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Columnista - 18 octubre, 2013

Moralidad y justicia. Columna Por Jairo Franco Salas

Promover el valor del emprendimiento e integrarse dentro de lo imaginario de cada quien y potenciar habilidades, permite crear un entorno positivo alrededor de situaciones innovadoras, servir de punto de partida en medio de la diferencia abusiva con libertades y derechos ajenos; ello constituye una perspectiva del equilibrio social entre la moralidad y la justicia.

Por Jairo Franco Salas

Promover el valor del emprendimiento e integrarse dentro de lo imaginario de cada quien y potenciar habilidades, permite crear un entorno positivo alrededor de situaciones innovadoras, servir de punto de partida en medio de la diferencia abusiva con libertades  y derechos ajenos; ello constituye una perspectiva del equilibrio social entre la moralidad y la justicia.

Muchas controversias alcanzan indicios de orden moral  y de justicia social sin lugar a dudas, es imperativo un llamado con carácter de urgencia para que los planteamientos tengan bases reales y no interpretaciones amañadas.

Los comentarios de opinión deben partir de un riguroso examen en la recta interpretativa, pues se pueden lanzar señales contradictorias que envían mensajes equivocados contribuyendo a la confrontación innecesaria.

Un diagnóstico general alusivo al estrés agudo en materia de temas de conversación hoy por hoy cobra capital interés. Sin embargo, esta facultad ha permanecido erosionada,  un ritmo acelerado durante el reciente auge.

Por ende la industria de la comunicación avanza a un ritmo vertiginoso y a raíz de eso muchas veces burla el proceso enmarcado en las reglas de juego, fraccionando aportes útiles  y vitales para procesos del desarrollo social.

A través del tiempo se ha contribuido a consolidar los valores; respeto por quienes no piensa igual a nosotros y el sentido de la dignidad, esta es una condición obligada de nuestra parte con humildad, ello simboliza defensa de la libertad, democracia y del bien en todos sus sentidos.

La política de principios éticos y morales debe permanecer inalterable; sin embargo para otros ha sido símbolo mezquino de la libertad de prensa y expresión.

¿Qué es la justicia? Gran interrogante, hermoso sueño de la realidad, que donde existe prospera la verdad, nace la tolerancia, surge la democracia.

El deseo de justicia es tan elemental y tan hondamente arraigado en el corazón del ser humano. Surge el principio: A cada uno lo suyo, que puede servir para justificar cualquier orden social; aflora otra pregunta ¿Cuánto es lo que requiere cada quién?

La norma jurídica puede satisfacer, pero no en plenitud, esta puede ser un manifiesto claro con una lógica aplastante.

Ni se revisten los actos de moralidad, ni resultan justos; se truncan los derechos de muchos; hoy solo se mira la conveniencia personal.

Debemos dar muestra de una tribuna fértil para la concordia y la convivencia, árida para los odios y retaliaciones, un panorama de justicia que tenga en la mira a todos con un ideario opuesto al sectarismo, a la arbitrariedad, a la mala fe de los serviles, para centrar imagen, satisfacer en el bien e interés colectivos.

[email protected]

Columnista
18 octubre, 2013

Moralidad y justicia. Columna Por Jairo Franco Salas

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jairo Franco Salas

Promover el valor del emprendimiento e integrarse dentro de lo imaginario de cada quien y potenciar habilidades, permite crear un entorno positivo alrededor de situaciones innovadoras, servir de punto de partida en medio de la diferencia abusiva con libertades y derechos ajenos; ello constituye una perspectiva del equilibrio social entre la moralidad y la justicia.


Por Jairo Franco Salas

Promover el valor del emprendimiento e integrarse dentro de lo imaginario de cada quien y potenciar habilidades, permite crear un entorno positivo alrededor de situaciones innovadoras, servir de punto de partida en medio de la diferencia abusiva con libertades  y derechos ajenos; ello constituye una perspectiva del equilibrio social entre la moralidad y la justicia.

Muchas controversias alcanzan indicios de orden moral  y de justicia social sin lugar a dudas, es imperativo un llamado con carácter de urgencia para que los planteamientos tengan bases reales y no interpretaciones amañadas.

Los comentarios de opinión deben partir de un riguroso examen en la recta interpretativa, pues se pueden lanzar señales contradictorias que envían mensajes equivocados contribuyendo a la confrontación innecesaria.

Un diagnóstico general alusivo al estrés agudo en materia de temas de conversación hoy por hoy cobra capital interés. Sin embargo, esta facultad ha permanecido erosionada,  un ritmo acelerado durante el reciente auge.

Por ende la industria de la comunicación avanza a un ritmo vertiginoso y a raíz de eso muchas veces burla el proceso enmarcado en las reglas de juego, fraccionando aportes útiles  y vitales para procesos del desarrollo social.

A través del tiempo se ha contribuido a consolidar los valores; respeto por quienes no piensa igual a nosotros y el sentido de la dignidad, esta es una condición obligada de nuestra parte con humildad, ello simboliza defensa de la libertad, democracia y del bien en todos sus sentidos.

La política de principios éticos y morales debe permanecer inalterable; sin embargo para otros ha sido símbolo mezquino de la libertad de prensa y expresión.

¿Qué es la justicia? Gran interrogante, hermoso sueño de la realidad, que donde existe prospera la verdad, nace la tolerancia, surge la democracia.

El deseo de justicia es tan elemental y tan hondamente arraigado en el corazón del ser humano. Surge el principio: A cada uno lo suyo, que puede servir para justificar cualquier orden social; aflora otra pregunta ¿Cuánto es lo que requiere cada quién?

La norma jurídica puede satisfacer, pero no en plenitud, esta puede ser un manifiesto claro con una lógica aplastante.

Ni se revisten los actos de moralidad, ni resultan justos; se truncan los derechos de muchos; hoy solo se mira la conveniencia personal.

Debemos dar muestra de una tribuna fértil para la concordia y la convivencia, árida para los odios y retaliaciones, un panorama de justicia que tenga en la mira a todos con un ideario opuesto al sectarismo, a la arbitrariedad, a la mala fe de los serviles, para centrar imagen, satisfacer en el bien e interés colectivos.

[email protected]