Si estoy bien informado el año entrante cumple 75 años de funcionamiento continuo el Hospital Rosario Pumarejo de López y esperamos que bajo la administración del doctor Armando Almeira Quiroz todo sea brillante, como el brillante de las bodas de los 75 Años.

Hagamos un poco de historia: fue por iniciativa de “el hombre más grande que el Valle ha tenido” Pedro Castro Monsalvo, bajo el gobierno de Alfonso López Pumarejo, hijo de Rosario Pumarejo, quien también fue abuela de Alfonso López Michelsen, nuestro primer Gobernador y también Presidente, que comenzó a funcionar en 1942 el Hospital Rosario Pumarejo de López. De los Pumarejo de aquí, familiar de Tobías Enrique ‘Don Toba’, el de El Alazanito y de Don Tito, el papá de mi buen amigo Freddy y de aquí la ficción de López Michelsen a la música vallenata, dejándonos el Festival y el Sello Rojo, wisky aquí perratiado, pero que si no es porque el Old Parr se para en raya, casi lo desbanca, porque era el preferido del Gobernador López.

A raíz de los comentarios adversos del Hospital fui a visitarlo para ver qué pasaba y entré por el Pabellón de Urgencias, obra adelantada en el gobierno de Lucas Gnecco, quien le puso el nombre de Germán Vargas Lobo, persona de grata recordación y a quien queríamos mucho, en donde el espectáculo es el mismo, enfermos y pacientes por todos los lados, llegué a las Salas de Observación y tuve que salirme, porque no aguanté el frío y el traqueteo de los dientes de los viejos en su inmensa mayoría, que no tienen conque arroparse algunos y otros con unas manticas y sabanitas viejas y luyías; es inhumano esa situación y deben de subirle la temperatura para que no sufran tanto; en el Pabellón de Maternidad no tienen agua potable, ni para beber, increíble pero cierto. Si me pongo a detallar no acabo, hay muchas cosas que decir, pero refirámonos a la grave situación económica: a todo el mundo le deben cuatro meses de sueldos que con otras deudas ascienden a cien mil millones de pesos, que no pongo en número porque no hay espacio para tantos ceros, pero al Hospital las EPS Coosalud, Saludvida, Comfacor y otras le adeudan la pendejaita de ciento diez mil millones de pesos. Hay para pagar y sobra algo, lo que indica que con una gestión severa de cobro las cosas se pueden arreglar, sin tener que ver que si se embargan a estas pícaras entidades, no vuelvan a mandar pacientes, que se vayan al carajo y paguen, ya está bueno de tanto paternalismo, o pagan o se van.

Doctor Almeira Quiroz, el reto que usted tiene es grande, como grande es la responsabilidad que adquirió cuando al posesionarse juró cumplir con sus obligaciones, usted no puede fallarle a este departamento y menos al Hospital que hoy dirige, las soluciones hay que buscarlas ya, acuda a Bancos, a Corporaciones, al Departamento, al Municipio o al Gobierno Central, para que lo ayuden a salir del atolladero, no duerma, no descanse un minuto y saque al Hospital de la crisis que atraviesa, esa es su responsabilidad y compromiso y no vaya a ser otro, que sale sin dejar recuerdos gratos pero con los bolsillos repletos y a reventar, usted no es de esos y tiene que demostrarlo.

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En la misma situación se encuentran algunas clínicas, especialmente la Valledupar, que si no actúan con mano fuerte, van a tener que cerrarlas porque sus empleados, incluyendo médicos no aguantan más.
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