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Columnista - 25 noviembre, 2016

ORACCIÓN

“Al ver Jesús la fe de ellos…” San Marcos 2,5. Cierto día, estando Jesús en casa, se juntaron muchos para oír la palabra que les predicaba. Eran tantos que ya no cabían ni aun a la puerta. Entonces cuatro hombres vinieron trayendo a un paralítico y como no podían acercarse a él por causa de […]

“Al ver Jesús la fe de ellos…” San Marcos 2,5.

Cierto día, estando Jesús en casa, se juntaron muchos para oír la palabra que les predicaba. Eran tantos que ya no cabían ni aun a la puerta. Entonces cuatro hombres vinieron trayendo a un paralítico y como no podían acercarse a él por causa de la multitud, quitaron parte del techo de donde él estaba y a través de la abertura, bajaron la camilla en que yacía el paralítico. Y al ver Jesús la fe de ellos…

¿Tenemos acaso una fe que Dios pueda ver? ¿Estamos haciendo algo fuera de lo común para demostrar a Dios que creemos en él? No es suficiente con solo pedir, no es suficiente solamente creer; al igual que el paralítico, debemos hacer algo para demostrar la fe.

Aun cuando había una multitud allí, todos en igualdad de condiciones, con la misma oportunidad, se registra que solamente el paralítico fue sanado. ¡Este hombre puso acciones detrás de sus creencias!

Amados amigos: Dios busca personas que tengan una fe que él pueda ver. No una fe que solamente pueda oír en la oración, no una fe que solamente crea; sino una fe consecuente con las creencias, una fe visible, una fe que sea demostrada con actos de obediencia.

“Orando y actuando” es el lema de un precioso movimiento de profesionales y ejecutivos cristianos. La acción no tiene que ser algo grande, podría ser un pequeño paso para demostrar a Dios nuestra fe. Aunque Dios se interesa por nuestras necesidades, no es movido por ellas; sino por nuestra fe. ¿Estamos haciendo algo para demostrar a Dios que vamos en serio por el alcance de nuestras metas, o del cumplimiento de nuestros sueños? Una cosa es pedir en oración la ayuda de Dios o creer que él nos ama; pero si queremos captar la atención de Dios, debemos dar un paso más y ponerle paticas a la fe, poner acciones detrás de la fe.

Cierta vez, un grupo de diez leprosos se encontraron con Jesús y le pidieron que los sanara. Jesús les pidió que hicieran algo antes para expresar su fe: ¡Vayan, muéstrense a los sacerdotes! Estos eran quienes certificaban la sanidad de la lepra. Cuando pusieron acciones detrás de su fe y emprendieron el camino, fueron limpiados.

Muchas veces, queremos ver la respuesta de Dios sin emprender la acción. La prudencia humana dice: Si tú me das, yo haré. Contrario a esto, la lógica de Dios es: Mientras vayas en camino, mientras me demuestres tu fe, entonces te daré lo que necesitas.

Ahora bien, puede que tengamos sueños, ilusiones, metas que están en modo: “Espera”. Estamos esperando que todo encaje en su lugar, que las cosas se surtan y las circunstancias se enfilen, para poder movernos. Pero, es hora de decidir, es hora de dar pasos de fe, de poner acción detrás de lo que estamos creyendo o esperando. Es hora de demostrar a Dios que estamos dispuestos a alcanzar nuestras metas y cumplir nuestro destino.

En conclusión: ¿Puede ver Dios nuestra fe? ¿Estamos haciendo algo para demostrar nuestra confianza en él? La Epístola de Santiago sostiene que la fe que no está acompañada de las obras es muerta. La fe sola, no nos ayuda a vencer obstáculos ni a alcanzar nuestros sueños. Es menester tomar acciones que respalden esa fe.

Mi invitación hoy es, a que activemos el favor de Dios, activemos su bondad poniendo acciones concretas detrás de nuestra fe. Tengamos una fe que Dios pueda ver. Pongamos acciones detrás de lo que creemos. Recordemos que no es suficiente solo con orar, o creer. ¡Demos un paso más y demostremos nuestra fe!

