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General - 27 febrero, 2017

Que el remedio no sea peor que la enfermedad

Es de suma importancia investigar sobre los componentes, la fecha de fabricación y de vencimiento, los efectos adversos, las contraindicaciones y cualquier otra duda antes de comprar y consumir este tipo de medicamentos.

La era moderna ha traído consigo grandes avances científicos y un gran desarrollo de la medicina.

Con el auge de la tecnología, la elaboración de medicamentos con base en compuestos sintéticos, hoy día ocupa un gran volumen de las medicinas consumidas mundialmente.

Sin embargo, hay quienes optan por recordar los antiguos pasos de la humanidad cuando la cura se hallaba en los regalos de la naturaleza, buscando una solución más natural y libre de químicos sintéticos.

Si bien, por miles de años, la naturaleza nos ha brindado variedad de compuestos que se encuentran en hojas, semillas, raíces, cortezas e incluso partes animales (según algunas creencias y culturas), es cierto que muchas de las medicinas llamadas tradicionales aún no cuentan con la evidencia científica que concluya que ellas representan un beneficio en la lucha contra las enfermedades.

La primera premisa errónea que toca desbancar en cuanto a las medicinas alternativas es aquella que titula que entre más lejano en la historia ha sido su uso, mayor es su efectividad. La creencia de muchos seguidores de los remedios naturales de que si este fue usado por los egipcios, indios y chinos hace miles de años seguramente es efectiva, es completamente falsa. Los chinos llevan siglos creyendo que los huesos del tigre y el cuerno del rinoceronte molido, el cual está compuesta de queratina (principal componente de nuestras uñas) son efectivos en la cura del cáncer.

Otra creencia errónea es que los remedios naturales siempre son curativos y no son tóxicos.

En este grupo de remedios encontramos la planta Aristolochia usada desde hace miles de años por civilizaciones como la griega y la china. A esta panacea natural le atribuyen la cura de gran número de enfermedades como la epilepsia, dolor abdominal, cólico biliar, artritis, gota, reumatismo, eccema, además aumenta el apetito sexual, ayuda a bajar de peso, cura heridas y ayuda a controlar la menstruación y facilitar el parto ya que su flor tiene la forma del útero humano. Sin duda alguna, ella es ¨el medicamento que todos necesitamos¨. Cabe resaltar, que diversos estudios científicos han desmentido dicha ¨milagrosidad¨ y en contrario, se ha ligado el uso de esta planta con la aparición del cáncer, mutaciones del ADN y nefropatía (daño del riñón) irreversible en pacientes fieles a su uso.

Es importante aclarar que no todos los remedios con bases naturales son tóxicos, y en gran cantidad presentan un beneficio para nuestra salud, pero es menester indagar sobre los componentes y procedencias de muchos de estos compuestos, especialmente aquellos comprados en lugares públicos, que no cuentan con permisos y certificaciones aceptadas.

Es de suma importancia investigar sobre los componentes, la fecha de fabricación y de vencimiento, los efectos adversos, las contraindicaciones y cualquier otra duda antes de comprar y consumir este tipo de medicamentos, no sea que por hacer caso omiso y comprar sin preguntar, el remedio sea peor que la enfermedad.

Es de suma importancia investigar sobre los componentes, la fecha de fabricación y de vencimiento, los efectos adversos, las contraindicaciones y cualquier otra duda antes de comprar y consumir este tipo de medicamentos.

General
27 febrero, 2017

Que el remedio no sea peor que la enfermedad

Es de suma importancia investigar sobre los componentes, la fecha de fabricación y de vencimiento, los efectos adversos, las contraindicaciones y cualquier otra duda antes de comprar y consumir este tipo de medicamentos.


La era moderna ha traído consigo grandes avances científicos y un gran desarrollo de la medicina.

Con el auge de la tecnología, la elaboración de medicamentos con base en compuestos sintéticos, hoy día ocupa un gran volumen de las medicinas consumidas mundialmente.

Sin embargo, hay quienes optan por recordar los antiguos pasos de la humanidad cuando la cura se hallaba en los regalos de la naturaleza, buscando una solución más natural y libre de químicos sintéticos.

Si bien, por miles de años, la naturaleza nos ha brindado variedad de compuestos que se encuentran en hojas, semillas, raíces, cortezas e incluso partes animales (según algunas creencias y culturas), es cierto que muchas de las medicinas llamadas tradicionales aún no cuentan con la evidencia científica que concluya que ellas representan un beneficio en la lucha contra las enfermedades.

La primera premisa errónea que toca desbancar en cuanto a las medicinas alternativas es aquella que titula que entre más lejano en la historia ha sido su uso, mayor es su efectividad. La creencia de muchos seguidores de los remedios naturales de que si este fue usado por los egipcios, indios y chinos hace miles de años seguramente es efectiva, es completamente falsa. Los chinos llevan siglos creyendo que los huesos del tigre y el cuerno del rinoceronte molido, el cual está compuesta de queratina (principal componente de nuestras uñas) son efectivos en la cura del cáncer.

Otra creencia errónea es que los remedios naturales siempre son curativos y no son tóxicos.

En este grupo de remedios encontramos la planta Aristolochia usada desde hace miles de años por civilizaciones como la griega y la china. A esta panacea natural le atribuyen la cura de gran número de enfermedades como la epilepsia, dolor abdominal, cólico biliar, artritis, gota, reumatismo, eccema, además aumenta el apetito sexual, ayuda a bajar de peso, cura heridas y ayuda a controlar la menstruación y facilitar el parto ya que su flor tiene la forma del útero humano. Sin duda alguna, ella es ¨el medicamento que todos necesitamos¨. Cabe resaltar, que diversos estudios científicos han desmentido dicha ¨milagrosidad¨ y en contrario, se ha ligado el uso de esta planta con la aparición del cáncer, mutaciones del ADN y nefropatía (daño del riñón) irreversible en pacientes fieles a su uso.

Es importante aclarar que no todos los remedios con bases naturales son tóxicos, y en gran cantidad presentan un beneficio para nuestra salud, pero es menester indagar sobre los componentes y procedencias de muchos de estos compuestos, especialmente aquellos comprados en lugares públicos, que no cuentan con permisos y certificaciones aceptadas.

Es de suma importancia investigar sobre los componentes, la fecha de fabricación y de vencimiento, los efectos adversos, las contraindicaciones y cualquier otra duda antes de comprar y consumir este tipo de medicamentos, no sea que por hacer caso omiso y comprar sin preguntar, el remedio sea peor que la enfermedad.

Es de suma importancia investigar sobre los componentes, la fecha de fabricación y de vencimiento, los efectos adversos, las contraindicaciones y cualquier otra duda antes de comprar y consumir este tipo de medicamentos.