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General - 28 mayo, 2013

Más allá de la desmovilización

Hace siete años se dio el proceso de desmovilización en el país; en el Cesar para la época dejaron las armas 5.009 personas que hacían parte de las Autodefensas Unidas de Colombia, Auc.

En el año 2006 se desmovilizaron en el Cesar 5.009 personas, no todas se acogieron al programa ofrecido por el Gobierno Nacional.
En el año 2006 se desmovilizaron en el Cesar 5.009 personas, no todas se acogieron al programa ofrecido por el Gobierno Nacional.

Por Yelene Cuan Pertuz
redacció[email protected]

Sus pinturas son innatas, no ha estudiado técnica sobre dibujos ni arte; lo que sabe, es porque lo aprendió de la vida y lo descubrió unos días después de que se dio el proceso de desmovilización de las Autodefensas.

Jainer Quintero Churio, tiene 35 años, hizo parte de las Auc durante aproximadamente tres años, grupo al que se vinculó debido a la falta de empleo y la inexperiencia propia de su edad, pero ahora que la vida le ha enseñado a madurar, como consecuencia de los momentos difíciles, dedica su tiempo a pintar cuadros con temáticas diferentes, como son paisajes, típicos vallenatos, figuras humanas, animales, bodegones y elementos abstractos.

Esta inclinación por el arte, la descubrió unos días después de que se desmovilizó, justo cuando ingresó al programa de la Alta Consejería para la Reintegración, que hoy es la  Agencia Colombiana para la Reintegración, ACR.

“Yo sabía dibujar, pero no me había dado cuenta de que tenía este don, así que cuando ingresé al programa, comencé a hacer los cuadros y durante todo este tiempo me he dedicado al arte. Desde mi niñez pintaba en los cuadernos, no sé las técnicas de los trabajos, hago lo que me nace”, enfatizó Jainer, quien agregó que se refugió en la pintura, porque es una buena terapia para olvidar todo lo que vivió, cuando hizo parte de ese grupo al margen de ley.

“Algunos de mis compañeros están marginados; la misma sociedad se encarga de tacharnos de delincuentes, de exparas, pero no tengo tapujos, de negar lo que fui, eso es algo de mi pasado, algo que pasó y ahora soy otro hombre; he recibido apoyo psicológico y uno mismo le pone voluntad”, dijo Jainer, quien agregó que esa misma voluntad y la fuerza en Dios es lo que le ha ayudado para seguir en la vida, conformar un hogar con su esposa y sus dos pequeñas hijas, además de ir, poco a poco, construyendo su casa en un sector al noroccidente de la ciudad.

Jainer hace parte de los 5.009 hombres que se desmovilizaron en el año 2006 en el departamento del Cesar, en tres puntos estratégicos como son, Chimila, jurisdicción de El Copey; La Mesa, corregimiento de Valledupar y en San Martín. De ese personal, 3.600 se vincularon al programa de desmovilización que ofrece la Presidencia de la República.

El coordinador Regional de la Agencia Colombiana para la Reintegración, ACR Cesar-Guajira, Eduardo Santos Ortega Vergara, explicó que muchos de los que se desmovilizaron se fueron de la ciudad porque eran de otras zonas, otros hicieron el proceso de reintegración por su cuenta y el 80% de los que se desmovilizaron, se vincularon al programa, en la actualidad hay 2.080 personas en el departamento, de esas 1.100 están en Valledupar, que corresponde al 52.88% de la población, el resto está distribuido en Aguachica, El Copey, San Martín, Bosconia y otros municipios.

La estigmatización 

La mayoría de hombres y mujeres que se desmovilizaron de los grupos armados, siente que son estigmatizados por la misma sociedad; en ocasiones, hasta les niegan las posibilidades de trabajo,  debido a su condición de desmovilizados; en años anteriores se sentían hasta perseguidos por las autoridades; pero esto, luego de unas conversaciones con la ACR y los participantes, se logró superar.

