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Columnista - 16 diciembre, 2016

Me dan vainas

Eso no lo puedo evitar, cada vez que me encuentro con una cosa mal hecha, me meto y trato de que las subsanen, por eso me vivo metiendo en vainas, porque quiero a Valledupar hasta tal punto que como dijo el inolvidable Ponchito Cotes: en Villanueva tengo el alma y aquí el corazón. Me da […]

Eso no lo puedo evitar, cada vez que me encuentro con una cosa mal hecha, me meto y trato de que las subsanen, por eso me vivo metiendo en vainas, porque quiero a Valledupar hasta tal punto que como dijo el inolvidable Ponchito Cotes: en Villanueva tengo el alma y aquí el corazón.

Me da vaina cuando voy al barrio Las Marías, Los Cortijos y Novalito donde vivo y constato ¡que ahí si hay un lote sucio!, que sus parques se encuentran enmontados y es un peligro para los niños que corren el riesgo de que se los coma la plaga o les pique una culebra y que sus moradores de clase media y alta no se preocupen en lo más mínimo por mantenerlos limpios, se ve que ya no tienen hijos pequeños ni nietos. Para qué hablar del desaseo de Los Cortijos, Garupal y todos los parques de la ciudad y me pongo a pensar que por qué no hacemos como en Barranquilla, que la Triple A los mantiene como una tacita, limpiecitos y arreglados, deberíamos aprovechar la estadía de la doctora Julia Serrano Monsalvo, distinguida vallenata en la gerencia de esa empresa e invitarla para que venga e ilustre a Emdupar para que destine un poco de empleados de la nómina paralela y abundante que tiene, que dicen que no hacen nada, para esa labor.

Me da vaina cuando veo que a mi barrio Novalito se lo está comiendo la maleza y a su gente el zancudo y el jején, los lotes a la intemperie son unos rastrojos y otros que están tapiados son montañas inhóspitas y los andenes están desaparecidos.

Me da vaina cuando veo que el insecticida Autoridad, se volvió a escasear y nuevamente apareció la plaga a azotar el arbolado de frutas, mango, nísperos, tamarindo y limones y ahora fue peor, no dejaron nada, ahora que estábamos entusiasmados con las frutas jechas que desaparecieron de la noche a la mañana. Le pedimos al señor Alcalde que hable con los distribuidores y ordenadores de ese insecticida para ver si lo traen de nuevo y lo aplicaban rápidamente.

Me da vaina cuando veo que los carros, motos, bicicletas, carros de mula y ventas ambulantes hacen lo que les da la gana y entorpecen el libre desplazamiento de los vehículos en general ante la mira impávida de las autoridades en general.

Me da vaina cuando veo que el Director de Tránsito no ha continuado el programa de las vías en calles y carreras cuando a gritos la calle 19A, 19B y 19C y la 15 a la que hay que quitarle el tapón que arbitrariamente le instalaron y que a gritos lo están pidiendo, lo mismo que muchas más, que si sale a patrullar se dará cuenta.

Me da vaina y no me aguanto, cuando veo un trancón y me bajo del carro para destrabarlo haciendo las veces de Agente y veo a 20 metros a los policías haciendo nada. Eso me pasó con el Agente de la Policía adscrito al Tránsito, Ángel Suárez, cuando le pregunté qué para qué estaba ahí y me contestó con frescura que él estaba arreglando su carro en el taller y eso no le importaba.

Me da vaina cuando paso por la calle 13 con carrera 7ª o llego al taller de mi confianza en el barrio El Carmen y oigo los quejidos de unos mangos invadidos de pajarito y comején, en estado de postración, cuando le han facilitado a sus dueños sombra, frescura y frutos a tutiplén. Ojo Barranquilla y Barrita, se van a quedar sin aire acondicionado.

Me dan vainas muchas cosas, pero se acabó el espacio.

Columnista
16 diciembre, 2016

Me dan vainas

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José M. Aponte Martínez

Eso no lo puedo evitar, cada vez que me encuentro con una cosa mal hecha, me meto y trato de que las subsanen, por eso me vivo metiendo en vainas, porque quiero a Valledupar hasta tal punto que como dijo el inolvidable Ponchito Cotes: en Villanueva tengo el alma y aquí el corazón. Me da […]


Eso no lo puedo evitar, cada vez que me encuentro con una cosa mal hecha, me meto y trato de que las subsanen, por eso me vivo metiendo en vainas, porque quiero a Valledupar hasta tal punto que como dijo el inolvidable Ponchito Cotes: en Villanueva tengo el alma y aquí el corazón.

Me da vaina cuando voy al barrio Las Marías, Los Cortijos y Novalito donde vivo y constato ¡que ahí si hay un lote sucio!, que sus parques se encuentran enmontados y es un peligro para los niños que corren el riesgo de que se los coma la plaga o les pique una culebra y que sus moradores de clase media y alta no se preocupen en lo más mínimo por mantenerlos limpios, se ve que ya no tienen hijos pequeños ni nietos. Para qué hablar del desaseo de Los Cortijos, Garupal y todos los parques de la ciudad y me pongo a pensar que por qué no hacemos como en Barranquilla, que la Triple A los mantiene como una tacita, limpiecitos y arreglados, deberíamos aprovechar la estadía de la doctora Julia Serrano Monsalvo, distinguida vallenata en la gerencia de esa empresa e invitarla para que venga e ilustre a Emdupar para que destine un poco de empleados de la nómina paralela y abundante que tiene, que dicen que no hacen nada, para esa labor.

Me da vaina cuando veo que a mi barrio Novalito se lo está comiendo la maleza y a su gente el zancudo y el jején, los lotes a la intemperie son unos rastrojos y otros que están tapiados son montañas inhóspitas y los andenes están desaparecidos.

Me da vaina cuando veo que el insecticida Autoridad, se volvió a escasear y nuevamente apareció la plaga a azotar el arbolado de frutas, mango, nísperos, tamarindo y limones y ahora fue peor, no dejaron nada, ahora que estábamos entusiasmados con las frutas jechas que desaparecieron de la noche a la mañana. Le pedimos al señor Alcalde que hable con los distribuidores y ordenadores de ese insecticida para ver si lo traen de nuevo y lo aplicaban rápidamente.

Me da vaina cuando veo que los carros, motos, bicicletas, carros de mula y ventas ambulantes hacen lo que les da la gana y entorpecen el libre desplazamiento de los vehículos en general ante la mira impávida de las autoridades en general.

Me da vaina cuando veo que el Director de Tránsito no ha continuado el programa de las vías en calles y carreras cuando a gritos la calle 19A, 19B y 19C y la 15 a la que hay que quitarle el tapón que arbitrariamente le instalaron y que a gritos lo están pidiendo, lo mismo que muchas más, que si sale a patrullar se dará cuenta.

Me da vaina y no me aguanto, cuando veo un trancón y me bajo del carro para destrabarlo haciendo las veces de Agente y veo a 20 metros a los policías haciendo nada. Eso me pasó con el Agente de la Policía adscrito al Tránsito, Ángel Suárez, cuando le pregunté qué para qué estaba ahí y me contestó con frescura que él estaba arreglando su carro en el taller y eso no le importaba.

Me da vaina cuando paso por la calle 13 con carrera 7ª o llego al taller de mi confianza en el barrio El Carmen y oigo los quejidos de unos mangos invadidos de pajarito y comején, en estado de postración, cuando le han facilitado a sus dueños sombra, frescura y frutos a tutiplén. Ojo Barranquilla y Barrita, se van a quedar sin aire acondicionado.

Me dan vainas muchas cosas, pero se acabó el espacio.