaliza primera inversión para recuperar el río Cesar

El Ministerio de Ambiente y Corpocesar implementarán aireación mecánica a la corriente de este afluente que nace en la Sierra Nevada de Santa Marta. La inversión es superior a $2.650 millones.

Víctor Julio Rodríguez Malo, comisario de la comunidad Wiwa de Rinconá, sobre una roca en cercanía al nacimiento del río Cesar. EL PILÓN / Carlos Mario Jiménez.
Víctor Julio Rodríguez Malo, comisario de la comunidad Wiwa de Rinconá, sobre una roca en cercanía al nacimiento del río Cesar. EL PILÓN / Carlos Mario Jiménez.

El alto número de contaminantes que caen al río Cesar están consumiendo su flora, fauna y vitalidad, especialmente después de su paso por Valledupar, en inmediaciones del puente Salguero.

Al afluente de mayor importancia en este departamento y el segundo más relevante en la región Caribe, la contaminación le puso a fin a vocaciones como la pesca y la siembra de cultivos, todo porque sus aguas son altamente tóxicas para el consumo humano y actividades agrícolas.

EL PILÓN realizó el año anterior la campaña ‘Miremos el río Cesar’, que se extendió por los 11 municipios que baña el río, que ha sido musa de los compositores vallenatos y ha contribuido a la economía regional.

Las investigaciones dieron como resultado la desidia de las autoridades ambientales, la falta de inversión por las empresas de acueducto y alcantarillado, como Emdupar en Valledupar, así como la crisis causada en regiones adyacentes al río Cesar por culpa de la contaminación.

En ese orden de ideas y en busca de garantizar el cuidado, preservación y recuperación del río que tiene 280 kilómetros de recorrido desde su nacimiento en la Sierra Nevada de Santa Marta, la Corporación Autónoma Regional del Cesar (Corpocesar) declaró la emergencia ambiental y sanitaria en marzo de 2015. Desde esa fecha, las inversiones han sido casi que nulas, especialmente desde el gobierno nacional, a través del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.

Ante esa situación, Corpocesar presentó un proyecto ante el MinAmbiente con el fin de inyectarle aireación mecánica al río Cesar. La inversión fue aprobada en diciembre del año anterior y hoy miércoles será presentada oficialmente a los medios de comunicación y a la ciudadanía en general.

La iniciativa tendrá recursos cercanos a los $2.650 millones, en la que el Ministerio de Ambiente aporta $2.500 millones y Corpocesar $150 millones.

“Ya estamos legalizando el tema contractual y aspiramos que para el Día del Agua (22 de marzo), darle esa buena noticia al departamento. Comienza la recuperación del río Cesar con la apuesta en marcha de diseños y construcción de esta planta de aireación sobre el río”, declaró el director de Corpocesar, Kaleb Villalobos Brochel.

Explicó que la tecnología será novedosa y la primera fase se construirá un plan piloto, que será establecido en los diferentes puntos ya identificados y que necesitan oxigenación para que sus aguas corran sin contaminación.

“Este es un paso firme dentro del marco de esta emergencia sanitaria a que fue sometido el río Cesar. Nosotros aspiramos que las demás instituciones públicas y también privadas, hagan cada una su esfuerzo porque la recuperación del río Cesar no es una sola institución, aquí tiene que concurrir muchas instituciones esfuerzos”, advirtió Villalobos Brochel.

Aunque Corpocesar implemente esta nueva tecnología, el punto más crítico, como es el vertimiento de las aguas residuales de Valledupar al río, no tiene solución todavía. La empresa Emdupar tiene un convenio con la Unión Temporal Aqua de Colombia, quien no ha iniciado trabajos sobre la planta de tratamiento de aguas residuales ‘El Salguero’.

“En Corpocesar se está tramitando una licencia para el tema del manejo de los residuos sólidos, no tengo conocimiento en relación a las aguas residuales de la laguna de oxidación”, destacó el representante de la autoridad ambiental.

Los problemas

EL PILÓN adelantó la campaña ambiental denominada “Miremos el río Cesar” y con varias investigaciones periodísticas generó conciencia en la comunidad y entidades gubernamentales para mejorar el lecho del río, que recibe el vertimiento de aguas residuales a la altura de municipios como Valledupar, La Paz y Astrea.

