¡Buenos días apreciados y fieles lectores! Hoy quiero contarles a cerca del barrio El Páramo, ubicado en el suroccidente de Valledupar. Esta es una comunidad que inició como invasión hace 15 años, pero hoy hace parte del Plan de Ordenamiento Territorial y se ha convertido en un sector popular de la ciudad.

Cuentan los primeros habitantes del sector que no fue fácil dejar los hogares que tenían en corregimientos y veredas para vivir en un rincón de la ciudad, en pequeñas casas de tablas y cartón, con una lámpara que iluminaba la habitación, donde convivían de cuatro a seis personas. Muchos de los moradores de El Páramo llegaron a ese sitio huyendo de los grupos armados al margen de la ley.

Sin embargo, a pesar de las diferentes vicisitudes por las que ha atravesado esta población, la pujanza con la que han afrontado las situaciones les ha permitido salir adelante.

Recorriendo las calles de este populoso sector, pude encontrar a personas ávidas de oportunidades laborales y más inclusión social. “Muchos jóvenes nos dicen que cuando van a pedir trabajo las personas se lo niegan tan solo por su forma de hablar, esto es injusto porque hay que entender que son jóvenes, en muchos casos, sin estudios pero no quiere decir que sean delincuentes o algo así”, contó Elkin Rodríguez, delegado de la Junta de Acción Comunal.

Rodríguez quiere que su barrio deje de ser estigmatizado como peligroso, ya que esto impide que los taxistas quieran ingresar al mismo después de 6:00 de la tarde. “No hay que negar que tuvimos una época ‘caliente’ aquí en el sector, pero eso ha cambiado, estamos tranquilos en cuanto a delincuencia porque problemas, como todos los barrios, los tenemos”, acotó el líder comunitario.

Reclaman un CDI en el barrio

Son pocos los que hoy dirigen su mirada hacia el barrio El Páramo, que alberga un importante número de población infantil en estado de vulnerabilidad. Entre los habitantes de este sector de Valledupar es fácil observar que por vivienda residan de cuatro a ocho niños, que en varios casos han sido abandonados por sus padres biológicos.

El panorama es desolador: allí no hay calles pavimentadas, sino trochas y caminos rellenados con escombros; tampoco cuentan con un eficiente servicio de acueducto y alcantarillado; las viviendas con ranchos a medias, construidos con cartones, tejas de aluminio y lonas.

Entre tantas necesidades, los habitantes del sector claman por un Centro de Desarrollo Infantil, CDI, para sus menores. Aseguran que la son tantos los niños en el barrio que no encuentran cupos en los centros aledaños.

“Si uno cultiva el amor por el estudio desde pequeño en los niños y le brinda además apoyo, responsabilidades, difícilmente ellos al crecer querrán abandonar sus escuelas. Eso es lo que queremos lograr en nuestro barrio, menor deserción escolar, por eso solicitamos a Bienestar Familiar que abra un CDI en el sector, debemos empezar a trabajar por nuestros niños”, dijo Elkin Rodríguez, delegado de la Junta de Acción Comunal.
Sin señales de tránsito

No solo la ausencia de pavimento, de zonas recreativas y de acompañamiento de las entidades públicas hacen parte del rosario de peticiones que tiene esta comunidad para la administración municipal. Miembros de la Junta de Acción Comunal de El Páramo, contaron que la falta de señales de tránsito y reductores de velocidad es la mayor causa de accidentes en su comunidad.

“Aquí no hace mucho se accidentaron dos mujeres y una de ellas falleció. Esto acá parece una pista de carreras, necesitamos que nos instalen reductores de velocidad, además de pares”, dijo Luis Pérez, presidente de la Junta de Acción Comunal.

Si bien los líderes creen en la voluntad que ha manifestado el alcalde Augusto Daniel Ramírez, por escuchar y solucionar los problemas de las comunidades, consideran que su sector ha quedado relegado.

“Antes de que el alcalde se incapacitara por lo de su pierna teníamos programado una visita al barrio, pero aún lo estamos esperando, ojalá sea pronto que retome la iniciativa porque son muchas las necesidades que acá tenemos”, agregó el presidente de la JAC.

La carrera 25, es la principal vía que requieren instalación de reductores y señales verticales de Pare, según la comunidad.

Por Don Pilo