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Judicial - 15 noviembre, 2012

Narco colombiano es deportado desde Venezuela

AP— Barbado, más flaco y en silencio, Daniel ‘El Loco’ Barrera, descrito en Bogotá como uno de los últimos grandes barones colombianos de la droga, descendió el miércoles despacio de un avión policial en el que llegó deportado desde Venezuela, donde fue capturado en septiembre. Barrera, de 50 años, fue capturado en la localidad venezolana […]

AP— Barbado, más flaco y en silencio, Daniel ‘El Loco’ Barrera, descrito en Bogotá como uno de los últimos grandes barones colombianos de la droga, descendió el miércoles despacio de un avión policial en el que llegó deportado desde Venezuela, donde fue capturado en septiembre.
Barrera, de 50 años, fue capturado en la localidad venezolana de San Cristóbal y ahora se iniciarán los trámites para su extradición a Estados Unidos, lo que puede demorar varios meses, de acuerdo con el general José Roberto León Riaño, director de la policía nacional colombiana, quien estaba en el aeropuerto antinarcóticos esperando la deportación del narco, quien llegó junto a otros cinco presuntos narcotraficantes también capturados en el vecino país.
Esposado, con chaleco antibalas y escoltado por dos policías, Barrera sólo miró brevemente a las cámaras de los periodistas, sin hablar. Su vestimenta de jeans, camiseta azul y zapatos sin cordones apenas si podía recordar su fortuna.
“Quiero indicarle a ‘Otoniel’ que se someta a la justicia colombiana…(o) iremos por ellos donde estén”, dijo León Riaño a los reporteros en el aeropuerto refiriéndose a Dairo Antonio Usuga, alias Otoniel, de 45 años, descrito como el nuevo cabecilla y objetivo de las autoridades en el combate contra el narcotráfico.
En septiembre del año pasado, la Fiscalía de Miami acusó a Barrera de asociación ilícita para importar cocaína a Estados Unidos. Según las autoridades, Barrera operaba desde hace más de 20 años en el mundo del tráfico de drogas y se concentró en la región oriental colombiana, en la frontera con Venezuela, donde se ocultó al menos desde el año 2008, según las autoridades colombianas.
El jefe policial dijo que Barrera será trasladado ahora a la sede de la policía judicial en Bogotá para hacer su reseña y permanecerá en sus calabozos hasta que la dirección de prisiones decida dónde recluirlo hasta que se falle judicialmente su extradición a Estados Unidos.
Recordó que en su intento de evadir a las autoridades, Barrera incluso quemó sus huellas dactilares de los dedos de las manos.
Aunque por Barrera Colombia ofrecía una recompensa de 2,5 millones de dólares y otros 5 millones de dólares eran ofrecidos por Estados Unidos por datos que llevaran a la captura del narcotraficante, el director policial no indicó en la jornada si ya esos montos habían sido pagados.
Detenido frente a la iglesia “El Angel” mientras realizaba una llamada desde una cabina telefónica en San Cristóbal, Barrera tiene pendientes cargos por lavado de activos y narcotráfico en Estados Unidos, dijo el oficial.

Los otros extraditados
En el avión policial, un Beechcraft C99, también llegó deportado desde Venezuela Jorge Milton Cifuentes Villa, alias JJ, catalogado como un peligroso narcotraficante y quien venía delinquiendo junto a su familia al menos desde los años 80. Alias JJ, de 47 años según las autoridades venezolanas, fue capturado el pasado 8 de noviembre en el estado de Anzoategui, hacia el este del vecino país.
Las autoridades venezolanas también deportaron a otro presunto narcotraficante el dominicano-estadounidense Eduardo Acosta Mejía.
Acosta, de 30 años, nacido en República Dominicana, es requerido por tráfico ilícito de drogas. Fue detenido en agosto pasado en el estado Táchira y estaba solicitado con difusión roja internacional de Interpol. Además, era considerado prófugo de la justicia colombiana y contaba con antecedentes de servir de escolta de organizaciones criminales en ese país, según el funcionario venezolano.
Ya la policía colombiana, con la colaboración de las autoridades de Argentina, consiguió el 30 de octubre la captura de Henry de Jesús López Londoño, de 41 años y alias “Mi Sangre”, jefe de Los Urabeños, cuando llegaba a un restaurante a las afueras de Buenos Aires.