Para Eduardo Santos Ortega, esto de la estigmatización es un problema complejo, primero porque hay que estar formando a los participantes (desmovilizados) debido a, que muchos de ellos, todo lo arreglaban por las malas, ahora se hace por medio del diálogo. Segundo, porque buscan la generación de ingresos; para ello, preparan al personal en la capacitación y creación de empresas, luego se buscan personas para que les orienten en su proyecto; para esto, la ACR les da un capital semilla y el compromiso es que esos participantes continúen.

Son varias etapas desde el momento de la desmovilización; en junio, 600 participantes llegan a su etapa final y para diciembre se tiene a un grupo de mil, quienes ya terminan su ruta de manera satisfactoria.

“A los que han cumplido con su proceso de formación con cursos en el SENA y presentan su plan de negocio, su proyecto es enviado al nivel central para que le aprueben los recursos y de esta forma hagan realidad esos planes”, indicó Ortega Vergara.

Para lograr que estas personas no sean estigmatizadas, la ACR le hace el acompañamiento psicosocial y atención para el trabajo, porque la idea es que ellos mismos sean dueños de sus negocios, generen empleos y se mantengan para mejorar su calidad de vida.

“El SENA trabaja con los participantes en la calificación de la mano de obra, pero se necesita más apoyo de los gremios y de la misma comunidad. Nosotros en la ACR les estamos haciendo un proceso para su vinculación a la sociedad, pero es la misma sociedad la que los rechaza; todavía los ven como si fueran paramilitares, guerrilleros o de grupos ilegales”, acotó el Coordinador Regional de la ACR.

Como una ayuda a los que se desmovilizaron, se les entregan dos millones de pesos, recurso que ha sido invertido en salones de belleza, tiendas de víveres y abarrotes, tiendas de ropa, cafés internet, carros de comida rápida u otros negocios. De acuerdo con el análisis de la ACR, el 80% de los negocios se mantienen y se les hace acompañamiento constante.


La Ley 

La Ley 1424 de 2010, es la única que le da el marco legal a la desmovilización, determina los beneficios a los participantes para que paguen su condena, pero los deja libre con la condición de que trabajen.

Aquellos que por una u otra razón sean capturados por estar delinquiendo, de manera inmediata quedan excluidos del programa y, por tanto, pierden los beneficios como son el de capacitación, acompañamiento y ayudas económicas, entre otros.

De acuerdo con el reporte de la Policía Nacional, durante el pasado mes de abril, dos desmovilizados que eran participantes del programa, fueron asesinados mediante la modalidad de sicariato, un caso fue en Aguachica y el otro en Codazzi.

De igual forma, fueron capturados seis desmovilizados; dos de ellos, por homicidio en Aguachica y Curumaní; dos por tráfico o porte de estupefacientes en Valledupar; uno por tráfico de moneda falsa en Aguachica y uno por porte de arma de fuego en Valledupar.


Servicios sociales 

Una forma de que la sociedad no excluya a los desmovilizados es por medio de los servicios sociales orientados por la Agencia Colombiana para la Reintegración. Los  desmovilizados  en  proceso  de reintegración  deben  adelantar  80  horas  de  servicio social  en  cumplimiento  de  lo  establecido  en  la Ley 1424,   atendiendo necesidades   que   mejoren   la calidad de vida de las comunidades que los acogen.

Esos servicios están enfocados a: Embellecimiento de espacio público, recuperación ambiental, generación de espacios de recreación, arte, cultura y deporte; acompañamiento a la atención en salud y atención alimentaria, multiplicadores del conocimiento y aporte de habilidades especiales.

La invitación 

Algunos desmovilizados han abandonado el programa de la ACR; la invitación que les hace el Coordinador de esta entidad en el Cesar-Guajira, es que regresen, que continúen con su ruta, por ello la Policía les hace un seguimiento para evitar que estas personas vuelvan a esos grupos ilegales.

Por su parte, Jainer Quintero dijo que “es el momento de recapacitar, a todas esas personas que estuvieron en el proceso les hago un llamado para que se den cuenta de que la vida es bonita, que hay que vivirla y dejar todo lo malo en el pasado”.
 

