Publicidad
Categorías
Categorías
Económicas - 19 enero, 2018

En el mercado de Valledupar, se disparan precios del queso, plátano y habichuela

Alimentos como la yuca, cebolla roja, ají criollo, papa, cebollín, huevos y guineos bajaron levemente de precios.

Oscilaciones presentan los precios de los alimentos de la canasta familiar. Joaquín  Ramírez/EL PILÓN
Oscilaciones presentan los precios de los alimentos de la canasta familiar. Joaquín Ramírez/EL PILÓN

Alzas y bajas se registran constantemente en el Mercado Público de Valledupar y por ende en las tiendas de la ciudad, lo que influye en la economía de los hogares. EL PILÓN hizo un sondeo en varios puntos de ventas para mostrarles a sus lectores cuáles son los alimentos que aumentaron, bajaron y mantienen igual sus precios.

El queso es uno de los que más aumentó. El kilo hoy cuesta $ 4.000 más de lo que estaba en meses anteriores; ahora se encuentra a $ 12.000, mientras que antes se cotizaba a $ 8.000. En las tiendas de barrios lo venden entre $ 14.000 a $ 15.000.

De acuerdo con Luz Marina Hernández, vendedora del Mercado Público, con el paso de los días el precio de este alimento ha aumentado, lo cual según su criterio obedece al ‘destete’ del ganado, o sea que las vacas dejan de darle leche a los terneros, por lo que no hay material para producir queso. “No ha sido el verano, porque ha llovido por días; lo que pasa es que hay una época donde hay abundante leche para hacer queso y otra en la que no”, aseguró.

Hernández denunció que la plaza se está dañando por el ingreso de queso venezolano, que es más barato que el colombiano, pero el cual no reúne las condiciones higiénicas, argumentando que no compra queso venezolano “porque me da miedo que se intoxiquen mis clientes y luego no tenga donde acudir para que me respondan”.

El plátano es otro de los productos de la canasta familiar que registra alza. Es así como la unidad del plátano de segunda, o el más pequeño, es vendida a $ 300, mientras que antes estaba a $ 250; y la unidad del plátano de primera, o el más grande, está a $ 500, mientras que antes era ofrecido a $ 400. En contraste, en las tiendas se consiguen entre $ 800 a $ 900.

Al respecto, el comercializador de plátano Neil Quiroga, manifestó que “estos precios están desde finales de diciembre porque las brisas han tumbado las cosechas. Los plátanos que llegan al Mercado vienen de Montería y Sucre. A nosotros nos venden el bulto de segunda a 45 mil pesos por 60 plátanos y el bulto de primera a 50 mil pesos por 100 plátano”.

Por otro lado, el precio de la habichuela ‘se disparó’. De $ 1.000 en el que se cotizaba la libra pasó a $ 2.000, puesto que el saco subió de $ 20.000 a $ 50.000. “Este alimento proviene de Ocaña y Bucaramanga. No está saliendo de la región porque no se está produciendo; tal vez por eso ha aumentado de precio”, aseveró Leila Águila, vendedora del Mercado.

El tomate también aumentó. El kilo que estaba a $ 2.000 ayer era ofrecido a $ 2.500. Frente a estas oscilaciones, el vendedor Antonio Ballena aseguró que en la ciudad no existe control de precios en los alimentos, ni en Mercabastos ni en el Mercado. “Aunque el campesino vende barato, los mayoristas especulan mucho con los precios. A nosotros nos van cambiando los precios todos los días, es por eso que varían tanto. Deberían implementar medidas severas para ‘frenar’ esta situación”, enfatizó.

Bajan de precios

Otros alimentos disminuyeron sus precios como la yuca, mientras que antes vendían dos libras por $ 2.000, ahora ofrecen 3 o 4 libras por $ 2.000. La libra de cebolla roja se encuentra entre $ 2.800 a $ 3.000, según su tamaño; mientras que antes estaba de $ 3.500 a $ 4.000. El kilo de ají criollo está a $ 2.500, antes estaba a $ 3.500. La libra de papa cuesta $ 700, mientras que antes estaba a $ 1.000. El cebollín a $1.000, antes a $2.000.

Los huevos también bajaron. La canasta (por 30 huevos) se registra a $ 6.500; en contraste en semanas pasadas cuando se cotizaba de $ 7.500 a $ 8.000. De acuerdo con los vendedores, la baja obedece a una superproducción en Bucaramanga, de donde son traídos, asegurando que en la región no se alcanza a producir lo que requieren los consumidores.

Los guineos registran una disminución en su precio. El bulto (por 200 guineos) está a $ 30.000, mientras que antes estaba a $ 40.000. Venden 6 o 7 unidades grandes por $ 1.000. Según manifestó Saúl Madrid, vendedor de este alimento, quien acotó que éste es traído de la Zona Bananera.

¿A cómo está la carne?

La carne es uno de los productos de la canasta familiar que se mantienen. El kilo de carne de primera (como: capón, emparejadura, lomo ancho y lomo fino) está a $ 14.000; el kilo de carne de segunda (como pecho, espaldilla, batata, morro y aleta de espaldilla) está a $ 12.000; el kilo de hueso rojo está a $ 4.000; y el kilo de costilla a $ 8.000

De acuerdo con Edier Alemán, vendedor del Pabellón de Carnes del Mercado Público de Valledupar, muchas veces trabajan a perdidas porque los que venden el ganado entero se los ofrece a un precio elevado y no le pueden subir a sus clientes finales porque se les retiran.

Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN

Económicas
19 enero, 2018

En el mercado de Valledupar, se disparan precios del queso, plátano y habichuela

Alimentos como la yuca, cebolla roja, ají criollo, papa, cebollín, huevos y guineos bajaron levemente de precios.


Oscilaciones presentan los precios de los alimentos de la canasta familiar. Joaquín  Ramírez/EL PILÓN
Oscilaciones presentan los precios de los alimentos de la canasta familiar. Joaquín Ramírez/EL PILÓN

Alzas y bajas se registran constantemente en el Mercado Público de Valledupar y por ende en las tiendas de la ciudad, lo que influye en la economía de los hogares. EL PILÓN hizo un sondeo en varios puntos de ventas para mostrarles a sus lectores cuáles son los alimentos que aumentaron, bajaron y mantienen igual sus precios.

El queso es uno de los que más aumentó. El kilo hoy cuesta $ 4.000 más de lo que estaba en meses anteriores; ahora se encuentra a $ 12.000, mientras que antes se cotizaba a $ 8.000. En las tiendas de barrios lo venden entre $ 14.000 a $ 15.000.

De acuerdo con Luz Marina Hernández, vendedora del Mercado Público, con el paso de los días el precio de este alimento ha aumentado, lo cual según su criterio obedece al ‘destete’ del ganado, o sea que las vacas dejan de darle leche a los terneros, por lo que no hay material para producir queso. “No ha sido el verano, porque ha llovido por días; lo que pasa es que hay una época donde hay abundante leche para hacer queso y otra en la que no”, aseguró.

Hernández denunció que la plaza se está dañando por el ingreso de queso venezolano, que es más barato que el colombiano, pero el cual no reúne las condiciones higiénicas, argumentando que no compra queso venezolano “porque me da miedo que se intoxiquen mis clientes y luego no tenga donde acudir para que me respondan”.

El plátano es otro de los productos de la canasta familiar que registra alza. Es así como la unidad del plátano de segunda, o el más pequeño, es vendida a $ 300, mientras que antes estaba a $ 250; y la unidad del plátano de primera, o el más grande, está a $ 500, mientras que antes era ofrecido a $ 400. En contraste, en las tiendas se consiguen entre $ 800 a $ 900.

Al respecto, el comercializador de plátano Neil Quiroga, manifestó que “estos precios están desde finales de diciembre porque las brisas han tumbado las cosechas. Los plátanos que llegan al Mercado vienen de Montería y Sucre. A nosotros nos venden el bulto de segunda a 45 mil pesos por 60 plátanos y el bulto de primera a 50 mil pesos por 100 plátano”.

Por otro lado, el precio de la habichuela ‘se disparó’. De $ 1.000 en el que se cotizaba la libra pasó a $ 2.000, puesto que el saco subió de $ 20.000 a $ 50.000. “Este alimento proviene de Ocaña y Bucaramanga. No está saliendo de la región porque no se está produciendo; tal vez por eso ha aumentado de precio”, aseveró Leila Águila, vendedora del Mercado.

El tomate también aumentó. El kilo que estaba a $ 2.000 ayer era ofrecido a $ 2.500. Frente a estas oscilaciones, el vendedor Antonio Ballena aseguró que en la ciudad no existe control de precios en los alimentos, ni en Mercabastos ni en el Mercado. “Aunque el campesino vende barato, los mayoristas especulan mucho con los precios. A nosotros nos van cambiando los precios todos los días, es por eso que varían tanto. Deberían implementar medidas severas para ‘frenar’ esta situación”, enfatizó.

Bajan de precios

Otros alimentos disminuyeron sus precios como la yuca, mientras que antes vendían dos libras por $ 2.000, ahora ofrecen 3 o 4 libras por $ 2.000. La libra de cebolla roja se encuentra entre $ 2.800 a $ 3.000, según su tamaño; mientras que antes estaba de $ 3.500 a $ 4.000. El kilo de ají criollo está a $ 2.500, antes estaba a $ 3.500. La libra de papa cuesta $ 700, mientras que antes estaba a $ 1.000. El cebollín a $1.000, antes a $2.000.

Los huevos también bajaron. La canasta (por 30 huevos) se registra a $ 6.500; en contraste en semanas pasadas cuando se cotizaba de $ 7.500 a $ 8.000. De acuerdo con los vendedores, la baja obedece a una superproducción en Bucaramanga, de donde son traídos, asegurando que en la región no se alcanza a producir lo que requieren los consumidores.

Los guineos registran una disminución en su precio. El bulto (por 200 guineos) está a $ 30.000, mientras que antes estaba a $ 40.000. Venden 6 o 7 unidades grandes por $ 1.000. Según manifestó Saúl Madrid, vendedor de este alimento, quien acotó que éste es traído de la Zona Bananera.

¿A cómo está la carne?

La carne es uno de los productos de la canasta familiar que se mantienen. El kilo de carne de primera (como: capón, emparejadura, lomo ancho y lomo fino) está a $ 14.000; el kilo de carne de segunda (como pecho, espaldilla, batata, morro y aleta de espaldilla) está a $ 12.000; el kilo de hueso rojo está a $ 4.000; y el kilo de costilla a $ 8.000

De acuerdo con Edier Alemán, vendedor del Pabellón de Carnes del Mercado Público de Valledupar, muchas veces trabajan a perdidas porque los que venden el ganado entero se los ofrece a un precio elevado y no le pueden subir a sus clientes finales porque se les retiran.

Annelise Barriga Ramírez/EL PILÓN