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Columnista - 20 diciembre, 2016

Pascua de Navidad

Para esta época brotan sentimientos encontrados, fraternidad, alegría, nostalgia, tristeza y buenos deseos para nuestros familiares y amistades como dice Rosendo Romero en su famosa canción ‘Mensaje de Navidad’, que hiciese famosa Diomedes Díaz, con el acordeón de ‘Colacho’. A algunos los abruma la nostalgia de navidades de viejos tiempos, amalayan juventud, tiempos idos, dicen […]

Para esta época brotan sentimientos encontrados, fraternidad, alegría, nostalgia, tristeza y buenos deseos para nuestros familiares y amistades como dice Rosendo Romero en su famosa canción ‘Mensaje de Navidad’, que hiciese famosa Diomedes Díaz, con el acordeón de ‘Colacho’.

A algunos los abruma la nostalgia de navidades de viejos tiempos, amalayan juventud, tiempos idos, dicen que aquellas eran mejores que estas, que se ha perdido la tradición, se olvidan estos nostálgicos que estas son fiestas milenarias que siguen teniendo la misma significación pagana, fiestera y comercial, cambia el sentir del hombre, madura en edad y conocimiento, no podemos pretender tener el mismo espíritu navideño ahora que cuando éramos niños o jóvenes, antes recibíamos la preocupación del adulto, regalar, sería el caos tener las mismas ilusiones de siempre, cada generación vive su navidad y le quedan para siempre las añoranzas de la niñez y juventud, la navidad no cambia, cambiamos nosotros.

Esos recuerdos se reavivan cada fin año con las canciones de la época: ‘Las cuatro fiestas’, de Adolfo Echeverría, un canto que grabó en 1965, Adolfo decidió dejar de ser vendedor de pantalones de una sastrería en Barranquilla para dedicarse a la música, ya había compuesto 300 canciones, inéditas hasta esa fecha.

Él se lanza a la conquista del triunfo, decide grabar en primera instancia esta canción dedicada a las cuatros fiestas que el mundo católico celebra años tras años, velitas, navidad, fin de año y carnaval.

Adolfo se fue al restaurante El Mónaco de Barranquilla, había tenido la oportunidad de compartir con el grupo musical que todas las noche alegraba a los barranquilleros, integrado por Ángel Monsalvo, guitarrista; Rafael Guardo, baterista; Eugenio García, bajista y Alex Acosta ‘Muñecón’, clarinetista, voz líder para este canto es Nurys Borras, quien había ganado un concurso radial.

Echeverría se fue a Medellín a negociar la cinta, no tuvo suerte, a su regreso a la arenosa prensó varias unidades en 78 RPM, las cuales vendió rápidamente, tuvo tan buena acogida que se vio obligado hacer una nueva edición de discos, la canción se escuchaba en cada esquina de curramba.

Las emisoras de Barranquilla, que no le encontraron en un principio atractivo a la canción, ante el éxito en estaderos y residencias, se vieron obligadas a sonarla.

Echevarría cuando llegó a Medellín a negociar su cinta encontró viviendo en sus calles a otro legendario costeño, Crescencio Salcedo, quien compuso gloriosos temas colombianos como ‘La múcura’ y ‘Mi cafetal’, pegó un tremendo jonrón con la canción ‘El año viejo’, vigente en todo el mundo, con cerca de 500 versiones, añoraba su condición campesina decía: “yo no olvido el año viejo, porque me dejó cosas muy buenas, me dejo una chiva, una burra negra y una buena suegra”.

Con Crescencio despedimos el año viejo, con Echeverría celebramos el inicio de las cuatro fiestas de fin y comienzo de año, lamentablemente este es un país de inequidad, Salcedo murió en la indigencia tirado en una calle de Medellín, Echeverría vive en extrema pobreza en Barranquilla.

Columnista
20 diciembre, 2016

Pascua de Navidad

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Celso Guerra Gutiérrez

Para esta época brotan sentimientos encontrados, fraternidad, alegría, nostalgia, tristeza y buenos deseos para nuestros familiares y amistades como dice Rosendo Romero en su famosa canción ‘Mensaje de Navidad’, que hiciese famosa Diomedes Díaz, con el acordeón de ‘Colacho’. A algunos los abruma la nostalgia de navidades de viejos tiempos, amalayan juventud, tiempos idos, dicen […]


Para esta época brotan sentimientos encontrados, fraternidad, alegría, nostalgia, tristeza y buenos deseos para nuestros familiares y amistades como dice Rosendo Romero en su famosa canción ‘Mensaje de Navidad’, que hiciese famosa Diomedes Díaz, con el acordeón de ‘Colacho’.

A algunos los abruma la nostalgia de navidades de viejos tiempos, amalayan juventud, tiempos idos, dicen que aquellas eran mejores que estas, que se ha perdido la tradición, se olvidan estos nostálgicos que estas son fiestas milenarias que siguen teniendo la misma significación pagana, fiestera y comercial, cambia el sentir del hombre, madura en edad y conocimiento, no podemos pretender tener el mismo espíritu navideño ahora que cuando éramos niños o jóvenes, antes recibíamos la preocupación del adulto, regalar, sería el caos tener las mismas ilusiones de siempre, cada generación vive su navidad y le quedan para siempre las añoranzas de la niñez y juventud, la navidad no cambia, cambiamos nosotros.

Esos recuerdos se reavivan cada fin año con las canciones de la época: ‘Las cuatro fiestas’, de Adolfo Echeverría, un canto que grabó en 1965, Adolfo decidió dejar de ser vendedor de pantalones de una sastrería en Barranquilla para dedicarse a la música, ya había compuesto 300 canciones, inéditas hasta esa fecha.

Él se lanza a la conquista del triunfo, decide grabar en primera instancia esta canción dedicada a las cuatros fiestas que el mundo católico celebra años tras años, velitas, navidad, fin de año y carnaval.

Adolfo se fue al restaurante El Mónaco de Barranquilla, había tenido la oportunidad de compartir con el grupo musical que todas las noche alegraba a los barranquilleros, integrado por Ángel Monsalvo, guitarrista; Rafael Guardo, baterista; Eugenio García, bajista y Alex Acosta ‘Muñecón’, clarinetista, voz líder para este canto es Nurys Borras, quien había ganado un concurso radial.

Echeverría se fue a Medellín a negociar la cinta, no tuvo suerte, a su regreso a la arenosa prensó varias unidades en 78 RPM, las cuales vendió rápidamente, tuvo tan buena acogida que se vio obligado hacer una nueva edición de discos, la canción se escuchaba en cada esquina de curramba.

Las emisoras de Barranquilla, que no le encontraron en un principio atractivo a la canción, ante el éxito en estaderos y residencias, se vieron obligadas a sonarla.

Echevarría cuando llegó a Medellín a negociar su cinta encontró viviendo en sus calles a otro legendario costeño, Crescencio Salcedo, quien compuso gloriosos temas colombianos como ‘La múcura’ y ‘Mi cafetal’, pegó un tremendo jonrón con la canción ‘El año viejo’, vigente en todo el mundo, con cerca de 500 versiones, añoraba su condición campesina decía: “yo no olvido el año viejo, porque me dejó cosas muy buenas, me dejo una chiva, una burra negra y una buena suegra”.

Con Crescencio despedimos el año viejo, con Echeverría celebramos el inicio de las cuatro fiestas de fin y comienzo de año, lamentablemente este es un país de inequidad, Salcedo murió en la indigencia tirado en una calle de Medellín, Echeverría vive en extrema pobreza en Barranquilla.