“Nuestros niños no tienen donde jugar, les toca hacer canchar improvisadas a mitad de la calle exponiéndose a peligros ante el paso continuo de motos y a los vidrios que pueden encontrar sobre las calles”, dijo Nancy Valle, residente de San Jerónimo.

Pese a contar con alrededor de 400 familias, este barrio solo cuenta con un área de cesión, la cual no tiene juegos didácticos para los menores y no tiene una iluminación apropiada para el uso del espacio durante las noches.

“Estamos preocupados porque hemos escuchado que, en el espacio donde supuestamente está el área de cesión de barrio, se tiene pensado construir una iglesia, no sabemos entonces que va ser de los espacios recreativos de los menores”, advirtió el presidente de la Junta de Acción Comunal.
La comunidad pide a los gobernantes de turbo que le brinden a este sector un espacio digno para la recreación de los niños y con acompañamiento permanente alejar el riesgo de la drogadicción y la delincuencia.