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Cultura - 12 enero, 2014

Misterios de ‘La María Mulata’

Uno de los monumentos de Valledupar que causó controversia al el momento de su instalación fue el de ‘La María Mulata’. El Pilón cuenta el trasfondo sobre esta obra.

Esta obra del prestigioso escultor cartagenero, Enrique Grau, se encuentra ubicada en la glorieta de la carrera 16 con calle 18 de Valledupar. EL PILÓN / Eduardo Coronado.
Esta obra del prestigioso escultor cartagenero, Enrique Grau, se encuentra ubicada en la glorieta de la carrera 16 con calle 18 de Valledupar. EL PILÓN / Eduardo Coronado.

Un pájaro negro de enormes proporciones representado en hierro por las manos del extinto escultor y pintor cartagenero Enrique Grau aparece imponente en una de las glorietas de Valledupar. Se trata del monumento de ‘La María Mulata’ o ‘María Mulata mirando arriba’ (así como la concibió su autor).

Esta obra escultórica fue motivo de controversia para muchos habitantes de la ciudad que no la veían como animal representativo de la región, argumentando que es típica de la Costa Pacífica; además aunque fue un regalo del artista, su instalación y viaje le costó al municipio varios millones que los vallenatos catalogaron como despilfarro de recursos. Así lo recuerda Rosa Tovar, una habitante del barrio Garupal.

Sin embargo pese a los comentarios que se suscitaron en su momento, el entonces alcalde Jhonny Pérez Oñate le dio el aval, presentándola a la comunidad en el año 2000, en el marco de la celebración de los 450 de la fundación de Valledupar. Esta figura hace parte de una serie de esculturas que el artista también obsequió en Cali, Barranquilla y Cartagena, entre otras ciudades del país, bajo los nombres: Maríamulata caminando, Maríamulata mirando arriba, Maríamulata hembra, Maríamulata macho, Maríamulata en éxtasis y Gran Maríamulata, con las que Grau inmortalizó a esta avecanora.

Pasión de Grau por los animales

Los últimos años de la producción artística de Enrique Grau fueron consagrados a la representación de animales como mariposas, gatos y pájaros, logrados gracias a la observación de la naturaleza combinada con su imaginación.

Por la década de los noventa aseveró que su animal totémico eran las iguanas, argumentandoque tenían una memoria ancestral, por lo dedicó cuatro años a fotografiarlas y pintarlas. Las maríamulatas fueron su última su obsesión.

“La maríamulata es la que nos acompaña desde que nacemos, es la que está en los patios, donde está la muchacha barriendo, en el corredor, en la entrada o asomada en las ventanas mirando lo que uno está haciendo”, manifestó el artista a un medio de comunicación impreso de reconocimiento en el país. Fue así como las hizo protagonistas de pinturas al óleo, dibujos al carboncillo y al pastel, serigrafías y esculturas en bronce.

La historia de arte cuentaque Grau antes de emprender su trabajo creativo observó el comportamiento de esta ave, se sumergió en libros en los que aprendió sobre sus hábitos de alimentación, ciclos de anidación y sus desplazamientos, y con cincel en mano se convirtió en un rendido naturalista especializado en estos animales.

Acerca del ave

La María Mulata proviene del ave Quiscalusmexicanus o clarinero, conocida en algunas regiones como quiscal o zanate, que habita en lugares calientes de América. Su hábitat suele ser las áreas agrícolas y las afueras, donde se alimenta de frutas, semillas e invertebrados.

Los machos miden hasta 43 cm de longitud (con una cola que es casi tan larga como su mismo cuerpo), pesan 230 gramos y son negros con un lustre iridiscente. Las hembras son más pequeñas; miden hasta 33 centímetros de longitud, pesan 125 gramos, y son de color marrón. Su canto es una mezcla de sonidos fuertes y estridentes.

En la costa norte de Colombia a esta ave se le llama “maríamulata” y en otros lados del Caribe le dicen “zanate” o “chango”.

