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Comunidad - 14 julio, 2017

Manjoles rebosados tienen ‘apestada’ a Valledupar

Emdupar no tiene recursos para solucionar todos los problemas de alcantarillado en la ciudad.

 Habitantes de los distintos barrios de Valledupar están preocupados y molestos por los constantes rebosamientos de manjoles en la ciudad. CORTESÍA.
Habitantes de los distintos barrios de Valledupar están preocupados y molestos por los constantes rebosamientos de manjoles en la ciudad. CORTESÍA.

Habitantes del norte, sur, oriente y occidente de Valledupar han denunciado de las constantes fallas del sistema de alcantarillado de la ciudad, que al colapsar arroja aguas residuales a las calles y en los peores casos en interior de las viviendas.

EL PILÓN ha publicado en varias ocasiones los problemas de diferentes barrios que se quejan de los malos olores que produce esta situación. El abogado José Luis Montero tomó la decisión de interponer una acción de tutela al municipio de Valledupar por el pésimo estado del alcantarillado de la ciudad, situación en la que también es víctima porque en el sector de su residencia también son constantes los rebosamientos de manjoles.

Montero vive hace cinco años en el barrio La Esperanza y aseguró que las calles de Valledupar se convirtieron en un río de pestilencia. “Hace dos años estoy viendo que el manjol que está cerca de mi casa se rebosa y llega la cuadrilla de Emdupar solo a destapar y se van, pero siguen los rebosamientos, necesitamos soluciones de largo plazo”, expresó.

Un menor que sufre de problemas respiratorios y está afectado en su residencia ubicada en el barrio La Esperanza, donde ha tenido fuertes recaídas por un hongo que le salió en una de sus extremidades, según sus familiares, debido a las aguas residuales del sector.

“Los médicos indicaron que ese hongo fue por las aguas negras que le cayeron en una de sus piernas, los carros pasan y chispean el agua dentro de las casas, la pierna la tiene bastante infectada”, contó el abogado.
Montero asegura que día por medio se registran los rebosamientos y han tenido que vivir por dos años con esta situación.

“Por la calle 7ª y las carreras 19 C1 y 19 recorren las heces fecales y los olores nauseabundos son insoportables, a tal punto que los habitantes de este sector no pueden consumir tranquilamente sus alimentos, esto se ha convertido en un problema de salud pública porque ya hay personas enfermas con patologías respiratorias, infecciones en la piel y estrés”, explicó José Luis Montero, residente del barrio La Esperanza.

En el suroccidente

El barrio Villa Fuentes, ubicado en el suroccidente de Valledupar, también presenta problemas con el alcantarillado. María Elena Ditta, quien vive hace dos años en el sector, aseguró que es primera vez que observa este problema.

“Es una alcantarilla que está causando problemas en el barrio, en esa cuadra hay siete casas afectadas, están saliendo gusanos de esas aguas negras y Emdupar no ha sido capaz de venir a solucionar. Este rebosamiento lleva 15 días”, contó la habitante desesperada.

La carrera 25C-47 es la que presenta el problema de salubridad, puesto que las aguas negras están saliendo dentro de las viviendas, donde en hay dos hogares del Bienestar Familiar.

“Los niños han tenido que asistir a los hogares de bienestar porque no pueden perder clases, las mamás tienen que trabajar y no tienen donde dejarlos, entonces las profesoras han tenido que hacer maravillas para que estos niños puedan estar tranquilos sin ese olor tan horrible”, contó.

El barrio Oasis también presenta constantes desbordamientos, así como Don Carmelo, Chiriquí y Villa Haydith.
Alfonso Medina, morador de Villa Haydith, denunció que los barrios anteriormente nombrados se han vuelto invivibles. “En Chiriquí ya es normal ver los manjoles rebosados, como no hay pavimento la cosa se agudiza, esto ha causado enfermedades en los niños y ancianos de la comunidad”, afirmó el líder comunitario.
Medina denunció que en frente del Centro de Desarrollo Infantil, CDI, hay un manjol que lleva muchos días destilando aguas negras. “Los niños que van al CDI se han tenido que enfrentar a muchas enfermedades, llamo a Emdupar y es un teléfono roto, nosotros queremos que nos solucionen”, dijo.

