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Editorial - 17 agosto, 2017

No pasarán

Durante tres días Valledupar será epicentro del evento más importante de la rama judicial colombiana. Se trata de la XXVI edición del Simposio Nacional de Jueces y Fiscales, cuya temática tendrá como eje central las “Tendencias del Derecho Contemporáneo” con un impacto nacional judicial, jurídico y económico. Que buena oportunidad la reunión con ocasión de […]

Durante tres días Valledupar será epicentro del evento más importante de la rama judicial colombiana. Se trata de la XXVI edición del Simposio Nacional de Jueces y Fiscales, cuya temática tendrá como eje central las “Tendencias del Derecho Contemporáneo” con un impacto nacional judicial, jurídico y económico.

Que buena oportunidad la reunión con ocasión de los hechos bochornosos que envuelven a la alta Corte Suprema y a la Fiscalía. Los escándalos sistemáticos de corrupción en la justicia parecen no tener fin y cada día aparece un nuevo capítulo que asombra más, como las interceptaciones de la DEA que revelan presuntos pagos para frenar procesos en la Corte Suprema de Justicia, que involucra a dos expresidentes (Leonidas Bustos y Francisco Ricaurte), considerado como el peor escándalo que sacude al máximo tribunal en lo penal.

En este espacio editorial queremos exaltar a esos jueces y fiscales -que son más-, que actúan responsable y honestamente y sin ojerizas contra las partes de un conflicto o acusación. Exaltar el decoro de la justicia frente a horribles integrantes de ella que la carcomen, haciendo representar en la sociedad que el enriquecimiento y los valores materiales son las preseas del éxito del ser humano. Están estos equivocados, pero la sociedad no puede dejar pasar esas circunstancias de mal ejemplo.

Cuánta admiración fueron aquellos fiscales, procuradores y jueces que en la época aciaga de los grandes carteles, cuando se les ofrecía el dilema de la bolsa o la vida, arriesgaron su existencia y a sus familias incluso, y dijeron ¡no pasarán! Ahora hay otros cárteles, tal vez menos visibles –pero igual de dañinos-, y uno que se está comiendo todo que es el de la contratación pública y la de sus agentes de coimas en el más sobresaliente (y al tiempo secreto) descomunal cohecho dejando sin dinero a los más necesitados y envileciendo la política. A esos lobos disfrazados de fiscales y jueces, les decimos: No pasarán.

En estos días estarán más de 500 profesionales del sector judicial, entre magistrados, jueces y fiscales de todo el país y con la presencia de altos funcionarios del Gobierno Nacional. Es un buen espacio para reflexionar y mirar la viga en el ojo propio, ya no solo podrán señalar hacía fuera, ahora el dedo deben girarlo hacía su interior, y hacer un buen ejercicio a conciencia. El país espera más de la justicia y ya no aguanta más golpes bajos.
Bienvenidos fiscales y jueces a la ciudad de los Santos Reyes.

 

Editorial
17 agosto, 2017

No pasarán

Durante tres días Valledupar será epicentro del evento más importante de la rama judicial colombiana. Se trata de la XXVI edición del Simposio Nacional de Jueces y Fiscales, cuya temática tendrá como eje central las “Tendencias del Derecho Contemporáneo” con un impacto nacional judicial, jurídico y económico. Que buena oportunidad la reunión con ocasión de […]


Durante tres días Valledupar será epicentro del evento más importante de la rama judicial colombiana. Se trata de la XXVI edición del Simposio Nacional de Jueces y Fiscales, cuya temática tendrá como eje central las “Tendencias del Derecho Contemporáneo” con un impacto nacional judicial, jurídico y económico.

Que buena oportunidad la reunión con ocasión de los hechos bochornosos que envuelven a la alta Corte Suprema y a la Fiscalía. Los escándalos sistemáticos de corrupción en la justicia parecen no tener fin y cada día aparece un nuevo capítulo que asombra más, como las interceptaciones de la DEA que revelan presuntos pagos para frenar procesos en la Corte Suprema de Justicia, que involucra a dos expresidentes (Leonidas Bustos y Francisco Ricaurte), considerado como el peor escándalo que sacude al máximo tribunal en lo penal.

En este espacio editorial queremos exaltar a esos jueces y fiscales -que son más-, que actúan responsable y honestamente y sin ojerizas contra las partes de un conflicto o acusación. Exaltar el decoro de la justicia frente a horribles integrantes de ella que la carcomen, haciendo representar en la sociedad que el enriquecimiento y los valores materiales son las preseas del éxito del ser humano. Están estos equivocados, pero la sociedad no puede dejar pasar esas circunstancias de mal ejemplo.

Cuánta admiración fueron aquellos fiscales, procuradores y jueces que en la época aciaga de los grandes carteles, cuando se les ofrecía el dilema de la bolsa o la vida, arriesgaron su existencia y a sus familias incluso, y dijeron ¡no pasarán! Ahora hay otros cárteles, tal vez menos visibles –pero igual de dañinos-, y uno que se está comiendo todo que es el de la contratación pública y la de sus agentes de coimas en el más sobresaliente (y al tiempo secreto) descomunal cohecho dejando sin dinero a los más necesitados y envileciendo la política. A esos lobos disfrazados de fiscales y jueces, les decimos: No pasarán.

En estos días estarán más de 500 profesionales del sector judicial, entre magistrados, jueces y fiscales de todo el país y con la presencia de altos funcionarios del Gobierno Nacional. Es un buen espacio para reflexionar y mirar la viga en el ojo propio, ya no solo podrán señalar hacía fuera, ahora el dedo deben girarlo hacía su interior, y hacer un buen ejercicio a conciencia. El país espera más de la justicia y ya no aguanta más golpes bajos.
Bienvenidos fiscales y jueces a la ciudad de los Santos Reyes.