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Editorial - 18 marzo, 2017

Que saquen a los colados del Sisbén

No es un secreto que ser beneficiario del Sisbén es un privilegio. Por eso muchas personas, ayudadas por funcionarios corruptos en los municipios, hacen trampa para incluirse en este sistema y recibir las prebendas que solo están establecidas para las personas pobres. Si bien es cierto que todos los colombianos pueden ser incluidos en el Sisbén […]

No es un secreto que ser beneficiario del Sisbén es un privilegio. Por eso muchas personas, ayudadas por funcionarios corruptos en los municipios, hacen trampa para incluirse en este sistema y recibir las prebendas que solo están establecidas para las personas pobres.

Si bien es cierto que todos los colombianos pueden ser incluidos en el Sisbén -Sistema de Identificación de Potenciales Beneficiarios de Programas Sociales-, no a todos los ciudadanos los cobijan los mismos beneficios pues éstos, según la normatividad del sistema, son orientados dependiendo de los ingresos del inscrito.

Según cifras oficiales, en Valledupar a corte de 2016 existían 348.487 personas inscritas en el Sisbén, de las cuales 247.946 pertenecen a Sisbén 1 y 20.121 a Sisbén 2, y se estima que mensualmente ingresan entre 1.400 y 2.000 personas al sistema, mientras que de los corregimientos se encuentran inscritas 40.091 personas.

El objetivo central del Sisbén es establecer un mecanismo técnico, objetivo, equitativo y uniforme de selección de beneficiarios del gasto social para ser usado por las entidades territoriales y mediante la aplicación de una encuesta, permite identificar los posibles beneficiarios de programas sociales en las áreas de salud, educación, bienestar social, entre otras. Es decir, el Sisbén es la puerta de entrada al régimen subsidiado.

Pero hecha la ley, hecha la trampa. Con este sistema aparecieron los tramitadores que ofrecen sus servicios para ingresar de manera fraudulenta a personas que no calificarían por sus ingresos al régimen subsidiado. De esa situación no escapa el Cesar y su capital, Valledupar.

Por eso bienvenido el Decreto que firmó el presidente Juan Manuel Santos ayer para actualizar los datos registrados en el Sisbén mediante el intercambio de información entre todas las entidades del Estado y detectar con más facilidad a los tramposos. Será una tarea, no fácil, que hará el Departamento Nacional de Planeación, pero ya no será una labor de los municipios excluir a los colados, pues justamente es en las administraciones municipales donde se comete la trampa.

Si se espulga a los tramposos del Sisbén y se le otorga el beneficio a los que realmente necesiten los beneficios de este sistema por estar en condiciones de pobreza demostradas, muchas personas dejarían de padecer por no hacer parte de este.

La reforma del Sisbén fue aprobado en diciembre pasado por el Conpes, para que el sistema de información arroje puntajes más justos y castigar a quienes mientan para recibir subsidios sin necesitarlos.

“El decreto establece procedimientos más eficaces para la depuración de la base de datos desde los territorios, siempre velando por el respeto al debido proceso que se debe adelantar. En particular, le da herramientas al DNP para hacer una depuración directa de la base de datos en casos de inconsistencia en casos específicos”. Así será en adelante, esperamos que de Valledupar salgan del Sisbén los tramposos, para que los beneficios lleguen a las personas que deben llegar.

Editorial
18 marzo, 2017

Que saquen a los colados del Sisbén

No es un secreto que ser beneficiario del Sisbén es un privilegio. Por eso muchas personas, ayudadas por funcionarios corruptos en los municipios, hacen trampa para incluirse en este sistema y recibir las prebendas que solo están establecidas para las personas pobres. Si bien es cierto que todos los colombianos pueden ser incluidos en el Sisbén […]


No es un secreto que ser beneficiario del Sisbén es un privilegio. Por eso muchas personas, ayudadas por funcionarios corruptos en los municipios, hacen trampa para incluirse en este sistema y recibir las prebendas que solo están establecidas para las personas pobres.

Si bien es cierto que todos los colombianos pueden ser incluidos en el Sisbén -Sistema de Identificación de Potenciales Beneficiarios de Programas Sociales-, no a todos los ciudadanos los cobijan los mismos beneficios pues éstos, según la normatividad del sistema, son orientados dependiendo de los ingresos del inscrito.

Según cifras oficiales, en Valledupar a corte de 2016 existían 348.487 personas inscritas en el Sisbén, de las cuales 247.946 pertenecen a Sisbén 1 y 20.121 a Sisbén 2, y se estima que mensualmente ingresan entre 1.400 y 2.000 personas al sistema, mientras que de los corregimientos se encuentran inscritas 40.091 personas.

El objetivo central del Sisbén es establecer un mecanismo técnico, objetivo, equitativo y uniforme de selección de beneficiarios del gasto social para ser usado por las entidades territoriales y mediante la aplicación de una encuesta, permite identificar los posibles beneficiarios de programas sociales en las áreas de salud, educación, bienestar social, entre otras. Es decir, el Sisbén es la puerta de entrada al régimen subsidiado.

Pero hecha la ley, hecha la trampa. Con este sistema aparecieron los tramitadores que ofrecen sus servicios para ingresar de manera fraudulenta a personas que no calificarían por sus ingresos al régimen subsidiado. De esa situación no escapa el Cesar y su capital, Valledupar.

Por eso bienvenido el Decreto que firmó el presidente Juan Manuel Santos ayer para actualizar los datos registrados en el Sisbén mediante el intercambio de información entre todas las entidades del Estado y detectar con más facilidad a los tramposos. Será una tarea, no fácil, que hará el Departamento Nacional de Planeación, pero ya no será una labor de los municipios excluir a los colados, pues justamente es en las administraciones municipales donde se comete la trampa.

Si se espulga a los tramposos del Sisbén y se le otorga el beneficio a los que realmente necesiten los beneficios de este sistema por estar en condiciones de pobreza demostradas, muchas personas dejarían de padecer por no hacer parte de este.

La reforma del Sisbén fue aprobado en diciembre pasado por el Conpes, para que el sistema de información arroje puntajes más justos y castigar a quienes mientan para recibir subsidios sin necesitarlos.

“El decreto establece procedimientos más eficaces para la depuración de la base de datos desde los territorios, siempre velando por el respeto al debido proceso que se debe adelantar. En particular, le da herramientas al DNP para hacer una depuración directa de la base de datos en casos de inconsistencia en casos específicos”. Así será en adelante, esperamos que de Valledupar salgan del Sisbén los tramposos, para que los beneficios lleguen a las personas que deben llegar.