Judicial
15 noviembre, 2012

Narco colombiano es deportado desde Venezuela

AP— Barbado, más flaco y en silencio, Daniel ‘El Loco’ Barrera, descrito en Bogotá como uno de los últimos grandes barones colombianos de la droga, descendió el miércoles despacio de un avión policial en el que llegó deportado desde Venezuela, donde fue capturado en septiembre. Barrera, de 50 años, fue capturado en la localidad venezolana […]


AP— Barbado, más flaco y en silencio, Daniel ‘El Loco’ Barrera, descrito en Bogotá como uno de los últimos grandes barones colombianos de la droga, descendió el miércoles despacio de un avión policial en el que llegó deportado desde Venezuela, donde fue capturado en septiembre.
Barrera, de 50 años, fue capturado en la localidad venezolana de San Cristóbal y ahora se iniciarán los trámites para su extradición a Estados Unidos, lo que puede demorar varios meses, de acuerdo con el general José Roberto León Riaño, director de la policía nacional colombiana, quien estaba en el aeropuerto antinarcóticos esperando la deportación del narco, quien llegó junto a otros cinco presuntos narcotraficantes también capturados en el vecino país.
Esposado, con chaleco antibalas y escoltado por dos policías, Barrera sólo miró brevemente a las cámaras de los periodistas, sin hablar. Su vestimenta de jeans, camiseta azul y zapatos sin cordones apenas si podía recordar su fortuna.
“Quiero indicarle a ‘Otoniel’ que se someta a la justicia colombiana…(o) iremos por ellos donde estén”, dijo León Riaño a los reporteros en el aeropuerto refiriéndose a Dairo Antonio Usuga, alias Otoniel, de 45 años, descrito como el nuevo cabecilla y objetivo de las autoridades en el combate contra el narcotráfico.
En septiembre del año pasado, la Fiscalía de Miami acusó a Barrera de asociación ilícita para importar cocaína a Estados Unidos. Según las autoridades, Barrera operaba desde hace más de 20 años en el mundo del tráfico de drogas y se concentró en la región oriental colombiana, en la frontera con Venezuela, donde se ocultó al menos desde el año 2008, según las autoridades colombianas.
El jefe policial dijo que Barrera será trasladado ahora a la sede de la policía judicial en Bogotá para hacer su reseña y permanecerá en sus calabozos hasta que la dirección de prisiones decida dónde recluirlo hasta que se falle judicialmente su extradición a Estados Unidos.
Recordó que en su intento de evadir a las autoridades, Barrera incluso quemó sus huellas dactilares de los dedos de las manos.
Aunque por Barrera Colombia ofrecía una recompensa de 2,5 millones de dólares y otros 5 millones de dólares eran ofrecidos por Estados Unidos por datos que llevaran a la captura del narcotraficante, el director policial no indicó en la jornada si ya esos montos habían sido pagados.
Detenido frente a la iglesia “El Angel” mientras realizaba una llamada desde una cabina telefónica en San Cristóbal, Barrera tiene pendientes cargos por lavado de activos y narcotráfico en Estados Unidos, dijo el oficial.

Los otros extraditados
En el avión policial, un Beechcraft C99, también llegó deportado desde Venezuela Jorge Milton Cifuentes Villa, alias JJ, catalogado como un peligroso narcotraficante y quien venía delinquiendo junto a su familia al menos desde los años 80. Alias JJ, de 47 años según las autoridades venezolanas, fue capturado el pasado 8 de noviembre en el estado de Anzoategui, hacia el este del vecino país.
Las autoridades venezolanas también deportaron a otro presunto narcotraficante el dominicano-estadounidense Eduardo Acosta Mejía.
Acosta, de 30 años, nacido en República Dominicana, es requerido por tráfico ilícito de drogas. Fue detenido en agosto pasado en el estado Táchira y estaba solicitado con difusión roja internacional de Interpol. Además, era considerado prófugo de la justicia colombiana y contaba con antecedentes de servir de escolta de organizaciones criminales en ese país, según el funcionario venezolano.
Ya la policía colombiana, con la colaboración de las autoridades de Argentina, consiguió el 30 de octubre la captura de Henry de Jesús López Londoño, de 41 años y alias “Mi Sangre”, jefe de Los Urabeños, cuando llegaba a un restaurante a las afueras de Buenos Aires.