La audición forma parte de los cinco sentidos que nos permiten relacionarnos con nuestro entorno. Imagina ¿cuán difícil sería vivir sin alguno de ellos?
La audición forma parte de los cinco sentidos que nos permiten relacionarnos con nuestro entorno. Imagina ¿cuán difícil sería vivir sin alguno de ellos?
Por ello es importante aprender a valorar el sentido de la audición y evitar caer en simples costumbres que pueden ocasionar pérdida paulatina y permanente de la capacidad auditiva.
Los volúmenes altos nos perjudican porque nuestros oídos no están preparados para soportarlos, en concreto a más de 80 decibeles empiezan los daños. Un hábito común, sobre todo entre los jóvenes de hoy día, consiste en escuchar música a intenso volumen a través de auriculares conectados a celulares o reproductores de música en el momento de realizar ejercicios, caminatas, u otras actividades.
Para que el auricular no dañe nuestros oídos y como consecuencia nuestra audición debemos llevar en cuenta ciertos consejos como:
Evita compartirlos con otra persona, los auriculares guardan bacterias en su interior que pueden causarte infecciones peligrosas y dolorosas. Si los compartes asegúrate de desinfectarlos por medio de alcohol y un paño de tela.
No te acostumbres a usar los audífonos todo el tiempo y por largos periodos, limítate a hacerlo cuando sea realmente necesario. Recuerda que la audición en muy importante en nuestra vida como para perderla lentamente.
Si no cuidas tus oídos de la manera en que se merecen puedes exponerte a daños irreversibles como la pérdida auditiva a causa del exceso en tiempo y volumen al usar los auriculares. Debe llamar tu atención si luego que sacarte los auriculares sientes como zumbidos (acufenos). Esta situación es una señal de estar sufriendo fatiga auditiva.
Esto es, básicamente, una disminución temporal de la audición que aparece tras la exposición prolongada a ruido intenso. En este caso no se produce lesión auditiva permanente y la persona se recupera totalmente entre 2 y 16 horas luego de la exposición. Sin embargo, una fatiga prolongada no permite la recuperación total y se puede producir hipoacusia (pérdida de sensibilidad auditiva) permanente.
La audición forma parte de los cinco sentidos que nos permiten relacionarnos con nuestro entorno. Imagina ¿cuán difícil sería vivir sin alguno de ellos?
La audición forma parte de los cinco sentidos que nos permiten relacionarnos con nuestro entorno. Imagina ¿cuán difícil sería vivir sin alguno de ellos?
Por ello es importante aprender a valorar el sentido de la audición y evitar caer en simples costumbres que pueden ocasionar pérdida paulatina y permanente de la capacidad auditiva.
Los volúmenes altos nos perjudican porque nuestros oídos no están preparados para soportarlos, en concreto a más de 80 decibeles empiezan los daños. Un hábito común, sobre todo entre los jóvenes de hoy día, consiste en escuchar música a intenso volumen a través de auriculares conectados a celulares o reproductores de música en el momento de realizar ejercicios, caminatas, u otras actividades.
Para que el auricular no dañe nuestros oídos y como consecuencia nuestra audición debemos llevar en cuenta ciertos consejos como:
Evita compartirlos con otra persona, los auriculares guardan bacterias en su interior que pueden causarte infecciones peligrosas y dolorosas. Si los compartes asegúrate de desinfectarlos por medio de alcohol y un paño de tela.
No te acostumbres a usar los audífonos todo el tiempo y por largos periodos, limítate a hacerlo cuando sea realmente necesario. Recuerda que la audición en muy importante en nuestra vida como para perderla lentamente.
Si no cuidas tus oídos de la manera en que se merecen puedes exponerte a daños irreversibles como la pérdida auditiva a causa del exceso en tiempo y volumen al usar los auriculares. Debe llamar tu atención si luego que sacarte los auriculares sientes como zumbidos (acufenos). Esta situación es una señal de estar sufriendo fatiga auditiva.
Esto es, básicamente, una disminución temporal de la audición que aparece tras la exposición prolongada a ruido intenso. En este caso no se produce lesión auditiva permanente y la persona se recupera totalmente entre 2 y 16 horas luego de la exposición. Sin embargo, una fatiga prolongada no permite la recuperación total y se puede producir hipoacusia (pérdida de sensibilidad auditiva) permanente.