Son 11 municipios que comprende la cuenca del río Cesar. En La Guajira bordea los municipios de San Juan del Cesar, Villanueva, Urumita y La Jagua del Pilar; y en el Cesar ocupa parte de Valledupar, San Diego, La Paz, El Paso, Astrea, Chimichagua y Chiriguaná.

Nace en El Limón, desde esa zona en la Sierra Nevada de Santa Marta es arenoso; en verano su caudal es débil, pero mantiene vigor y alegría al transcurrir de su corriente.

El río Cesar fue declarado en emergencia por la Fundación Pro-Sierra en febrero de 1994, ante el acelerado proceso de deforestación.

Las aguas puras y cristalinas del río Cesar pierden su vigor cuando pasa por el puente Salguero, en el que recibe las aguas residuales del municipio de Valledupar. EL PILÓN / Joaquín Ramírez.

Pero más allá de cualquier diagnóstico, el Cesar está lleno de vida y sus aguas respiran tranquilidad en su nacimiento, finalmente los inconvenientes se presentan al llegar al corregimiento La Sierrita en el municipio de San Juan del Cesar, La Guajira, donde comienza a percibir aguas negras.

La deforestación causada por colonos e indígenas amenaza la vida del afluente. De la selva desapareció la fauna nativa que incluía venados, tigres, guardatinajas, maná, conejos, zainos y paujiles, entre otras especies.

 

Su desembocadura se da en la ciénaga Zapatosa, espejo de agua dulce que también tiene grandes problemas ambientales y se suman los que acarrea el río Cesar.

En La Guajira, de acuerdo con factores hidrológicos, fisicobióticos y políticos, entre otros, la cuenca del río Cesar es la segunda en importancia, después de la cuenca del río Ranchería.

El río Cesar que nace en la Sierra Nevada de Santa Marta a una altura aproximada de 1.800 metros sobre el nivel del mar, recorre 79.706 kilómetros en el Departamento de La Guajira (Corpoguajira, 2010).

Por Carlos Mario Jiménez
[email protected]

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22 marzo, 2017

Se cristaliza primera inversión para recuperar el río Cesar

El Ministerio de Ambiente y Corpocesar implementarán aireación mecánica a la corriente de este afluente que nace en la Sierra Nevada de Santa Marta. La inversión es superior a $2.650 millones.


Víctor Julio Rodríguez Malo, comisario de la comunidad Wiwa de Rinconá, sobre una roca en cercanía al nacimiento del río Cesar. EL PILÓN / Carlos Mario Jiménez.
Víctor Julio Rodríguez Malo, comisario de la comunidad Wiwa de Rinconá, sobre una roca en cercanía al nacimiento del río Cesar. EL PILÓN / Carlos Mario Jiménez.

El alto número de contaminantes que caen al río Cesar están consumiendo su flora, fauna y vitalidad, especialmente después de su paso por Valledupar, en inmediaciones del puente Salguero.

Al afluente de mayor importancia en este departamento y el segundo más relevante en la región Caribe, la contaminación le puso a fin a vocaciones como la pesca y la siembra de cultivos, todo porque sus aguas son altamente tóxicas para el consumo humano y actividades agrícolas.

EL PILÓN realizó el año anterior la campaña ‘Miremos el río Cesar’, que se extendió por los 11 municipios que baña el río, que ha sido musa de los compositores vallenatos y ha contribuido a la economía regional.

Las investigaciones dieron como resultado la desidia de las autoridades ambientales, la falta de inversión por las empresas de acueducto y alcantarillado, como Emdupar en Valledupar, así como la crisis causada en regiones adyacentes al río Cesar por culpa de la contaminación.

En ese orden de ideas y en busca de garantizar el cuidado, preservación y recuperación del río que tiene 280 kilómetros de recorrido desde su nacimiento en la Sierra Nevada de Santa Marta, la Corporación Autónoma Regional del Cesar (Corpocesar) declaró la emergencia ambiental y sanitaria en marzo de 2015. Desde esa fecha, las inversiones han sido casi que nulas, especialmente desde el gobierno nacional, a través del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.

