El reconocido y veterano mecánico automotriz Demis Elías González Maestre, de 77 años, al parecer predijo su muerte en medio de una conversación que sostuvo con algunos de sus compañeros de trabajo durante un rato de descanso. Eso ocurrió minutos antes de registrarse el accidente de tránsito en donde perdió la vida; uno de sus compañeros de trabajo le hizo una broma y este le advirtió tajantemente en su respuesta: “Tendré que morirme hoy, para que tú me pongas la mano encima”.

Esa frase quedó marcada entre quienes platicaron con él antes que se presentara el incidente y ellos la recordaban una y otra vez durante el procedimiento de inspección y reconocimiento del cadáver que quedó aprisionado entre la defensa del automotor y la esquina de una pared contigua al taller donde laboraba.

Los hechos tuvieron lugar a las 11:30 de la mañana de ayer, frente al taller de servicio eléctrico y automotriz ‘Sapuna’, localizado en la calle 19C con carrera 11 del barrio La Granja de Valledupar, donde González Maestre laboró por más de 20 años.

Así pasó

Testigos del hecho que se salvaron del suceso explicaron que Demis Elías González Maestre se encontraba sentado en una silla Rimax de color azul junto a otros compañeros de trabajo. Los mecánicos dialogaban cuando de repente se vieron el carro encima.

“Todos corrimos y logramos ponernos a salvo, pero él muy seguramente por su avanzada edad intentó pararse y agarrar la silla, pero no le dio tiempo. Menos mal que cuando vimos que el carro se aceleró nos pusimos las pilas y nos retiramos en cuestión de segundos del lugar”, explicó uno de los sobrevivientes.

Ricardo Liñán, conductor de la camioneta causante del percance es marca Ford 150 tipo estaca, de placas GIS-514 matriculada en Girón, Santander, la cual fue estacionada frente al taller en sentido occidente – oriente (en contravía). Se bajó del mismo para hacer una consulta sobre un problema que presentaba la camioneta, pero obstruía el flujo vehicular y le solicitaron que se ubicara mejor para permitir el paso de otros automotores que por allí circulaban. Sin pensarlo dos veces se volvió a subir y al parecer le encendió el vehículo con uno de los cambios de velocidades y por fallas en el frenado fue a parar contra la esquina de una pared de la vivienda vecina.

“Parece que el golpe que recibió en el tórax le causó desprendimiento de varios órganos vitales internos, porque en su cuerpo no tuvo un solo raspón, ni botó una gota de sangre. El conductor de la camioneta en medio del desespero ayudó a la víctima a auxiliarla y echó rever, pero la muerte fue inmediata”, aseguró el testigo, quien pidió reserva de su nombre.

Dijo que el chofer lloraba por lo sucedido y se veía muy asustado, por lo que se entregó ante las autoridades para aclarar lo sucedido.
Por Abdel Martínez Pérez