La comunidad está tan molesta que amenaza con dejar de pagar los recibos de agua debido a los problemas con los manjoles.

Siguen los casos

Doña Paulina Montero, de 90 años de edad, vive sola en su casa del barrio Nuevo Amanecer, donde ayer amaneció inundada de aguas fétidas por el desbordamiento de cuatro alcantarillas en la carrera 40.

Así como doña Paulina, están todos los residentes del barrio Nuevo Amanecer, que desde hace una semana tienen cuatro alcantarillas rebosadas. La presidenta de la Junta de Acción Comunal de ese sector, Adriana Arias, denunció ante EL PILÓN que las aguas negras se devolvieron en los baños de las residencias y que esto sucede frecuentemente.

“Los olores están de no aguanta, doña paulina vive sola y da pesar porque su casa amaneció inundada ese heces, no es justo que una señora de tan avanzada edad tenga que pasar por esto, nadie aguanta el olor”, expresó Arias.

Así como Nuevo Amanecer, también hay otros barrios en Valledupar como Los Caciques, Villa Corelca, Los Mayales y Villa Olímpica.

¿Qué dice Emdupar?

Armando Cuello, gerente de la empresa de servicios públicos, Emdupar, argumentó que el área técnica de la empresa ha estado pendiente de cada zona donde se registren estos problemas. “Toda la ciudad presenta inconvenientes con el alcantarillado porque no hay cultura ciudadana, la comunidad tapona las alcantarillas con mucha basura, se encuentran muchos residuos que no deben ser evacuados por los inodoros de las casas, con decirle que hemos encontrado ropa interior y condones”, expresó Cuello.

El gerente argumentó que hay un plan maestro de acueducto y alcantarillado para cambiar el antiguo que hay en la ciudad, pero “se están haciendo unas gestiones porque el cambio de acueducto cuesta mucho dinero, entonces estamos interviniendo poco a poco”.

Armando Cuello expresó que su equipo de trabajo seguirá atendiendo las emergencias que se presentan, pero que necesita apoyo de la comunidad para evitar los taponamientos.

Por Sara Maestre DiazGranados

 

Comunidad
14 julio, 2017

Manjoles rebosados tienen ‘apestada’ a Valledupar

Emdupar no tiene recursos para solucionar todos los problemas de alcantarillado en la ciudad.


 Habitantes de los distintos barrios de Valledupar están preocupados y molestos por los constantes rebosamientos de manjoles en la ciudad. CORTESÍA.
Habitantes de los distintos barrios de Valledupar están preocupados y molestos por los constantes rebosamientos de manjoles en la ciudad. CORTESÍA.

Habitantes del norte, sur, oriente y occidente de Valledupar han denunciado de las constantes fallas del sistema de alcantarillado de la ciudad, que al colapsar arroja aguas residuales a las calles y en los peores casos en interior de las viviendas.

EL PILÓN ha publicado en varias ocasiones los problemas de diferentes barrios que se quejan de los malos olores que produce esta situación. El abogado José Luis Montero tomó la decisión de interponer una acción de tutela al municipio de Valledupar por el pésimo estado del alcantarillado de la ciudad, situación en la que también es víctima porque en el sector de su residencia también son constantes los rebosamientos de manjoles.

Montero vive hace cinco años en el barrio La Esperanza y aseguró que las calles de Valledupar se convirtieron en un río de pestilencia. “Hace dos años estoy viendo que el manjol que está cerca de mi casa se rebosa y llega la cuadrilla de Emdupar solo a destapar y se van, pero siguen los rebosamientos, necesitamos soluciones de largo plazo”, expresó.

Un menor que sufre de problemas respiratorios y está afectado en su residencia ubicada en el barrio La Esperanza, donde ha tenido fuertes recaídas por un hongo que le salió en una de sus extremidades, según sus familiares, debido a las aguas residuales del sector.

“Los médicos indicaron que ese hongo fue por las aguas negras que le cayeron en una de sus piernas, los carros pasan y chispean el agua dentro de las casas, la pierna la tiene bastante infectada”, contó el abogado.
Montero asegura que día por medio se registran los rebosamientos y han tenido que vivir por dos años con esta situación.