Ante esa situación, Corpocesar presentó un proyecto ante el MinAmbiente con el fin de inyectarle aireación mecánica al río Cesar. La inversión fue aprobada en diciembre del año anterior y hoy miércoles será presentada oficialmente a los medios de comunicación y a la ciudadanía en general.

La iniciativa tendrá recursos cercanos a los $2.650 millones, en la que el Ministerio de Ambiente aporta $2.500 millones y Corpocesar $150 millones.

“Ya estamos legalizando el tema contractual y aspiramos que para el Día del Agua (22 de marzo), darle esa buena noticia al departamento. Comienza la recuperación del río Cesar con la apuesta en marcha de diseños y construcción de esta planta de aireación sobre el río”, declaró el director de Corpocesar, Kaleb Villalobos Brochel.

Explicó que la tecnología será novedosa y la primera fase se construirá un plan piloto, que será establecido en los diferentes puntos ya identificados y que necesitan oxigenación para que sus aguas corran sin contaminación.

“Este es un paso firme dentro del marco de esta emergencia sanitaria a que fue sometido el río Cesar. Nosotros aspiramos que las demás instituciones públicas y también privadas, hagan cada una su esfuerzo porque la recuperación del río Cesar no es una sola institución, aquí tiene que concurrir muchas instituciones esfuerzos”, advirtió Villalobos Brochel.

Aunque Corpocesar implemente esta nueva tecnología, el punto más crítico, como es el vertimiento de las aguas residuales de Valledupar al río, no tiene solución todavía. La empresa Emdupar tiene un convenio con la Unión Temporal Aqua de Colombia, quien no ha iniciado trabajos sobre la planta de tratamiento de aguas residuales ‘El Salguero’.

“En Corpocesar se está tramitando una licencia para el tema del manejo de los residuos sólidos, no tengo conocimiento en relación a las aguas residuales de la laguna de oxidación”, destacó el representante de la autoridad ambiental.

Los problemas

EL PILÓN adelantó la campaña ambiental denominada “Miremos el río Cesar” y con varias investigaciones periodísticas generó conciencia en la comunidad y entidades gubernamentales para mejorar el lecho del río, que recibe el vertimiento de aguas residuales a la altura de municipios como Valledupar, La Paz y Astrea.

Son 11 municipios que comprende la cuenca del río Cesar. En La Guajira bordea los municipios de San Juan del Cesar, Villanueva, Urumita y La Jagua del Pilar; y en el Cesar ocupa parte de Valledupar, San Diego, La Paz, El Paso, Astrea, Chimichagua y Chiriguaná.

Nace en El Limón, desde esa zona en la Sierra Nevada de Santa Marta es arenoso; en verano su caudal es débil, pero mantiene vigor y alegría al transcurrir de su corriente.

El río Cesar fue declarado en emergencia por la Fundación Pro-Sierra en febrero de 1994, ante el acelerado proceso de deforestación.

Las aguas puras y cristalinas del río Cesar pierden su vigor cuando pasa por el puente Salguero, en el que recibe las aguas residuales del municipio de Valledupar. EL PILÓN / Joaquín Ramírez.

Pero más allá de cualquier diagnóstico, el Cesar está lleno de vida y sus aguas respiran tranquilidad en su nacimiento, finalmente los inconvenientes se presentan al llegar al corregimiento La Sierrita en el municipio de San Juan del Cesar, La Guajira, donde comienza a percibir aguas negras.

La deforestación causada por colonos e indígenas amenaza la vida del afluente. De la selva desapareció la fauna nativa que incluía venados, tigres, guardatinajas, maná, conejos, zainos y paujiles, entre otras especies.

 

Su desembocadura se da en la ciénaga Zapatosa, espejo de agua dulce que también tiene grandes problemas ambientales y se suman los que acarrea el río Cesar.

En La Guajira, de acuerdo con factores hidrológicos, fisicobióticos y políticos, entre otros, la cuenca del río Cesar es la segunda en importancia, después de la cuenca del río Ranchería.

El río Cesar que nace en la Sierra Nevada de Santa Marta a una altura aproximada de 1.800 metros sobre el nivel del mar, recorre 79.706 kilómetros en el Departamento de La Guajira (Corpoguajira, 2010).

Por Carlos Mario Jiménez
[email protected]