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Columnista - 17 mayo, 2017

Los reyes del 50 festival vallenato pasaron trabajo

Lo de las finales de los concursos en el mal llamado Parque del Festival Vallenato es toda una odisea, porque eso de parque no tiene nada aunque sobre el lote hay miles de millones de pesos invertidos por el gobierno. Sin embargo, esta es la fiesta nuestra, en donde nos encontramos cada año con los […]

Lo de las finales de los concursos en el mal llamado Parque del Festival Vallenato es toda una odisea, porque eso de parque no tiene nada aunque sobre el lote hay miles de millones de pesos invertidos por el gobierno.
Sin embargo, esta es la fiesta nuestra, en donde nos encontramos cada año con los amigos, familiares y disfrutamos de una parranda. Es un jolgorio interesante en donde recordamos al ‘Viejo’ Emiliano verseando con Lorenzo Morales. En cada casa se oyen los lamentos de Leandro Díaz y los versos de ‘Toño’ Salas y muchos sienten, aún, la voz trémula de Simón Salas cantándole a su tía ‘La Vieja’ Sara María Salas Baquero (mamá de Emiliano, ‘Toño’ y ocho muchachitos más). De ellos solo quedan tres.

Valledupar ‘se prende’ de música, como dice mi hijo José David Cotes Rincones, quien por estar de turno en una clínica en Bogotá se perdió la celebración del Rey de Reyes. No escuchó las anécdotas del Rey Vallenato Miguel López, quien recordó que Alfredo Enrique Gutiérrez Acosta, el papá de Alfredo Gutiérrez, hacía bailes en La Paz con bombo, redoblante, acordeón, instrumentos de viento y bajo. Y también habló de “La peor es ná”, la banda de La Paz (de Clemente y Luis Gregorio).

Rememoró Miguel López a Luis Enrique Martínez, de quien dice que era ‘el perrero’ de los acordeoneros. Hoy su hijo Álvaro López es el nuevo Rey de Reyes, un premio justo, que se ganó en franca lid.
Pero mientras muchos disfrutaban del festival, las anécdotas y la música, los reyes vallenatos profesionales y concursantes vivieron momentos azarosos con sus acordeones y sus compañeros de conjunto. Es que los participantes deben valerse y desplazarse por sus propios medios. La Fundación que organiza el evento, según el Rey Navin López, no le presta apoyo logístico. Inclusive, los reyes que pasaron a la gran final llegaron con sus equipos a cuestas porque la orden era que no podían entrar los ayudantes con la caja, la guacharaca y los acordeones.

“Ni una gota de agua potable nos dieron. Yo compré dos cervezas con mi plata”, dijo Navin López. Tuvieron que comprar agua a 15 y 20 mil pesos, mientras Carlos Vives tenía en su camerino frutas, agua de varias marcas y todas las provisiones que al final nunca consumió.

Los reyes deambulaban por los pasillos del parque, exponiendo sus instrumentos a la lluvia, porque no les dejaron entrar ni sobrillas. “Yo lo que pido es que nos den importancia, porque los reyes son los que hacen el festival. Yo no estoy de sindicalista, pero insisto que deben darnos lo que nos merecemos”, precisó Navin.

Es inaudito que los concursantes del Festival Vallenato sean tratados como de quinta categoría, mientras que los artistas internacionales ganan fortunas por dos o tres horas de presentación.

Pareciera que a los músicos vallenatos no les reconocieran sus jerarquías y eso es un mal que siempre ha pasado como ocurrió con los pioneros acordeoneros Carlos Araque Mieles (1910–1987), y Pablo Rafael López (abuelo de Alvarito López), quienes hasta ‘pagaron’ el servicio militar en el Batallón Córdoba y murieron en medio del olvido total de los gestores del folclor y para ellos no hay homenajes póstumos. Tampoco nadie recuerda al acordeonero Carlos Noriega Mora, quien estuvo preso con Rafael Escalona por la canción del “Jerre jerre”.

Ahora hay una pelotera entre el presidente de la Fundación, Rodolfo Molina Araujo, y su hermano Andrés Alfredo, porque el primero anunció Rey de Reyes cada cinco años y el segundo no comparte la determinación. La posición fue plasmada en un editorial de la emisora Radio Guatapurí de propiedad de la familia. Hasta la próxima semana.

tiochiro@hotmail.com
@tiochiro

Por Aquilino Cotes Zuleta

 

Columnista
17 mayo, 2017

Los reyes del 50 festival vallenato pasaron trabajo

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Aquilino Cotes Zuleta

Lo de las finales de los concursos en el mal llamado Parque del Festival Vallenato es toda una odisea, porque eso de parque no tiene nada aunque sobre el lote hay miles de millones de pesos invertidos por el gobierno. Sin embargo, esta es la fiesta nuestra, en donde nos encontramos cada año con los […]


Lo de las finales de los concursos en el mal llamado Parque del Festival Vallenato es toda una odisea, porque eso de parque no tiene nada aunque sobre el lote hay miles de millones de pesos invertidos por el gobierno.
Sin embargo, esta es la fiesta nuestra, en donde nos encontramos cada año con los amigos, familiares y disfrutamos de una parranda. Es un jolgorio interesante en donde recordamos al ‘Viejo’ Emiliano verseando con Lorenzo Morales. En cada casa se oyen los lamentos de Leandro Díaz y los versos de ‘Toño’ Salas y muchos sienten, aún, la voz trémula de Simón Salas cantándole a su tía ‘La Vieja’ Sara María Salas Baquero (mamá de Emiliano, ‘Toño’ y ocho muchachitos más). De ellos solo quedan tres.

Valledupar ‘se prende’ de música, como dice mi hijo José David Cotes Rincones, quien por estar de turno en una clínica en Bogotá se perdió la celebración del Rey de Reyes. No escuchó las anécdotas del Rey Vallenato Miguel López, quien recordó que Alfredo Enrique Gutiérrez Acosta, el papá de Alfredo Gutiérrez, hacía bailes en La Paz con bombo, redoblante, acordeón, instrumentos de viento y bajo. Y también habló de “La peor es ná”, la banda de La Paz (de Clemente y Luis Gregorio).

Rememoró Miguel López a Luis Enrique Martínez, de quien dice que era ‘el perrero’ de los acordeoneros. Hoy su hijo Álvaro López es el nuevo Rey de Reyes, un premio justo, que se ganó en franca lid.
Pero mientras muchos disfrutaban del festival, las anécdotas y la música, los reyes vallenatos profesionales y concursantes vivieron momentos azarosos con sus acordeones y sus compañeros de conjunto. Es que los participantes deben valerse y desplazarse por sus propios medios. La Fundación que organiza el evento, según el Rey Navin López, no le presta apoyo logístico. Inclusive, los reyes que pasaron a la gran final llegaron con sus equipos a cuestas porque la orden era que no podían entrar los ayudantes con la caja, la guacharaca y los acordeones.

“Ni una gota de agua potable nos dieron. Yo compré dos cervezas con mi plata”, dijo Navin López. Tuvieron que comprar agua a 15 y 20 mil pesos, mientras Carlos Vives tenía en su camerino frutas, agua de varias marcas y todas las provisiones que al final nunca consumió.

Los reyes deambulaban por los pasillos del parque, exponiendo sus instrumentos a la lluvia, porque no les dejaron entrar ni sobrillas. “Yo lo que pido es que nos den importancia, porque los reyes son los que hacen el festival. Yo no estoy de sindicalista, pero insisto que deben darnos lo que nos merecemos”, precisó Navin.

Es inaudito que los concursantes del Festival Vallenato sean tratados como de quinta categoría, mientras que los artistas internacionales ganan fortunas por dos o tres horas de presentación.

Pareciera que a los músicos vallenatos no les reconocieran sus jerarquías y eso es un mal que siempre ha pasado como ocurrió con los pioneros acordeoneros Carlos Araque Mieles (1910–1987), y Pablo Rafael López (abuelo de Alvarito López), quienes hasta ‘pagaron’ el servicio militar en el Batallón Córdoba y murieron en medio del olvido total de los gestores del folclor y para ellos no hay homenajes póstumos. Tampoco nadie recuerda al acordeonero Carlos Noriega Mora, quien estuvo preso con Rafael Escalona por la canción del “Jerre jerre”.

Ahora hay una pelotera entre el presidente de la Fundación, Rodolfo Molina Araujo, y su hermano Andrés Alfredo, porque el primero anunció Rey de Reyes cada cinco años y el segundo no comparte la determinación. La posición fue plasmada en un editorial de la emisora Radio Guatapurí de propiedad de la familia. Hasta la próxima semana.

tiochiro@hotmail.com
@tiochiro

Por Aquilino Cotes Zuleta