Publicidad
Categorías
Categorías
Columnista - 11 septiembre, 2011

LOS ELEGIDOS

P E R I S C O P I O Por: JAIME GNECCO HERNANDEZ Según cuentan algunos amigos, para el Concejo de Valledupar hay inscritos más de doscientos aspirantes; y en Codazzi hay ciento cincuenta y ocho; yo considero que eso antes de ser malo o contraproducente, más bien es bueno porque demuestra el interés […]

P E R I S C O P I O

Por: JAIME GNECCO HERNANDEZ

Según cuentan algunos amigos, para el Concejo de Valledupar hay inscritos más de doscientos aspirantes; y en Codazzi hay ciento cincuenta y ocho; yo considero que eso antes de ser malo o contraproducente, más bien es bueno porque demuestra el interés de la gente por la cosa pública,  el problema consiste en que los que votan, que ojalá se supere la apatía y desconfianza de la comunidad, tengan el conocimiento para poder escoger a los mejores, pues de los escogidos depende que el señor alcalde pueda llevar a cabo las iniciativas que lleva en la cabeza, y lo mismo sucede con los diputados que se elijan y la labor que podrá desarrollar el gobernador que resulte elegido.
Los requisitos exigibles para representar a la comunidad donde prácticamente se coadministrará con los que dirigen el ejecutivo, están representados en ciertas aptitudes de las que se deben disponer, así  como de la capacidad de asumir también ciertas actitudes cuando es necesario. Entre las aptitudes entra el conocimiento previo del funcionamiento de la administración que se adquiere por la dedicación al estudio, asistencia a cursos específicos o por experiencia propia por haberse desempeñado antes en éstas lides. La experiencia, que no se inventa de la noche a la mañana ni tiene sustitutos, es la gran compañera del éxito en cualquier disciplina a la que se dediquen los humanos.
Como quiera que en los cuerpos colegiados a nadie le regalan nada, hay que ser fiel a la causa que se defiende así como respaldar con actitudes frenteras las cosas o disciplinas en las que uno cree; obviamente no se trata de una guerra entre iguales sino de un enfrentamiento civilizado que no por serlo dejará de llegar a ser áspero, donde habrá que ser paciente, no perder la calma y buscar los mejores argumentos entre los que se destaca la decisión para poder sacar a flote nuestras ideas como las mejores para el beneficio colectivo de nuestro municipio o nuestra región.
Claro que en esa caterva de candidatos en solo dos municipios, y cuantos no habrá en el resto de municipios,  debe haber mucha gente que desconoce el “abc” de cómo funciona un municipio y esos son los candidatos que de salir electos, se convertirán en un estorbo para la administración pues se verán en calzas prietas para seguirles el paso a sus compañeros y el único recurso que les queda es oponerse sistemáticamente a todo lo que sea propuesto; será  pues un concejal, o diputado nulo porque no sabe por donde va tabla, como vemos a tantos aún en el Congreso de la República.
Por eso los votantes, que votan porque quieren con su voto influir en el desarrollo de su municipio bien sea cambiando de rumbo o porque desean que todo siga igual, no pueden equivocarse; deben  escoger un candidato experimentado, que sepa de qué se trata; que no vaya a aliarse con los que piensan distinto porque lo engañaron con una prebenda, que defienda sus tesis con resolución, en fin, que cumpla lo que prometió con facilidad durante su campaña porque hacer política es comprometerse.

Así las cosas, y como quiera que nadie me puede sacar de la cabeza  que los elegidos para gobernador y alcalde de Valledupar serán Luis Alberto Monsalvo y Gonzalo Gómez, respectivamente, ellos necesitan en ambas corporaciones, a gente capacitada, con experiencia y que no se arredren ante los embates de los ataques de opositores y que sepan defender las causas de la administración con altura, coraje y eficiencia.
Para que mis lectores no se ganen un severo dolor de cabeza escogiendo buenos candidatos para los colegiados, les voy a insinuar, sin ningún compromiso, por supuesto, los siguientes en la seguridad que no se arrepentirán de haberlo hecho.
Para la Asamblea del CESAR: Jorge “Popo” Barros y María Cleofe “ La Coco” Martínez. Jorge Barros es un muchacho que ha sido Concejal de Valledupar y Diputado del Cesar, por dos veces consecutivas, y actualmente ostenta el cargo de Presidente de la Asamblea del Cesar, cargo que como él mismo dice, no lo envanece ni le hace olvidar lo mucho que hay que trabajar por nuestro departamento, destacándose en su personalidad su costumbre de estudiar los problemas a fondo a la luz de las leyes que los rigen para darle la mejor solución ceñida a las leyes; su otra virtud es ser conciliador al máximo.
El aporte de “La  Coco” Martínez, en la Asamblea, será importante por su conocimiento y experiencia de la organización y funcionamiento administrativo, ya que ha ocupado curul desde el Concejo hasta el Congreso, tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado de la República, siendo manifiesta su preocupación por empaparse de lo concerniente a esa disciplina. Investigada por ser congresista cesarense, resultó inocente por todo concepto.
Por el partido ASI es candidato al Concejo de Valledupar un liberal de racamandaca, Víctor Luis Córdoba a quien con gusto presento, Víctor Luis fue parte decisiva en la lucha que dimos en 1.974 en nuestro Concejo cuando logramos desbaratar el montaje de corrupción y podredumbre que tenía en las Empresas Públicas  Rafael Suárez y elegimos la primera Contralora municipal, doña Denis Rivadeneira. Valledupar está en deuda con él.