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28 mayo, 2013

Más allá de la desmovilización

Hace siete años se dio el proceso de desmovilización en el país; en el Cesar para la época dejaron las armas 5.009 personas que hacían parte de las Autodefensas Unidas de Colombia, Auc.


En el año 2006 se desmovilizaron en el Cesar 5.009 personas, no todas se acogieron al programa ofrecido por el Gobierno Nacional.
En el año 2006 se desmovilizaron en el Cesar 5.009 personas, no todas se acogieron al programa ofrecido por el Gobierno Nacional.

Por Yelene Cuan Pertuz
redacció[email protected]

Sus pinturas son innatas, no ha estudiado técnica sobre dibujos ni arte; lo que sabe, es porque lo aprendió de la vida y lo descubrió unos días después de que se dio el proceso de desmovilización de las Autodefensas.

Jainer Quintero Churio, tiene 35 años, hizo parte de las Auc durante aproximadamente tres años, grupo al que se vinculó debido a la falta de empleo y la inexperiencia propia de su edad, pero ahora que la vida le ha enseñado a madurar, como consecuencia de los momentos difíciles, dedica su tiempo a pintar cuadros con temáticas diferentes, como son paisajes, típicos vallenatos, figuras humanas, animales, bodegones y elementos abstractos.

Esta inclinación por el arte, la descubrió unos días después de que se desmovilizó, justo cuando ingresó al programa de la Alta Consejería para la Reintegración, que hoy es la  Agencia Colombiana para la Reintegración, ACR.

“Yo sabía dibujar, pero no me había dado cuenta de que tenía este don, así que cuando ingresé al programa, comencé a hacer los cuadros y durante todo este tiempo me he dedicado al arte. Desde mi niñez pintaba en los cuadernos, no sé las técnicas de los trabajos, hago lo que me nace”, enfatizó Jainer, quien agregó que se refugió en la pintura, porque es una buena terapia para olvidar todo lo que vivió, cuando hizo parte de ese grupo al margen de ley.

“Algunos de mis compañeros están marginados; la misma sociedad se encarga de tacharnos de delincuentes, de exparas, pero no tengo tapujos, de negar lo que fui, eso es algo de mi pasado, algo que pasó y ahora soy otro hombre; he recibido apoyo psicológico y uno mismo le pone voluntad”, dijo Jainer, quien agregó que esa misma voluntad y la fuerza en Dios es lo que le ha ayudado para seguir en la vida, conformar un hogar con su esposa y sus dos pequeñas hijas, además de ir, poco a poco, construyendo su casa en un sector al noroccidente de la ciudad.

Jainer hace parte de los 5.009 hombres que se desmovilizaron en el año 2006 en el departamento del Cesar, en tres puntos estratégicos como son, Chimila, jurisdicción de El Copey; La Mesa, corregimiento de Valledupar y en San Martín. De ese personal, 3.600 se vincularon al programa de desmovilización que ofrece la Presidencia de la República.

El coordinador Regional de la Agencia Colombiana para la Reintegración, ACR Cesar-Guajira, Eduardo Santos Ortega Vergara, explicó que muchos de los que se desmovilizaron se fueron de la ciudad porque eran de otras zonas, otros hicieron el proceso de reintegración por su cuenta y el 80% de los que se desmovilizaron, se vincularon al programa, en la actualidad hay 2.080 personas en el departamento, de esas 1.100 están en Valledupar, que corresponde al 52.88% de la población, el resto está distribuido en Aguachica, El Copey, San Martín, Bosconia y otros municipios.

La estigmatización 

La mayoría de hombres y mujeres que se desmovilizaron de los grupos armados, siente que son estigmatizados por la misma sociedad; en ocasiones, hasta les niegan las posibilidades de trabajo,  debido a su condición de desmovilizados; en años anteriores se sentían hasta perseguidos por las autoridades; pero esto, luego de unas conversaciones con la ACR y los participantes, se logró superar.