 

Por Annelise Barriga Ramírez

[email protected]

Cultura
12 enero, 2014

Misterios de ‘La María Mulata’

Uno de los monumentos de Valledupar que causó controversia al el momento de su instalación fue el de ‘La María Mulata’. El Pilón cuenta el trasfondo sobre esta obra.


Esta obra del prestigioso escultor cartagenero, Enrique Grau, se encuentra ubicada en la glorieta de la carrera 16 con calle 18 de Valledupar. EL PILÓN / Eduardo Coronado.
Esta obra del prestigioso escultor cartagenero, Enrique Grau, se encuentra ubicada en la glorieta de la carrera 16 con calle 18 de Valledupar. EL PILÓN / Eduardo Coronado.

Un pájaro negro de enormes proporciones representado en hierro por las manos del extinto escultor y pintor cartagenero Enrique Grau aparece imponente en una de las glorietas de Valledupar. Se trata del monumento de ‘La María Mulata’ o ‘María Mulata mirando arriba’ (así como la concibió su autor).

Esta obra escultórica fue motivo de controversia para muchos habitantes de la ciudad que no la veían como animal representativo de la región, argumentando que es típica de la Costa Pacífica; además aunque fue un regalo del artista, su instalación y viaje le costó al municipio varios millones que los vallenatos catalogaron como despilfarro de recursos. Así lo recuerda Rosa Tovar, una habitante del barrio Garupal.

Sin embargo pese a los comentarios que se suscitaron en su momento, el entonces alcalde Jhonny Pérez Oñate le dio el aval, presentándola a la comunidad en el año 2000, en el marco de la celebración de los 450 de la fundación de Valledupar. Esta figura hace parte de una serie de esculturas que el artista también obsequió en Cali, Barranquilla y Cartagena, entre otras ciudades del país, bajo los nombres: Maríamulata caminando, Maríamulata mirando arriba, Maríamulata hembra, Maríamulata macho, Maríamulata en éxtasis y Gran Maríamulata, con las que Grau inmortalizó a esta avecanora.

Pasión de Grau por los animales

Los últimos años de la producción artística de Enrique Grau fueron consagrados a la representación de animales como mariposas, gatos y pájaros, logrados gracias a la observación de la naturaleza combinada con su imaginación.

Por la década de los noventa aseveró que su animal totémico eran las iguanas, argumentandoque tenían una memoria ancestral, por lo dedicó cuatro años a fotografiarlas y pintarlas. Las maríamulatas fueron su última su obsesión.

“La maríamulata es la que nos acompaña desde que nacemos, es la que está en los patios, donde está la muchacha barriendo, en el corredor, en la entrada o asomada en las ventanas mirando lo que uno está haciendo”, manifestó el artista a un medio de comunicación impreso de reconocimiento en el país. Fue así como las hizo protagonistas de pinturas al óleo, dibujos al carboncillo y al pastel, serigrafías y esculturas en bronce.

La historia de arte cuentaque Grau antes de emprender su trabajo creativo observó el comportamiento de esta ave, se sumergió en libros en los que aprendió sobre sus hábitos de alimentación, ciclos de anidación y sus desplazamientos, y con cincel en mano se convirtió en un rendido naturalista especializado en estos animales.

Acerca del ave

La María Mulata proviene del ave Quiscalusmexicanus o clarinero, conocida en algunas regiones como quiscal o zanate, que habita en lugares calientes de América. Su hábitat suele ser las áreas agrícolas y las afueras, donde se alimenta de frutas, semillas e invertebrados.

Los machos miden hasta 43 cm de longitud (con una cola que es casi tan larga como su mismo cuerpo), pesan 230 gramos y son negros con un lustre iridiscente. Las hembras son más pequeñas; miden hasta 33 centímetros de longitud, pesan 125 gramos, y son de color marrón. Su canto es una mezcla de sonidos fuertes y estridentes.

En la costa norte de Colombia a esta ave se le llama “maríamulata” y en otros lados del Caribe le dicen “zanate” o “chango”.

 

Por Annelise Barriga Ramírez

[email protected]