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Columnista - 9 octubre, 2015

Río Guatapurí, proyecto macro

Hace pocos días tuve la oportunidad de dialogar de manera informal con uno de esos personajes que llegan a la ciudad a dejar conocimiento y experiencias adquiridas en otros lugares del planeta. Esta vez, fue un mexicano que vino invitado por el Área Metropolitana del Valle del Cacique Upar, para hablar sobre gobernabilidad y gobernanza […]

Hace pocos días tuve la oportunidad de dialogar de manera informal con uno de esos personajes que llegan a la ciudad a dejar conocimiento y experiencias adquiridas en otros lugares del planeta. Esta vez, fue un mexicano que vino invitado por el Área Metropolitana del Valle del Cacique Upar, para hablar sobre gobernabilidad y gobernanza a quienes estamos interesados en que esta vaina cambie.

La brisa pegaba fuerte en la terraza de Mao’s de la 12 y el mexicano tenía embobado a todos los personajes que estábamos en la mesa, a los arquitectos Carlos García, Hermel Daza, al gerente del Área Metropolitana, Guido Verdecia, y unos cuantos mas, que con la oreja parada escuchábamos atentos la intervención del manito, quien con voz alterada de tono por los oldpares preguntó: ¿Qué identifica a los vallenatos? Y todos al unísono contestamos que la música e inmediatamente ripostó ¡Qué chingada! ¡es el agua carajo! Aquí desde que te bajas del avión y miras las montañas te trasformas, percibes el verde de la naturaleza, sientes que el río está cerca de tu piel y ustedes ni voltean a verlo, cuando el mundo está pensando en el agua en el medio ambiente, eso es el futuro de todos.

Razón tenía el mexicano en el desconocimiento y olvido con que manejamos nuestros recursos naturales, siempre hemos visto el rio con desdén, a espaldas de él, llenándolo de miseria y basura su lecho y rondas sin reproche alguno. Somos unos verdaderos miserables y desagradecidos.

Aquí no existe una política pública sobre el agua. ¿Dónde está el programa de gobierno que hable de un plan de desarrollo ambiental de protección y conservación de toda la cuenca del rio Guatapurí y sus afluentes que mueren y nacen en su gran mayoría en el municipio de Valledupar? ¿Por qué no se zonifica y plantea un gran espacio en el corazón del parque natural del rio, un lugar con aulas didácticas donde se imparta con todas las ayudas tecnológicas la información que se requiere para su conservación?

Mi padre conoció en vida el parque Central de Costa Rica, donde existen aulas virtuales, áreas lúdicas, viveros con especies nativas y sus visitantes adquieren además de la información un árbol que siembran donde los guardabosques le indiquen, entregándole un certificado como poseedor del árbol. Eso si educa y crea sentido de pertenencia. ¿Quién a dicho que el esperpento de un avión que aterrizara de barriga en el gobierno de Johnny Pérez en el parque del helado nos genere algo? ¿O los bebederos inmundos que están a la orilla el rio donde se expende licor y se consumen otras vainas nos enseñan algo sobre el valor de la naturaleza?

No se puede seguir hablando del Parque Lineal de Hurtado como un componente suelto dentro de todo un macro proyecto que debe hacérsele al rio Guatapurí que debe realizarse con una visión universal. Hay que pensar en reservas de agua que es sin duda el mejor negocio a futuro que el municipio de Valledupar tiene para ofrecerles a sus habitantes. No mas playas locas optemos por una política seria sobre el rio Guatapurí y sus afluentes y después pensemos en proyectos eco turísticos bio-saludables pensando en el futuro de la humanidad.

Tengo fe que algún día la sirena del pozo de Hurtado volverá a su lugar preferido cuando cuidemos el cause y la ronda del rio y saquemos a esa melindrera que habita el balneario dejando crecer los peruétanos, las candungas, los mono cotudos, iguanas las cotorras cara sucias y azulejos los verdaderos dueños del rio.

