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Editorial - 13 abril, 2018

¿Para dónde vamos?

Soplan vientos enrarecidos en el país. Existen demasiadas señales de retroceso del proceso de paz, que deben tratarse con guantes de seda para no desestabilizar más el ambiente nacional, que transita por el camino electoral y polarizado a la Presidencia de la República. En ese ambiente, justamente, la libertad de prensa se está deteriorando. Las […]

Soplan vientos enrarecidos en el país. Existen demasiadas señales de retroceso del proceso de paz, que deben tratarse con guantes de seda para no desestabilizar más el ambiente nacional, que transita por el camino electoral y polarizado a la Presidencia de la República.

En ese ambiente, justamente, la libertad de prensa se está deteriorando. Las disidencias de las Farc secuestraron y mataron a los tres trabajadores del diario El Comercio de Ecuador: Paúl Rivas Bravo, 45 años, fotógrafo; Javier Ortega Reyes, 32 años, periodista, y Efraín Segarra Abril, 60 años, conductor.

Los tres empleados del diario ecuatoriano El Comercio fueron secuestrados cerca de la frontera con Colombia el 26 de marzo pasado, y su muerte (aunque al cierre de esta edición seguía sin confirmarse por las autoridades ecuatorianas), dejan a la libertad de prensa de luto en todo el mundo.

En estos momentos se pueden evidenciar varios daños colaterales al proceso de paz: la ejecución de los recursos del Fondo para la Paz, la captura de Santrich, los cuestionamientos a la ejecución de los recursos de la cooperación internacional y la salida a escena de las disidencias de las Farc con la cruel muerte de los periodistas.

Somos solidarios con los colegas ecuatorianos, pero da vergüenza que sea una organización armada ilegal colombiana la que cometa un crimen tan injustificable como este. ¿Quién controla estos grupos que se convierten en la nueva amenaza del periodismo?

Colombia sigue luchando por su paz y esa actitud no debe decaer, no hay derecho que esto suceda.

Nuestro llamado es a persistir, persistir y persistir.

Editorial
13 abril, 2018

¿Para dónde vamos?

Soplan vientos enrarecidos en el país. Existen demasiadas señales de retroceso del proceso de paz, que deben tratarse con guantes de seda para no desestabilizar más el ambiente nacional, que transita por el camino electoral y polarizado a la Presidencia de la República. En ese ambiente, justamente, la libertad de prensa se está deteriorando. Las […]


Soplan vientos enrarecidos en el país. Existen demasiadas señales de retroceso del proceso de paz, que deben tratarse con guantes de seda para no desestabilizar más el ambiente nacional, que transita por el camino electoral y polarizado a la Presidencia de la República.

En ese ambiente, justamente, la libertad de prensa se está deteriorando. Las disidencias de las Farc secuestraron y mataron a los tres trabajadores del diario El Comercio de Ecuador: Paúl Rivas Bravo, 45 años, fotógrafo; Javier Ortega Reyes, 32 años, periodista, y Efraín Segarra Abril, 60 años, conductor.

Los tres empleados del diario ecuatoriano El Comercio fueron secuestrados cerca de la frontera con Colombia el 26 de marzo pasado, y su muerte (aunque al cierre de esta edición seguía sin confirmarse por las autoridades ecuatorianas), dejan a la libertad de prensa de luto en todo el mundo.

En estos momentos se pueden evidenciar varios daños colaterales al proceso de paz: la ejecución de los recursos del Fondo para la Paz, la captura de Santrich, los cuestionamientos a la ejecución de los recursos de la cooperación internacional y la salida a escena de las disidencias de las Farc con la cruel muerte de los periodistas.

Somos solidarios con los colegas ecuatorianos, pero da vergüenza que sea una organización armada ilegal colombiana la que cometa un crimen tan injustificable como este. ¿Quién controla estos grupos que se convierten en la nueva amenaza del periodismo?

Colombia sigue luchando por su paz y esa actitud no debe decaer, no hay derecho que esto suceda.

Nuestro llamado es a persistir, persistir y persistir.