Columnista
11 septiembre, 2011

LOS ELEGIDOS

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jaime Gnecco Hernandez

P E R I S C O P I O Por: JAIME GNECCO HERNANDEZ Según cuentan algunos amigos, para el Concejo de Valledupar hay inscritos más de doscientos aspirantes; y en Codazzi hay ciento cincuenta y ocho; yo considero que eso antes de ser malo o contraproducente, más bien es bueno porque demuestra el interés […]


P E R I S C O P I O

Por: JAIME GNECCO HERNANDEZ

Según cuentan algunos amigos, para el Concejo de Valledupar hay inscritos más de doscientos aspirantes; y en Codazzi hay ciento cincuenta y ocho; yo considero que eso antes de ser malo o contraproducente, más bien es bueno porque demuestra el interés de la gente por la cosa pública,  el problema consiste en que los que votan, que ojalá se supere la apatía y desconfianza de la comunidad, tengan el conocimiento para poder escoger a los mejores, pues de los escogidos depende que el señor alcalde pueda llevar a cabo las iniciativas que lleva en la cabeza, y lo mismo sucede con los diputados que se elijan y la labor que podrá desarrollar el gobernador que resulte elegido.
Los requisitos exigibles para representar a la comunidad donde prácticamente se coadministrará con los que dirigen el ejecutivo, están representados en ciertas aptitudes de las que se deben disponer, así  como de la capacidad de asumir también ciertas actitudes cuando es necesario. Entre las aptitudes entra el conocimiento previo del funcionamiento de la administración que se adquiere por la dedicación al estudio, asistencia a cursos específicos o por experiencia propia por haberse desempeñado antes en éstas lides. La experiencia, que no se inventa de la noche a la mañana ni tiene sustitutos, es la gran compañera del éxito en cualquier disciplina a la que se dediquen los humanos.
Como quiera que en los cuerpos colegiados a nadie le regalan nada, hay que ser fiel a la causa que se defiende así como respaldar con actitudes frenteras las cosas o disciplinas en las que uno cree; obviamente no se trata de una guerra entre iguales sino de un enfrentamiento civilizado que no por serlo dejará de llegar a ser áspero, donde habrá que ser paciente, no perder la calma y buscar los mejores argumentos entre los que se destaca la decisión para poder sacar a flote nuestras ideas como las mejores para el beneficio colectivo de nuestro municipio o nuestra región.
Claro que en esa caterva de candidatos en solo dos municipios, y cuantos no habrá en el resto de municipios,  debe haber mucha gente que desconoce el “abc” de cómo funciona un municipio y esos son los candidatos que de salir electos, se convertirán en un estorbo para la administración pues se verán en calzas prietas para seguirles el paso a sus compañeros y el único recurso que les queda es oponerse sistemáticamente a todo lo que sea propuesto; será  pues un concejal, o diputado nulo porque no sabe por donde va tabla, como vemos a tantos aún en el Congreso de la República.
Por eso los votantes, que votan porque quieren con su voto influir en el desarrollo de su municipio bien sea cambiando de rumbo o porque desean que todo siga igual, no pueden equivocarse; deben  escoger un candidato experimentado, que sepa de qué se trata; que no vaya a aliarse con los que piensan distinto porque lo engañaron con una prebenda, que defienda sus tesis con resolución, en fin, que cumpla lo que prometió con facilidad durante su campaña porque hacer política es comprometerse.

Así las cosas, y como quiera que nadie me puede sacar de la cabeza  que los elegidos para gobernador y alcalde de Valledupar serán Luis Alberto Monsalvo y Gonzalo Gómez, respectivamente, ellos necesitan en ambas corporaciones, a gente capacitada, con experiencia y que no se arredren ante los embates de los ataques de opositores y que sepan defender las causas de la administración con altura, coraje y eficiencia.
Para que mis lectores no se ganen un severo dolor de cabeza escogiendo buenos candidatos para los colegiados, les voy a insinuar, sin ningún compromiso, por supuesto, los siguientes en la seguridad que no se arrepentirán de haberlo hecho.
Para la Asamblea del CESAR: Jorge “Popo” Barros y María Cleofe “ La Coco” Martínez. Jorge Barros es un muchacho que ha sido Concejal de Valledupar y Diputado del Cesar, por dos veces consecutivas, y actualmente ostenta el cargo de Presidente de la Asamblea del Cesar, cargo que como él mismo dice, no lo envanece ni le hace olvidar lo mucho que hay que trabajar por nuestro departamento, destacándose en su personalidad su costumbre de estudiar los problemas a fondo a la luz de las leyes que los rigen para darle la mejor solución ceñida a las leyes; su otra virtud es ser conciliador al máximo.
El aporte de “La  Coco” Martínez, en la Asamblea, será importante por su conocimiento y experiencia de la organización y funcionamiento administrativo, ya que ha ocupado curul desde el Concejo hasta el Congreso, tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado de la República, siendo manifiesta su preocupación por empaparse de lo concerniente a esa disciplina. Investigada por ser congresista cesarense, resultó inocente por todo concepto.
Por el partido ASI es candidato al Concejo de Valledupar un liberal de racamandaca, Víctor Luis Córdoba a quien con gusto presento, Víctor Luis fue parte decisiva en la lucha que dimos en 1.974 en nuestro Concejo cuando logramos desbaratar el montaje de corrupción y podredumbre que tenía en las Empresas Públicas  Rafael Suárez y elegimos la primera Contralora municipal, doña Denis Rivadeneira. Valledupar está en deuda con él.