Columnista
9 octubre, 2015

Río Guatapurí, proyecto macro

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Efraín Quintero Molina

Hace pocos días tuve la oportunidad de dialogar de manera informal con uno de esos personajes que llegan a la ciudad a dejar conocimiento y experiencias adquiridas en otros lugares del planeta. Esta vez, fue un mexicano que vino invitado por el Área Metropolitana del Valle del Cacique Upar, para hablar sobre gobernabilidad y gobernanza […]


Hace pocos días tuve la oportunidad de dialogar de manera informal con uno de esos personajes que llegan a la ciudad a dejar conocimiento y experiencias adquiridas en otros lugares del planeta. Esta vez, fue un mexicano que vino invitado por el Área Metropolitana del Valle del Cacique Upar, para hablar sobre gobernabilidad y gobernanza a quienes estamos interesados en que esta vaina cambie.

La brisa pegaba fuerte en la terraza de Mao’s de la 12 y el mexicano tenía embobado a todos los personajes que estábamos en la mesa, a los arquitectos Carlos García, Hermel Daza, al gerente del Área Metropolitana, Guido Verdecia, y unos cuantos mas, que con la oreja parada escuchábamos atentos la intervención del manito, quien con voz alterada de tono por los oldpares preguntó: ¿Qué identifica a los vallenatos? Y todos al unísono contestamos que la música e inmediatamente ripostó ¡Qué chingada! ¡es el agua carajo! Aquí desde que te bajas del avión y miras las montañas te trasformas, percibes el verde de la naturaleza, sientes que el río está cerca de tu piel y ustedes ni voltean a verlo, cuando el mundo está pensando en el agua en el medio ambiente, eso es el futuro de todos.

Razón tenía el mexicano en el desconocimiento y olvido con que manejamos nuestros recursos naturales, siempre hemos visto el rio con desdén, a espaldas de él, llenándolo de miseria y basura su lecho y rondas sin reproche alguno. Somos unos verdaderos miserables y desagradecidos.

Aquí no existe una política pública sobre el agua. ¿Dónde está el programa de gobierno que hable de un plan de desarrollo ambiental de protección y conservación de toda la cuenca del rio Guatapurí y sus afluentes que mueren y nacen en su gran mayoría en el municipio de Valledupar? ¿Por qué no se zonifica y plantea un gran espacio en el corazón del parque natural del rio, un lugar con aulas didácticas donde se imparta con todas las ayudas tecnológicas la información que se requiere para su conservación?

Mi padre conoció en vida el parque Central de Costa Rica, donde existen aulas virtuales, áreas lúdicas, viveros con especies nativas y sus visitantes adquieren además de la información un árbol que siembran donde los guardabosques le indiquen, entregándole un certificado como poseedor del árbol. Eso si educa y crea sentido de pertenencia. ¿Quién a dicho que el esperpento de un avión que aterrizara de barriga en el gobierno de Johnny Pérez en el parque del helado nos genere algo? ¿O los bebederos inmundos que están a la orilla el rio donde se expende licor y se consumen otras vainas nos enseñan algo sobre el valor de la naturaleza?

No se puede seguir hablando del Parque Lineal de Hurtado como un componente suelto dentro de todo un macro proyecto que debe hacérsele al rio Guatapurí que debe realizarse con una visión universal. Hay que pensar en reservas de agua que es sin duda el mejor negocio a futuro que el municipio de Valledupar tiene para ofrecerles a sus habitantes. No mas playas locas optemos por una política seria sobre el rio Guatapurí y sus afluentes y después pensemos en proyectos eco turísticos bio-saludables pensando en el futuro de la humanidad.

Tengo fe que algún día la sirena del pozo de Hurtado volverá a su lugar preferido cuando cuidemos el cause y la ronda del rio y saquemos a esa melindrera que habita el balneario dejando crecer los peruétanos, las candungas, los mono cotudos, iguanas las cotorras cara sucias y azulejos los verdaderos dueños del rio.