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Columnista - 22 abril, 2017

Nicolás Maduro, incompetente

¡Qué bello sería que el Istmo de Panamá fuese para nosotros lo que el de Corinto para los Griegos! Este renglón de la carta que Simón Bolívar escribió el 6 de septiembre de 1815, para responder a Henry Cullen, comerciante británico, residente en Jamaica, interesado en los temas de la independencia americana. La Carta de […]

¡Qué bello sería que el Istmo de Panamá fuese para nosotros lo que el de Corinto para los Griegos!

Este renglón de la carta que Simón Bolívar escribió el 6 de septiembre de 1815, para responder a Henry Cullen, comerciante británico, residente en Jamaica, interesado en los temas de la independencia americana. La Carta de Jamaica describe el pensamiento de El Libertador sobre su visión de la unidad americana. Asimismo, significó y constituyó la invitación para la celebración del Congreso Anfictiónico de Panamá en 1826. A Bolívar le sobró genio y audacia; pero le faltó vida y, sobre todo, le faltó pueblo.

Transcribo esta corta reseña histórica para marcar el contraste con el movimiento expansionista, equivocado y farsante promocionado por el extinto Hugo Chávez Frías y continuado por su heredero, el incompetente Nicolás Maduro. Estos personajes me hacen recordar la frase del fallecido escritor español Francisco Ayala: la incompetencia es tanto más dañina cuanto mayor sea el poder del incompetente.

Chávez y Maduro hicieron y hacen lo imposible por llevar a Venezuela al fracaso. Con la incursión polarizadora del discurso retórico izquierdista, beneficiada por el otrora buen momento del mercado petrolero, ampararon la cobertura del socialismo del Siglo XXI, generando odios con conceptos gaseosos como la igualdad, la autodeterminación de los pueblos, la soberanía nacional y la consigna antinorteamericanismo. La caída del precio del petróleo contribuyó con la insostenibilidad del sistema de gobierno populista y asistencialista, admitirlo sería gallardo, aunque signifique reconocer el fracaso. En medio de tanta riqueza es inadmisible administrar dificultades y culpar a otros de mis propios errores. En los 60 y particularmente en la década de los 70, el nivel de vida en Venezuela era el más elevado de América Latina. Actualmente la mayoría vive en la miseria mientras otros disfrutan de una vida opulenta producto de la corrupción. Esta situación define el juicio de que el problema no es tanto del sistema político – económico, ni de la visión ideológica, son sus dirigentes los directos responsables.

La situación actual de Venezuela concibe e impacta la actual tensión geopolítica, porque el proceso productivo del petróleo lo tienen vinculado con Irán a través de la empresa Venirogc y la base de su política económica la hipotecaron con China. De este modo, se coligen los discursos desafiantes de Nicolás Maduro contra el gobierno de Estados Unidos.

El pasado 19 de abril el pueblo venezolano salió a las calles con el ánimo de restituir la democracia, violentada por las decisiones dictatoriales del Régimen de Nicolás Maduro. Es menester resaltar la valentía del pueblo venezolano, no se amilanó pese al anuncio de activación del Plan Zamora. Las fracturadas instituciones venezolanas, el régimen y los representantes de la oposición tienen un deber perentorio, considerar el pronunciamiento ciudadano, que ha sido víctima de las decisiones de sus dirigentes para mantenerse en el poder.

El caos que vive Venezuela es una advertencia para el resto del mundo, en particular para Colombia, que a menudo decanta los debates políticos en procura del poder mediante discursos y mensajes que promueven la estrategia del odio.

Por Luis Elquis Díaz

@LuchoDiaz12

Columnista
22 abril, 2017

Nicolás Maduro, incompetente

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Elquis Diaz

¡Qué bello sería que el Istmo de Panamá fuese para nosotros lo que el de Corinto para los Griegos! Este renglón de la carta que Simón Bolívar escribió el 6 de septiembre de 1815, para responder a Henry Cullen, comerciante británico, residente en Jamaica, interesado en los temas de la independencia americana. La Carta de […]


¡Qué bello sería que el Istmo de Panamá fuese para nosotros lo que el de Corinto para los Griegos!

Este renglón de la carta que Simón Bolívar escribió el 6 de septiembre de 1815, para responder a Henry Cullen, comerciante británico, residente en Jamaica, interesado en los temas de la independencia americana. La Carta de Jamaica describe el pensamiento de El Libertador sobre su visión de la unidad americana. Asimismo, significó y constituyó la invitación para la celebración del Congreso Anfictiónico de Panamá en 1826. A Bolívar le sobró genio y audacia; pero le faltó vida y, sobre todo, le faltó pueblo.

Transcribo esta corta reseña histórica para marcar el contraste con el movimiento expansionista, equivocado y farsante promocionado por el extinto Hugo Chávez Frías y continuado por su heredero, el incompetente Nicolás Maduro. Estos personajes me hacen recordar la frase del fallecido escritor español Francisco Ayala: la incompetencia es tanto más dañina cuanto mayor sea el poder del incompetente.

Chávez y Maduro hicieron y hacen lo imposible por llevar a Venezuela al fracaso. Con la incursión polarizadora del discurso retórico izquierdista, beneficiada por el otrora buen momento del mercado petrolero, ampararon la cobertura del socialismo del Siglo XXI, generando odios con conceptos gaseosos como la igualdad, la autodeterminación de los pueblos, la soberanía nacional y la consigna antinorteamericanismo. La caída del precio del petróleo contribuyó con la insostenibilidad del sistema de gobierno populista y asistencialista, admitirlo sería gallardo, aunque signifique reconocer el fracaso. En medio de tanta riqueza es inadmisible administrar dificultades y culpar a otros de mis propios errores. En los 60 y particularmente en la década de los 70, el nivel de vida en Venezuela era el más elevado de América Latina. Actualmente la mayoría vive en la miseria mientras otros disfrutan de una vida opulenta producto de la corrupción. Esta situación define el juicio de que el problema no es tanto del sistema político – económico, ni de la visión ideológica, son sus dirigentes los directos responsables.

La situación actual de Venezuela concibe e impacta la actual tensión geopolítica, porque el proceso productivo del petróleo lo tienen vinculado con Irán a través de la empresa Venirogc y la base de su política económica la hipotecaron con China. De este modo, se coligen los discursos desafiantes de Nicolás Maduro contra el gobierno de Estados Unidos.

El pasado 19 de abril el pueblo venezolano salió a las calles con el ánimo de restituir la democracia, violentada por las decisiones dictatoriales del Régimen de Nicolás Maduro. Es menester resaltar la valentía del pueblo venezolano, no se amilanó pese al anuncio de activación del Plan Zamora. Las fracturadas instituciones venezolanas, el régimen y los representantes de la oposición tienen un deber perentorio, considerar el pronunciamiento ciudadano, que ha sido víctima de las decisiones de sus dirigentes para mantenerse en el poder.

El caos que vive Venezuela es una advertencia para el resto del mundo, en particular para Colombia, que a menudo decanta los debates políticos en procura del poder mediante discursos y mensajes que promueven la estrategia del odio.

Por Luis Elquis Díaz

@LuchoDiaz12