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Editorial - 29 marzo, 2017

S.O.S por la Sierra Nevada

El 31 de marzo del año 2014, EL PILÓN publicó un informe periodístico titulado ‘El fin de la nieve en la Sierra Nevada’, donde dábamos cuenta del deshielo que se registraba desde hacía muchos años en los altos picos de la Sierra y llamábamos la atención por la poca importancia que se le daba a […]

El 31 de marzo del año 2014, EL PILÓN publicó un informe periodístico titulado ‘El fin de la nieve en la Sierra Nevada’, donde dábamos cuenta del deshielo que se registraba desde hacía muchos años en los altos picos de la Sierra y llamábamos la atención por la poca importancia que se le daba a la crítica situación ambiental, que por lo menos en Valledupar, solo se reducía a analizar por qué el cauce abastecedor de agua potable para casi 450.000 habitantes de la capital del Cesar, había bajado enormemente, al referirse al río Guatapurí.

Este trabajo periodístico desarrollado en el marco de la campaña ‘Salvemos el río Guatapurí’, informaba sobre los

datos del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (IDEAM), entregados varios años atrás, con los que revelaba que desde 1977 se viene presentando un fenómeno continuo de calentamiento y reducción de los glaciares en todo el mundo. En términos generales y según el documento, en Colombia, entre los años 1980 y 2010 se había perdido el 57% del área glaciar.

También se informó que “La Sierra Nevada de Santa Marta a finales del siglo XIX contaba con 87 kilómetros cuadrados (Km2) de masa glaciar. Hoy ha perdido el 92 % de esa ocupación”.

Por eso no nos sorprende el nuevo informe del Ideam, entregado por su director Omar Franco, quien volvió a decir lo que ya venía ocurriendo: “Ese es el reflejo del cambio climático en el mundo. Solo quedan 6,7 Km2 de glaciar en la Sierra”. Los nuevos datos del Ideam aseguran que la masa glaciar de Colombia se pierde entre el 3 y el 5 % anual y los pronósticos señalan que en 20 o 30 años el país ya no contará con esa condición ecosistémica y la que llevaría la peor parte, sería nuestra Sierra Nevada.

También dijimos en 2014, que constatamos que la Corporación Autónoma del Cesar, Corpocesar, “sabe desde el 2001 que en el 2050 no habría nieve en la Sierra Nevada de Santa Marta, pero no se ha escuchado pronunciamiento oficial con respecto a la prevención de la situación, que ha logrado la desaparición de ocho nevados desde 1940 en Colombia”.

Llegó el momento de escuchar pronunciamientos y de ver acciones. El calentamiento global no es un juego, es una realidad y poco interés se nota entre los gobernantes en incluir este tema en sus agendas. Los presupuestos deberán inclinarse al medio ambiente, porque en el caso de Valledupar, si no hay nieve en la Sierra Nevada, no hay agua en el río Guatapurí. Así de crítica es la situación. ¿Qué vamos a hacer?

Si no hay nieve: hay pérdida de caudal de los ríos que nacen de la nevada, mayor riesgo de avalanchas y crecientes, la nevada deja de ser nevada, desaparece un ecosistema completo, menos agua en verano y más en invierno, no se podría recuperar y muchas especies de plantas, animales y aves desaparecerán.

 

Editorial
29 marzo, 2017

S.O.S por la Sierra Nevada

El 31 de marzo del año 2014, EL PILÓN publicó un informe periodístico titulado ‘El fin de la nieve en la Sierra Nevada’, donde dábamos cuenta del deshielo que se registraba desde hacía muchos años en los altos picos de la Sierra y llamábamos la atención por la poca importancia que se le daba a […]


El 31 de marzo del año 2014, EL PILÓN publicó un informe periodístico titulado ‘El fin de la nieve en la Sierra Nevada’, donde dábamos cuenta del deshielo que se registraba desde hacía muchos años en los altos picos de la Sierra y llamábamos la atención por la poca importancia que se le daba a la crítica situación ambiental, que por lo menos en Valledupar, solo se reducía a analizar por qué el cauce abastecedor de agua potable para casi 450.000 habitantes de la capital del Cesar, había bajado enormemente, al referirse al río Guatapurí.

Este trabajo periodístico desarrollado en el marco de la campaña ‘Salvemos el río Guatapurí’, informaba sobre los

datos del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (IDEAM), entregados varios años atrás, con los que revelaba que desde 1977 se viene presentando un fenómeno continuo de calentamiento y reducción de los glaciares en todo el mundo. En términos generales y según el documento, en Colombia, entre los años 1980 y 2010 se había perdido el 57% del área glaciar.

También se informó que “La Sierra Nevada de Santa Marta a finales del siglo XIX contaba con 87 kilómetros cuadrados (Km2) de masa glaciar. Hoy ha perdido el 92 % de esa ocupación”.

Por eso no nos sorprende el nuevo informe del Ideam, entregado por su director Omar Franco, quien volvió a decir lo que ya venía ocurriendo: “Ese es el reflejo del cambio climático en el mundo. Solo quedan 6,7 Km2 de glaciar en la Sierra”. Los nuevos datos del Ideam aseguran que la masa glaciar de Colombia se pierde entre el 3 y el 5 % anual y los pronósticos señalan que en 20 o 30 años el país ya no contará con esa condición ecosistémica y la que llevaría la peor parte, sería nuestra Sierra Nevada.

También dijimos en 2014, que constatamos que la Corporación Autónoma del Cesar, Corpocesar, “sabe desde el 2001 que en el 2050 no habría nieve en la Sierra Nevada de Santa Marta, pero no se ha escuchado pronunciamiento oficial con respecto a la prevención de la situación, que ha logrado la desaparición de ocho nevados desde 1940 en Colombia”.

Llegó el momento de escuchar pronunciamientos y de ver acciones. El calentamiento global no es un juego, es una realidad y poco interés se nota entre los gobernantes en incluir este tema en sus agendas. Los presupuestos deberán inclinarse al medio ambiente, porque en el caso de Valledupar, si no hay nieve en la Sierra Nevada, no hay agua en el río Guatapurí. Así de crítica es la situación. ¿Qué vamos a hacer?

Si no hay nieve: hay pérdida de caudal de los ríos que nacen de la nevada, mayor riesgo de avalanchas y crecientes, la nevada deja de ser nevada, desaparece un ecosistema completo, menos agua en verano y más en invierno, no se podría recuperar y muchas especies de plantas, animales y aves desaparecerán.