“Por la calle 7ª y las carreras 19 C1 y 19 recorren las heces fecales y los olores nauseabundos son insoportables, a tal punto que los habitantes de este sector no pueden consumir tranquilamente sus alimentos, esto se ha convertido en un problema de salud pública porque ya hay personas enfermas con patologías respiratorias, infecciones en la piel y estrés”, explicó José Luis Montero, residente del barrio La Esperanza.

En el suroccidente

El barrio Villa Fuentes, ubicado en el suroccidente de Valledupar, también presenta problemas con el alcantarillado. María Elena Ditta, quien vive hace dos años en el sector, aseguró que es primera vez que observa este problema.

“Es una alcantarilla que está causando problemas en el barrio, en esa cuadra hay siete casas afectadas, están saliendo gusanos de esas aguas negras y Emdupar no ha sido capaz de venir a solucionar. Este rebosamiento lleva 15 días”, contó la habitante desesperada.

La carrera 25C-47 es la que presenta el problema de salubridad, puesto que las aguas negras están saliendo dentro de las viviendas, donde en hay dos hogares del Bienestar Familiar.

“Los niños han tenido que asistir a los hogares de bienestar porque no pueden perder clases, las mamás tienen que trabajar y no tienen donde dejarlos, entonces las profesoras han tenido que hacer maravillas para que estos niños puedan estar tranquilos sin ese olor tan horrible”, contó.

El barrio Oasis también presenta constantes desbordamientos, así como Don Carmelo, Chiriquí y Villa Haydith.
Alfonso Medina, morador de Villa Haydith, denunció que los barrios anteriormente nombrados se han vuelto invivibles. “En Chiriquí ya es normal ver los manjoles rebosados, como no hay pavimento la cosa se agudiza, esto ha causado enfermedades en los niños y ancianos de la comunidad”, afirmó el líder comunitario.
Medina denunció que en frente del Centro de Desarrollo Infantil, CDI, hay un manjol que lleva muchos días destilando aguas negras. “Los niños que van al CDI se han tenido que enfrentar a muchas enfermedades, llamo a Emdupar y es un teléfono roto, nosotros queremos que nos solucionen”, dijo.

La comunidad está tan molesta que amenaza con dejar de pagar los recibos de agua debido a los problemas con los manjoles.

Siguen los casos

Doña Paulina Montero, de 90 años de edad, vive sola en su casa del barrio Nuevo Amanecer, donde ayer amaneció inundada de aguas fétidas por el desbordamiento de cuatro alcantarillas en la carrera 40.

Así como doña Paulina, están todos los residentes del barrio Nuevo Amanecer, que desde hace una semana tienen cuatro alcantarillas rebosadas. La presidenta de la Junta de Acción Comunal de ese sector, Adriana Arias, denunció ante EL PILÓN que las aguas negras se devolvieron en los baños de las residencias y que esto sucede frecuentemente.

“Los olores están de no aguanta, doña paulina vive sola y da pesar porque su casa amaneció inundada ese heces, no es justo que una señora de tan avanzada edad tenga que pasar por esto, nadie aguanta el olor”, expresó Arias.

Así como Nuevo Amanecer, también hay otros barrios en Valledupar como Los Caciques, Villa Corelca, Los Mayales y Villa Olímpica.

¿Qué dice Emdupar?

Armando Cuello, gerente de la empresa de servicios públicos, Emdupar, argumentó que el área técnica de la empresa ha estado pendiente de cada zona donde se registren estos problemas. “Toda la ciudad presenta inconvenientes con el alcantarillado porque no hay cultura ciudadana, la comunidad tapona las alcantarillas con mucha basura, se encuentran muchos residuos que no deben ser evacuados por los inodoros de las casas, con decirle que hemos encontrado ropa interior y condones”, expresó Cuello.

El gerente argumentó que hay un plan maestro de acueducto y alcantarillado para cambiar el antiguo que hay en la ciudad, pero “se están haciendo unas gestiones porque el cambio de acueducto cuesta mucho dinero, entonces estamos interviniendo poco a poco”.

Armando Cuello expresó que su equipo de trabajo seguirá atendiendo las emergencias que se presentan, pero que necesita apoyo de la comunidad para evitar los taponamientos.

Por Sara Maestre DiazGranados