Al igual que aquellos leprosos, cuando demos pasos de fe, veremos cómo Dios abre para nosotros nuevas puertas de oportunidades y entonces disfrutaremos de su favor como nunca antes. ¡Ánimo, a paso de vencedores!
Un fuerte abrazo en Cristo…

Columnista
25 noviembre, 2016

ORACCIÓN

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Valerio Mejía Araújo

“Al ver Jesús la fe de ellos…” San Marcos 2,5. Cierto día, estando Jesús en casa, se juntaron muchos para oír la palabra que les predicaba. Eran tantos que ya no cabían ni aun a la puerta. Entonces cuatro hombres vinieron trayendo a un paralítico y como no podían acercarse a él por causa de […]


“Al ver Jesús la fe de ellos…” San Marcos 2,5.

Cierto día, estando Jesús en casa, se juntaron muchos para oír la palabra que les predicaba. Eran tantos que ya no cabían ni aun a la puerta. Entonces cuatro hombres vinieron trayendo a un paralítico y como no podían acercarse a él por causa de la multitud, quitaron parte del techo de donde él estaba y a través de la abertura, bajaron la camilla en que yacía el paralítico. Y al ver Jesús la fe de ellos…

¿Tenemos acaso una fe que Dios pueda ver? ¿Estamos haciendo algo fuera de lo común para demostrar a Dios que creemos en él? No es suficiente con solo pedir, no es suficiente solamente creer; al igual que el paralítico, debemos hacer algo para demostrar la fe.

Aun cuando había una multitud allí, todos en igualdad de condiciones, con la misma oportunidad, se registra que solamente el paralítico fue sanado. ¡Este hombre puso acciones detrás de sus creencias!

Amados amigos: Dios busca personas que tengan una fe que él pueda ver. No una fe que solamente pueda oír en la oración, no una fe que solamente crea; sino una fe consecuente con las creencias, una fe visible, una fe que sea demostrada con actos de obediencia.

“Orando y actuando” es el lema de un precioso movimiento de profesionales y ejecutivos cristianos. La acción no tiene que ser algo grande, podría ser un pequeño paso para demostrar a Dios nuestra fe. Aunque Dios se interesa por nuestras necesidades, no es movido por ellas; sino por nuestra fe. ¿Estamos haciendo algo para demostrar a Dios que vamos en serio por el alcance de nuestras metas, o del cumplimiento de nuestros sueños? Una cosa es pedir en oración la ayuda de Dios o creer que él nos ama; pero si queremos captar la atención de Dios, debemos dar un paso más y ponerle paticas a la fe, poner acciones detrás de la fe.

Cierta vez, un grupo de diez leprosos se encontraron con Jesús y le pidieron que los sanara. Jesús les pidió que hicieran algo antes para expresar su fe: ¡Vayan, muéstrense a los sacerdotes! Estos eran quienes certificaban la sanidad de la lepra. Cuando pusieron acciones detrás de su fe y emprendieron el camino, fueron limpiados.

Muchas veces, queremos ver la respuesta de Dios sin emprender la acción. La prudencia humana dice: Si tú me das, yo haré. Contrario a esto, la lógica de Dios es: Mientras vayas en camino, mientras me demuestres tu fe, entonces te daré lo que necesitas.

Ahora bien, puede que tengamos sueños, ilusiones, metas que están en modo: “Espera”. Estamos esperando que todo encaje en su lugar, que las cosas se surtan y las circunstancias se enfilen, para poder movernos. Pero, es hora de decidir, es hora de dar pasos de fe, de poner acción detrás de lo que estamos creyendo o esperando. Es hora de demostrar a Dios que estamos dispuestos a alcanzar nuestras metas y cumplir nuestro destino.

En conclusión: ¿Puede ver Dios nuestra fe? ¿Estamos haciendo algo para demostrar nuestra confianza en él? La Epístola de Santiago sostiene que la fe que no está acompañada de las obras es muerta. La fe sola, no nos ayuda a vencer obstáculos ni a alcanzar nuestros sueños. Es menester tomar acciones que respalden esa fe.

Mi invitación hoy es, a que activemos el favor de Dios, activemos su bondad poniendo acciones concretas detrás de nuestra fe. Tengamos una fe que Dios pueda ver. Pongamos acciones detrás de lo que creemos. Recordemos que no es suficiente solo con orar, o creer. ¡Demos un paso más y demostremos nuestra fe!

Al igual que aquellos leprosos, cuando demos pasos de fe, veremos cómo Dios abre para nosotros nuevas puertas de oportunidades y entonces disfrutaremos de su favor como nunca antes. ¡Ánimo, a paso de vencedores!
Un fuerte abrazo en Cristo…