Durante 20 años el Centro de Estudios Económicos Regionales (CEER) del Banco de la República, con sede en Cartagena, ha investigado la economía urbana y regional del país.

El Cesar y especialmente Valledupar tiene más clara su realidad, aterrizada en cifras y análisis, gracias a los juiciosos estudios que desde el Centro se hacen. El pasado mes de marzo publicaron un informe sobre las finanzas públicas de Valledupar en el periodo 2005-2010, en el que analizaron como la situación de insolvencia registrada en ese periodo llevó a que Valledupar firmara un Acuerdo de Reestructuración de Pasivos en 2014. También analizaron la evolución de las finanzas públicas de este municipio antes y después de firmado el acuerdo, comparando dicha evolución con lo que se registró en ciudades de similar desarrollo y población.

Lo mejor del informe es que con base en información de las ejecuciones presupuestales evidenciaron que si bien los ingresos totales del municipio han crecido a tasas similares a las de los municipios comparables, los gastos en Valledupar muestran una tendencia insostenible en el mediano plazo, lo que ha repercutido en un déficit de capital que comprometen la viabilidad fiscal del ente territorial y el cumplimiento de los compromisos adquiridos con el acuerdo de reestructuración.

Esto para significar la importancia del Centro de Estudios Regional, que fue fundado en 1997 bajo la dirección del hoy codirector del Banco, Adolfo Meisel Roca, cuya investigación en los últimos años ha girado en torno a los temas fiscales, la salud, el medioambiente y los estudios sociales del Pacífico, entre otros.

Destacamos los logros del CEER en su aniversario 20 porque se ha convertido también uno de los semilleros de investigadores más importantes de la región, gracias a su programa de prácticas estudiantiles por el que han pasado 54 estudiantes de economía de 12 universidades del país, y porque además es dirigido por un vallenato, Jaime Bonet.

Las investigaciones del Centro han sido de gran impacto para la vida social y económica del Caribe, y como visión tiene el propósito de consolidarse como el principal centro de investigación regional y urbana del país y como uno de los más importantes a nivel internacional, concentrando sus en tres frentes: fortalecer su capacidad técnica, priorizar temas relevantes para el país que sirvan de insumo para la política pública y enfatizar en la importancia de implementar nuevas técnicas de divulgación que permitan llegar a un público más diverso, que incluya no solo a pares académicos, sino a los tomadores de decisiones y a diferentes actores de la sociedad.

Todo el conocimiento de los profesionales que integran el CEER debe ser aprovechado por los mandatarios costeños, aprovechando que su sede está en Cartagena, especialmente los cesarenses para conocer mejor el territorio y enfocar mejor las inversiones y los programas sociales que buscan mejorar la calidad de vida de la población.