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Comunidad - 25 agosto, 2017

Mirella, una voceadora emprendedora

La historia de una reconocida vendedora de periódicos en Valledupar, que ha demostrado que trabajando de forma organizada y honradamente, con los pocos recursos que tiene, puede sacar a su familia adelante.

Mirella ha sido madre y padre para su hijo mayor, por eso trabaja arduamente en la venta de periódicos de lunes a lunes. Joaquín Ramírez.
Mirella ha sido madre y padre para su hijo mayor, por eso trabaja arduamente en la venta de periódicos de lunes a lunes. Joaquín Ramírez.

Mirella Maestre Oviedo nació en Valledupar hace 41 años, pero se siente orgullosa de sus ancestros patillaleros, corregimiento del norte de la capital del Cesar, donde nació su padre.

Esta mujer alegre y trabajadora vende periódicos hace siete años frente de la Olímpica de Los Cortijos, exactamente en la esquina del colegio Instpecam, trabajo que le ha dado para mantener a su hijo Estiven Maestre Oviedo, quien hoy en día estudia en el Sena un curso de mantenimiento de motores.

“Estiven es mi hijo mayor, su padre jamás respondió por él y por eso tiene mis apellidos y he sido madre y padre para él que hoy tiene 18 años de edad”, confesó esta madre entregada.

Mirella antes de vender periódicos trabajaba en un puesto de comidas muy conocido en la ciudad, donde preparaba todo tipo de comidas rápidas y aunque pagaba bien no tenía tiempo para sus tres hijos; además de Estiven tiene uno de 12 años que está en sexto de bachillerato y otro de cinco. “Casi no los veía, además el patrón era muy estricto y duro con los empleados, entonces decidí buscar otro empleo que me diera más tiempo para atender a mis pequeños, ayudarlos a hacer tareas”, refirió la voceadora.

Su hijo mayor es el que se encarga de hacer el recogido y buscar los periódicos que venderá en el transcurso de la semana. “Estiven sale a las 5:00 de la mañana, llega a EL PILÓN y reclama los periódicos que venderé, luego busca los demás, hace la entrega de 30 que se venden fijos en unas casas y me los trae a las 6:00 de la mañana al puesto”, relató Mirella, quien además de ofrecer periódicos vende dulces, minutos a celular y agua.

“Soy muy organizada, la plata que me gano en la venta de minuto es para pagar los servicios, la venta de los dulces es para mi hijo de 12 años que está en una escuela de fútbol, es su pasión; las ganancias de la venta de agua es para mi mamá, yo la ayudo con eso, y con la venta de periódicos pago el arriendo y ayudo a mi hijo mayor con los transportes y fotocopias”, contó esta madre de familia.

El arma de esta mujer para ser una vendedora exitosa es su deseo de salir adelante, “siempre recibo al cliente con una sonrisa, le doy lo que quiere saber, cuido a mi cliente, no lo dejo ir triste; es más, muchos me quedan debiendo hasta 100 pesos y yo no me pongo guapa con ellos, hay que mantener a la clientela”, expresó.

Maestre Oviedo está muy feliz en su negocio porque gracias a él ha logrado sacar adelante a su familia. “La organización y la perseverancia es la clave de todo, aunque no tenga lujos ni viva en un palacio, vivo tranquila, mis hijos estudian y los he sacado adelante; trabajo medio tiempo y el resto se lo dedico a mi familia, tengo estabilidad, amor y felicidad, tres cosas que hacen al ser humano una persona tranquila y generosa con la vida y sobre todo con Dios”, indicó Mirella.

Por Sara Maestre DiazGranados

 

Comunidad
25 agosto, 2017

Mirella, una voceadora emprendedora

La historia de una reconocida vendedora de periódicos en Valledupar, que ha demostrado que trabajando de forma organizada y honradamente, con los pocos recursos que tiene, puede sacar a su familia adelante.


Mirella ha sido madre y padre para su hijo mayor, por eso trabaja arduamente en la venta de periódicos de lunes a lunes. Joaquín Ramírez.
Mirella ha sido madre y padre para su hijo mayor, por eso trabaja arduamente en la venta de periódicos de lunes a lunes. Joaquín Ramírez.

Mirella Maestre Oviedo nació en Valledupar hace 41 años, pero se siente orgullosa de sus ancestros patillaleros, corregimiento del norte de la capital del Cesar, donde nació su padre.

Esta mujer alegre y trabajadora vende periódicos hace siete años frente de la Olímpica de Los Cortijos, exactamente en la esquina del colegio Instpecam, trabajo que le ha dado para mantener a su hijo Estiven Maestre Oviedo, quien hoy en día estudia en el Sena un curso de mantenimiento de motores.

“Estiven es mi hijo mayor, su padre jamás respondió por él y por eso tiene mis apellidos y he sido madre y padre para él que hoy tiene 18 años de edad”, confesó esta madre entregada.

Mirella antes de vender periódicos trabajaba en un puesto de comidas muy conocido en la ciudad, donde preparaba todo tipo de comidas rápidas y aunque pagaba bien no tenía tiempo para sus tres hijos; además de Estiven tiene uno de 12 años que está en sexto de bachillerato y otro de cinco. “Casi no los veía, además el patrón era muy estricto y duro con los empleados, entonces decidí buscar otro empleo que me diera más tiempo para atender a mis pequeños, ayudarlos a hacer tareas”, refirió la voceadora.

Su hijo mayor es el que se encarga de hacer el recogido y buscar los periódicos que venderá en el transcurso de la semana. “Estiven sale a las 5:00 de la mañana, llega a EL PILÓN y reclama los periódicos que venderé, luego busca los demás, hace la entrega de 30 que se venden fijos en unas casas y me los trae a las 6:00 de la mañana al puesto”, relató Mirella, quien además de ofrecer periódicos vende dulces, minutos a celular y agua.

“Soy muy organizada, la plata que me gano en la venta de minuto es para pagar los servicios, la venta de los dulces es para mi hijo de 12 años que está en una escuela de fútbol, es su pasión; las ganancias de la venta de agua es para mi mamá, yo la ayudo con eso, y con la venta de periódicos pago el arriendo y ayudo a mi hijo mayor con los transportes y fotocopias”, contó esta madre de familia.

El arma de esta mujer para ser una vendedora exitosa es su deseo de salir adelante, “siempre recibo al cliente con una sonrisa, le doy lo que quiere saber, cuido a mi cliente, no lo dejo ir triste; es más, muchos me quedan debiendo hasta 100 pesos y yo no me pongo guapa con ellos, hay que mantener a la clientela”, expresó.

Maestre Oviedo está muy feliz en su negocio porque gracias a él ha logrado sacar adelante a su familia. “La organización y la perseverancia es la clave de todo, aunque no tenga lujos ni viva en un palacio, vivo tranquila, mis hijos estudian y los he sacado adelante; trabajo medio tiempo y el resto se lo dedico a mi familia, tengo estabilidad, amor y felicidad, tres cosas que hacen al ser humano una persona tranquila y generosa con la vida y sobre todo con Dios”, indicó Mirella.

Por Sara Maestre DiazGranados