Para Eduardo Santos Ortega, esto de la estigmatización es un problema complejo, primero porque hay que estar formando a los participantes (desmovilizados) debido a, que muchos de ellos, todo lo arreglaban por las malas, ahora se hace por medio del diálogo. Segundo, porque buscan la generación de ingresos; para ello, preparan al personal en la capacitación y creación de empresas, luego se buscan personas para que les orienten en su proyecto; para esto, la ACR les da un capital semilla y el compromiso es que esos participantes continúen.

Son varias etapas desde el momento de la desmovilización; en junio, 600 participantes llegan a su etapa final y para diciembre se tiene a un grupo de mil, quienes ya terminan su ruta de manera satisfactoria.

“A los que han cumplido con su proceso de formación con cursos en el SENA y presentan su plan de negocio, su proyecto es enviado al nivel central para que le aprueben los recursos y de esta forma hagan realidad esos planes”, indicó Ortega Vergara.

Para lograr que estas personas no sean estigmatizadas, la ACR le hace el acompañamiento psicosocial y atención para el trabajo, porque la idea es que ellos mismos sean dueños de sus negocios, generen empleos y se mantengan para mejorar su calidad de vida.

“El SENA trabaja con los participantes en la calificación de la mano de obra, pero se necesita más apoyo de los gremios y de la misma comunidad. Nosotros en la ACR les estamos haciendo un proceso para su vinculación a la sociedad, pero es la misma sociedad la que los rechaza; todavía los ven como si fueran paramilitares, guerrilleros o de grupos ilegales”, acotó el Coordinador Regional de la ACR.

Como una ayuda a los que se desmovilizaron, se les entregan dos millones de pesos, recurso que ha sido invertido en salones de belleza, tiendas de víveres y abarrotes, tiendas de ropa, cafés internet, carros de comida rápida u otros negocios. De acuerdo con el análisis de la ACR, el 80% de los negocios se mantienen y se les hace acompañamiento constante.


La Ley 

La Ley 1424 de 2010, es la única que le da el marco legal a la desmovilización, determina los beneficios a los participantes para que paguen su condena, pero los deja libre con la condición de que trabajen.

Aquellos que por una u otra razón sean capturados por estar delinquiendo, de manera inmediata quedan excluidos del programa y, por tanto, pierden los beneficios como son el de capacitación, acompañamiento y ayudas económicas, entre otros.

De acuerdo con el reporte de la Policía Nacional, durante el pasado mes de abril, dos desmovilizados que eran participantes del programa, fueron asesinados mediante la modalidad de sicariato, un caso fue en Aguachica y el otro en Codazzi.

De igual forma, fueron capturados seis desmovilizados; dos de ellos, por homicidio en Aguachica y Curumaní; dos por tráfico o porte de estupefacientes en Valledupar; uno por tráfico de moneda falsa en Aguachica y uno por porte de arma de fuego en Valledupar.


Servicios sociales 

Una forma de que la sociedad no excluya a los desmovilizados es por medio de los servicios sociales orientados por la Agencia Colombiana para la Reintegración. Los  desmovilizados  en  proceso  de reintegración  deben  adelantar  80  horas  de  servicio social  en  cumplimiento  de  lo  establecido  en  la Ley 1424,   atendiendo necesidades   que   mejoren   la calidad de vida de las comunidades que los acogen.

Esos servicios están enfocados a: Embellecimiento de espacio público, recuperación ambiental, generación de espacios de recreación, arte, cultura y deporte; acompañamiento a la atención en salud y atención alimentaria, multiplicadores del conocimiento y aporte de habilidades especiales.

La invitación 

Algunos desmovilizados han abandonado el programa de la ACR; la invitación que les hace el Coordinador de esta entidad en el Cesar-Guajira, es que regresen, que continúen con su ruta, por ello la Policía les hace un seguimiento para evitar que estas personas vuelvan a esos grupos ilegales.

Por su parte, Jainer Quintero dijo que “es el momento de recapacitar, a todas esas personas que estuvieron en el proceso les hago un llamado para que se den cuenta de que la vida es bonita, que hay que vivirla y dejar todo lo malo en el pasado”.