Complicada está la salud una paciente con parálisis cerebral de 28 años de edad, que hace dos años tuvo un broncoespasmo, que la obliga a estar conectada a un respirador automático y ser alimentada por zonda gástrica, puesto que está a punto de culminar el honker o cuidado médico en casa que le debe autorizar su entidad prestadora de salud, EPS.

Se trata de Mary Margarita Mendoza Maya, quien tiene mentalidad de niña por su afección de salud. Sus padres Luis Mendoza y Oladys Maya le exigen a Coomeva que le pague a la IPS Betania para que los cuidados de salud que requiere su hija se mantengan.

“Las enfermeras y terapias las necesita mi hija, si se la llegan a quitar el honker nos tocaría internarla toda su vida en cuidados intensivos, donde estaría lejos de su familia, por lo que su enfermedad sería más difícil de afrontar”, aseveró Oladys Maya.

Por su parte, Luis Mendoza dio a conocer que Coomeva se ha negado sistemáticamente a cancelar dos años de hospitalización en casa de Mary Margarita. “Como asfixiando a la IPS que nos presta el servicio, lo que condena a nuestra hija a la muerte”, dijo el angustiado padre.

A través de una misiva dirigida al Ministro de Salud, al Superintendente de Salud Nacional, al gerente de Coomeva y a la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, Mendoza explicó el complejo caso de su hija.

“Aparte que mi hija vive una situación compleja y de profundo riesgo no hay derecho a que tengamos que mendigar la atención que asegure su vida, un derecho sagrado y, mucho menos, que sea producto de una concesión caprichosa de una empresa de salud. No hay razones para que los derechos adquiridos por una afiliación se limosneen ante la EPS, o se conquisten acudiendo a los jueces”.

EL PILÓN intentó comunicarse con voceros de Coomeva EPS para conocer su versión de la situación, pero no hubo respuesta.

Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN