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Comunidad - 19 enero, 2018

Los peligros que acechan a la plazoleta de Nueva Esperanza

Realizar actividades cotidianas como sentarse en la puerta de la casa, salir a caminar o jugar, es por estos días para los habitantes del barrio Nueva Esperanza, noroccidente de Valledupar, significado de incomodidad, toda vez que su única plazoleta se convirtió en foco de contaminación e inseguridad.

El sitio abarca unos 50 árboles.
El sitio abarca unos 50 árboles.

Realizar actividades cotidianas como sentarse en la puerta de la casa, salir a caminar o jugar, es por estos días para los habitantes del barrio Nueva Esperanza, noroccidente de Valledupar, significado de incomodidad, toda vez que su única plazoleta se convirtió en foco de contaminación e inseguridad.

Según la comunidad, el principal inconveniente que presenta la plaza localizada en la calle 6 con carrera 24, tiene que ver con el alumbrado público, debido que a las cinco o seis de la tarde el espacio queda a oscuras, convirtiéndose en el escenario ideal para los drogadictos.

Laura Acevedo, comerciante del sector, informó que la cantidad de consumidores es tal, que el olor afecta el medioambiente y evitan salir a la zona para no ser objetos de atracos.

“El olor se mete a las viviendas cercanas y lo primero que pensamos es que los fumadores podrían atracar a los habitantes que pasen por la vía. Esta es una problemática que nos afecta a todos como comunidad porque da inseguridad”, dijo Acevedo.

Otros problemas que se registran en el área tienen relación con la disposición descontrolada de basuras y la ausencia de inversión pública para hacer del espacio un mejor lugar de esparcimiento.

“Las personas de otros sectores llegan ahí a traer a sus perros a hacer necesidades, algunos recogen el deposito del perro, pero dejan la bolsa tirada. Esto nos afecta a todos porque el parque es un pulmón para nosotros”, comentó Luz Marina Sierra, residente del sector.

Para los habitantes, el sitio que abarca unos 50 árboles, sería el espacio predilecto para realizar integraciones familiares o donde los niños podrían jugar, por lo que solicitan a las autoridades locales ejercer mayor control en el lugar.

“El parque ya no es solamente centro de botar basura, sino que ya los jóvenes se vienen a consumir droga acá. Es necesario que las autoridades competentes presten atención a la situación, que lo arreglen e implementen el alumbrado público”, dijo José Carlos Lagos docente, líder comunitario.

Ante la problemática, el representante de la Concesión de Alumbrado Público del Municipio, Jaison Penson Molina, indicó que “si esta área es pública y requiere de iluminación los habitantes deben respetuosamente realizarle la solicitud al Alcalde para que este a su vez sea quien decida si el lugar debe ser intervenido”, dijo el funcionario.

Por Marllelys Salinas / EL PILÓN
[email protected]

Comunidad
19 enero, 2018

Los peligros que acechan a la plazoleta de Nueva Esperanza

Realizar actividades cotidianas como sentarse en la puerta de la casa, salir a caminar o jugar, es por estos días para los habitantes del barrio Nueva Esperanza, noroccidente de Valledupar, significado de incomodidad, toda vez que su única plazoleta se convirtió en foco de contaminación e inseguridad.


El sitio abarca unos 50 árboles.
El sitio abarca unos 50 árboles.

Realizar actividades cotidianas como sentarse en la puerta de la casa, salir a caminar o jugar, es por estos días para los habitantes del barrio Nueva Esperanza, noroccidente de Valledupar, significado de incomodidad, toda vez que su única plazoleta se convirtió en foco de contaminación e inseguridad.

Según la comunidad, el principal inconveniente que presenta la plaza localizada en la calle 6 con carrera 24, tiene que ver con el alumbrado público, debido que a las cinco o seis de la tarde el espacio queda a oscuras, convirtiéndose en el escenario ideal para los drogadictos.

Laura Acevedo, comerciante del sector, informó que la cantidad de consumidores es tal, que el olor afecta el medioambiente y evitan salir a la zona para no ser objetos de atracos.

“El olor se mete a las viviendas cercanas y lo primero que pensamos es que los fumadores podrían atracar a los habitantes que pasen por la vía. Esta es una problemática que nos afecta a todos como comunidad porque da inseguridad”, dijo Acevedo.

Otros problemas que se registran en el área tienen relación con la disposición descontrolada de basuras y la ausencia de inversión pública para hacer del espacio un mejor lugar de esparcimiento.

“Las personas de otros sectores llegan ahí a traer a sus perros a hacer necesidades, algunos recogen el deposito del perro, pero dejan la bolsa tirada. Esto nos afecta a todos porque el parque es un pulmón para nosotros”, comentó Luz Marina Sierra, residente del sector.

Para los habitantes, el sitio que abarca unos 50 árboles, sería el espacio predilecto para realizar integraciones familiares o donde los niños podrían jugar, por lo que solicitan a las autoridades locales ejercer mayor control en el lugar.

“El parque ya no es solamente centro de botar basura, sino que ya los jóvenes se vienen a consumir droga acá. Es necesario que las autoridades competentes presten atención a la situación, que lo arreglen e implementen el alumbrado público”, dijo José Carlos Lagos docente, líder comunitario.

Ante la problemática, el representante de la Concesión de Alumbrado Público del Municipio, Jaison Penson Molina, indicó que “si esta área es pública y requiere de iluminación los habitantes deben respetuosamente realizarle la solicitud al Alcalde para que este a su vez sea quien decida si el lugar debe ser intervenido”, dijo el funcionario.

Por Marllelys Salinas / EL PILÓN
[email protected]