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Columnista - 13 febrero, 2018

Manuel González, periodista trotamundos

Era época de algodonales en Codazzi, Manolo era un niño que jugaba bajo su sol canicular, se le despertó la afición por las comunicaciones, ‘Manolo’, para algunos, ‘Ñoño’ para otros, por su gran parecido físico con el personaje de la serie mexicana de televisión ‘El Chavo’. Manuel González Moscote hacía incursiones a la edad de […]

Era época de algodonales en Codazzi, Manolo era un niño que jugaba bajo su sol canicular, se le despertó la afición por las comunicaciones, ‘Manolo’, para algunos, ‘Ñoño’ para otros, por su gran parecido físico con el personaje de la serie mexicana de televisión ‘El Chavo’.

Manuel González Moscote hacía incursiones a la edad de 14 años en eventos culturales en colegios o donde hubiera la oportunidad callejera de un micrófono abierto, perifoneaba subido en un carro, cualquier carpa de circo o salón de baile.

En estos avatares fue descubierto por el locutor Amílcar Arias, dirigía en Codazzi la emisora Radio Perijá, filial de Ondas de Macondo, allí hacia turnos esporádicamente.

Fue escuchado por Crispín Rodríguez, quien estaba en la competencia de la misma localidad, Radio Codazzi, filial de Radio Guatapurí, ambas propiedad de Manuel Pineda. En esta estación aprendió a interactuar con el público improvisando, herramienta que le sirvió muchos años después para desarrollar su actividad periodística y académica como catedrático en expresión oral en varias universidades.

Para 1982 en Valledupar, irrumpen las ondas hertzianas de La Voz del Cañaguate, hasta donde llega González de la mano de su paisano, el periodista Rafael Oñate Rivero, quien había conformado un grupo para transmitir partidos de fútbol de Junior y Unión Magdalena, era la voz comercial, como también lo fue de ‘Cambio 24’, el noticiero de esa estación y lector de noticias cuando estaba ausente el titular Egberto Gutiérrez, con el que compartió cabina.

En las postrimerías de su viaje a su consagración, estuvo fugazmente en Radio Guatapurí, Radio Valledupar y Bucaramanga.

Llega a Bogotá con deseos de adquirir conocimientos académicos, se matricula en la academia Arco, alternó sus estudios con el trabajo radial, fue voz comercial de William Vinasco. Cuando este decide separase del narrador de fútbol Perdomo Ch, forma su equipo en La Voz de Bogotá, con Humberto Salcedo, Armando Plata, ‘El Chupo’ y ‘Manolo’.

‘El Ñoño’ fue narrador de radionovelas en el extinto circuito Todelar, fue personaje al lado de Gaspar Ospina, quien hacía de Kaliman, allí también leyó noticias al lado de ‘Manolo’ Villareal, Jorge Antonio Vega, bajo la egida de Edgar Artunduaga, después estuvo en la televisión.

Le dio un vuelco a la narración del automovilismo en Colombia cuando fue llamado a Caracol por César A. Londoño, quien le insinuó narración rápida de esta competencia, los colegas lo sacaron a sombrerazos del autódromo, cuando escucharon su tono alto y alegre, no era costumbre dijo

German Mejía, quien copió el estilo de González.
Fue al exterior con una beca del Icetex de estudios internacionales de comunicaciones, a la parte asiática de Rusia, a Tajikistan, su capital Tushanbe, observa la salida de las tropas rusas de Afganistán.

Regresa a Moscú, es vinculado a Radio Moscú que operaba en 34 idiomas, fue durante 30 años la voz oficial en español, llega a Bogotá como catedrático de las universidades Jorge Tadeo, Javeriana y Santo Tomas, trabajó como corresponsal de CNN Radio y televisión, Televisa, Univisión y otros medios del mundo.

Columnista
13 febrero, 2018

Manuel González, periodista trotamundos

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Celso Guerra Gutiérrez

Era época de algodonales en Codazzi, Manolo era un niño que jugaba bajo su sol canicular, se le despertó la afición por las comunicaciones, ‘Manolo’, para algunos, ‘Ñoño’ para otros, por su gran parecido físico con el personaje de la serie mexicana de televisión ‘El Chavo’. Manuel González Moscote hacía incursiones a la edad de […]


Era época de algodonales en Codazzi, Manolo era un niño que jugaba bajo su sol canicular, se le despertó la afición por las comunicaciones, ‘Manolo’, para algunos, ‘Ñoño’ para otros, por su gran parecido físico con el personaje de la serie mexicana de televisión ‘El Chavo’.

Manuel González Moscote hacía incursiones a la edad de 14 años en eventos culturales en colegios o donde hubiera la oportunidad callejera de un micrófono abierto, perifoneaba subido en un carro, cualquier carpa de circo o salón de baile.

En estos avatares fue descubierto por el locutor Amílcar Arias, dirigía en Codazzi la emisora Radio Perijá, filial de Ondas de Macondo, allí hacia turnos esporádicamente.

Fue escuchado por Crispín Rodríguez, quien estaba en la competencia de la misma localidad, Radio Codazzi, filial de Radio Guatapurí, ambas propiedad de Manuel Pineda. En esta estación aprendió a interactuar con el público improvisando, herramienta que le sirvió muchos años después para desarrollar su actividad periodística y académica como catedrático en expresión oral en varias universidades.

Para 1982 en Valledupar, irrumpen las ondas hertzianas de La Voz del Cañaguate, hasta donde llega González de la mano de su paisano, el periodista Rafael Oñate Rivero, quien había conformado un grupo para transmitir partidos de fútbol de Junior y Unión Magdalena, era la voz comercial, como también lo fue de ‘Cambio 24’, el noticiero de esa estación y lector de noticias cuando estaba ausente el titular Egberto Gutiérrez, con el que compartió cabina.

En las postrimerías de su viaje a su consagración, estuvo fugazmente en Radio Guatapurí, Radio Valledupar y Bucaramanga.

Llega a Bogotá con deseos de adquirir conocimientos académicos, se matricula en la academia Arco, alternó sus estudios con el trabajo radial, fue voz comercial de William Vinasco. Cuando este decide separase del narrador de fútbol Perdomo Ch, forma su equipo en La Voz de Bogotá, con Humberto Salcedo, Armando Plata, ‘El Chupo’ y ‘Manolo’.

‘El Ñoño’ fue narrador de radionovelas en el extinto circuito Todelar, fue personaje al lado de Gaspar Ospina, quien hacía de Kaliman, allí también leyó noticias al lado de ‘Manolo’ Villareal, Jorge Antonio Vega, bajo la egida de Edgar Artunduaga, después estuvo en la televisión.

Le dio un vuelco a la narración del automovilismo en Colombia cuando fue llamado a Caracol por César A. Londoño, quien le insinuó narración rápida de esta competencia, los colegas lo sacaron a sombrerazos del autódromo, cuando escucharon su tono alto y alegre, no era costumbre dijo

German Mejía, quien copió el estilo de González.
Fue al exterior con una beca del Icetex de estudios internacionales de comunicaciones, a la parte asiática de Rusia, a Tajikistan, su capital Tushanbe, observa la salida de las tropas rusas de Afganistán.

Regresa a Moscú, es vinculado a Radio Moscú que operaba en 34 idiomas, fue durante 30 años la voz oficial en español, llega a Bogotá como catedrático de las universidades Jorge Tadeo, Javeriana y Santo Tomas, trabajó como corresponsal de CNN Radio y televisión, Televisa, Univisión y otros medios del mundo.