Por fin se aclara el camino que desde el año 2014 comenzó el proyecto de ley que buscaba reformar el Código de Policía y darle un nuevo aire, especialmente en este momento cuando el país se prepara para un escenario de posconflicto. Si el presidente Juan Manuel Santos conformó un gabinete para el posconflicto, este […]
Por fin se aclara el camino que desde el año 2014 comenzó el proyecto de ley que buscaba reformar el Código de Policía y darle un nuevo aire, especialmente en este momento cuando el país se prepara para un escenario de posconflicto.
Si el presidente Juan Manuel Santos conformó un gabinete para el posconflicto, este será el Código de Policía para el posconflicto, así a muchos sectores les moleste varios artículos que buscan poner orden y recuperar la tranquilidad de la ciudadanía que hoy no tiene control porque no existen herramientas jurídicas para que los agentes de la policía lo hagan.
En total son 300 normas de convivencia las que quedaron a punto de aplicarse en Colombia, luego de que la plenaria del Senado aprobara en la noche del miércoles cuatro de mayo, el proyecto de ley de Código de Policía, que ahora pasará a la plenaria de la Cámara de Representantes.
Lo que hace este nuevo Código es otorgar “herramientas para salir al paso a riñas, excesos de ruido, allanamientos e invasión del espacio público, entre otros”. Todos temas sensibles que no serán fáciles de enfrentar porque estamos en la cultura de la permisividad. Por ejemplo, en Valledupar son numerosos los barrios donde existen casos de vecinos ruidosos y todavía más los casos de invasión del espacio público porque en cualquier andén se observan vendedores.
También se abre una puerta para que los ciudadanos que promuevan movilizaciones o marchas en vías públicas, no tengan necesidad de solicitar permiso. “Solo deberán informar 48 horas antes y señalar el recorrido para que las autoridades tomen las medidas de precaución”. ¿Ahora aumentarán las protestas?
Aunque es un código de “carácter preventivo, no sancionatorio”, que apunta más a persuadir a la gente para que actúe de una forma en la que se permita generar y mantener la convivencia, si trae sanciones y multas para las personas en ciertos casos (pintar grafitis en propiedades privadas). Las riñas callejeras y el ruido ocasionado por discotecas y prostíbulos en zonas residenciales, también serían otras situaciones que interfieren con la convivencia según el nuevo código y, por lo cual, tendrían de igual forma un tipo de sanción especial.
Lo que alegra a muchos ciudadanos es que ahora sí la Policía no tendrá excusa para controlar de una mejor manera las fiestas ensordecedoras acudiendo al lugar sin orden escrita y desactivando la fuente de la música.
Este Código ha generado todo tipo de polémica porque “es un pasaporte que le otorga a la Policía la opción de hacer todo tipo de montajes contra los ciudadanos”, y también por la poca credibilidad que generan en la ciudadanía los agentes de policía. Lo que viene no será fácil, pero se debe enfrentar sin temor.
Por fin se aclara el camino que desde el año 2014 comenzó el proyecto de ley que buscaba reformar el Código de Policía y darle un nuevo aire, especialmente en este momento cuando el país se prepara para un escenario de posconflicto. Si el presidente Juan Manuel Santos conformó un gabinete para el posconflicto, este […]
Por fin se aclara el camino que desde el año 2014 comenzó el proyecto de ley que buscaba reformar el Código de Policía y darle un nuevo aire, especialmente en este momento cuando el país se prepara para un escenario de posconflicto.
Si el presidente Juan Manuel Santos conformó un gabinete para el posconflicto, este será el Código de Policía para el posconflicto, así a muchos sectores les moleste varios artículos que buscan poner orden y recuperar la tranquilidad de la ciudadanía que hoy no tiene control porque no existen herramientas jurídicas para que los agentes de la policía lo hagan.
En total son 300 normas de convivencia las que quedaron a punto de aplicarse en Colombia, luego de que la plenaria del Senado aprobara en la noche del miércoles cuatro de mayo, el proyecto de ley de Código de Policía, que ahora pasará a la plenaria de la Cámara de Representantes.
Lo que hace este nuevo Código es otorgar “herramientas para salir al paso a riñas, excesos de ruido, allanamientos e invasión del espacio público, entre otros”. Todos temas sensibles que no serán fáciles de enfrentar porque estamos en la cultura de la permisividad. Por ejemplo, en Valledupar son numerosos los barrios donde existen casos de vecinos ruidosos y todavía más los casos de invasión del espacio público porque en cualquier andén se observan vendedores.
También se abre una puerta para que los ciudadanos que promuevan movilizaciones o marchas en vías públicas, no tengan necesidad de solicitar permiso. “Solo deberán informar 48 horas antes y señalar el recorrido para que las autoridades tomen las medidas de precaución”. ¿Ahora aumentarán las protestas?
Aunque es un código de “carácter preventivo, no sancionatorio”, que apunta más a persuadir a la gente para que actúe de una forma en la que se permita generar y mantener la convivencia, si trae sanciones y multas para las personas en ciertos casos (pintar grafitis en propiedades privadas). Las riñas callejeras y el ruido ocasionado por discotecas y prostíbulos en zonas residenciales, también serían otras situaciones que interfieren con la convivencia según el nuevo código y, por lo cual, tendrían de igual forma un tipo de sanción especial.
Lo que alegra a muchos ciudadanos es que ahora sí la Policía no tendrá excusa para controlar de una mejor manera las fiestas ensordecedoras acudiendo al lugar sin orden escrita y desactivando la fuente de la música.
Este Código ha generado todo tipo de polémica porque “es un pasaporte que le otorga a la Policía la opción de hacer todo tipo de montajes contra los ciudadanos”, y también por la poca credibilidad que generan en la ciudadanía los agentes de policía. Lo que viene no será fácil, pero se debe enfrentar sin temor.