Por: Franklin Daza Suárez

Twitter: @franklindaza

De no haber sido porque las escuché justo en el momento en que las decía, no hubiera dado crédito a unas afirmaciones que hacía rato esperábamos escuchar de algún artista vallenato de renombre, y las dijo precisamente el más reconocido en estos momentos: Silvestre Dangond. Seguro para muchos pasaron desapercibidas, pero para quienes estuvimos atentos a esa llamada telefónica durante el debut del  programa Caliente y Picante de Radio Guatapurí  el 4 de febrero, escuchamos cómo Silvestre reconocía que para trascender como hicieron los grandes del vallenato, tendría que ser más exigente al elegir sus canciones “ No quiero más canciones plásticas, no más canciones de icopor” y remató diciendo “Prefiero un CD con buenas canciones aunque no sea éxitoso, a un CD Exitoso con malas canciones” , además dio a entender que los compositores se estaban  pellizcando frente a esta realidad,  porque los temas  que hasta ahora le han presentado, en un gran porcentaje han llenado sus expectativas de grabar buen vallenato.

No creo estar exagerando, pero por fin un grande de los nuevos exponentes del vallenato, se atreve a reconocer que se han equivocado al momento de decidir qué canciones incluir en un trabajo musical. Reconoció Silvestre que hay que volver a las raíces de nuestra música , lo que de por sí, ya es un gran paso adelante para reivindicarse con el folclor vallenato y por ende con sus seguidores.

Y es que no es sino encender la radio para escuchar una serie de canciones, la mayoría compuestas por autores casi desconocidos que, aprovechando el sentido mercantilista de algunas disqueras o estaciones radiales y la facilidad que dan las nuevas tecnologías, han escalado rápidamente posiciones por encima de reconocidísimos compositores vallenatos que no se le miden a los vericuetos que al parecer deben pasar para entrar al pódium de los que lideran el rating.

Considero que si el nuevo trabajo discográfico que grabará Silvestre Dangond con Rolando Ochoa responde a lo que afirmó respecto a la calidad de los temas para rescatar el verdadero vallenato, se convertirá en la senda a seguir por los demás conjuntos, especialmente los de las nuevas generaciones que ven en él un auténtico referente.

Silvestre liderando una cruzada por el buen vallenato, por el vallenato de calidad, bien pensado y poéticamente agradable, se convierte en la verdadera tabla de salvación de esta música que se encuentra en franca decadencia desde que la nueva ola irrumpiera con tanta fuerza, desplazando grandes glorias de nuestro folclor.

El mismo Sergio Moya hace pocos días afirmaba que a él le daba tristeza e indignación ver cómo para llegarle a los nuevos exponentes del vallenato, prácticamente tenían que hacer malabares frente a un séquito que acompaña a los nuevos conjuntos para hacerles llegar la letra de alguna canción, para que al fin ni siquiera la escuchen porque se les atraviesa otro desconocido pero con mayores relaciones o amistad con esos anillos de seguridad que los rodean y a ese es al que le terminan grabando.

En buena hora entonces, llega Silvestre a poner orden en la casa y a valorar realmente lo que nunca debió dejarse a un lado, y es el gran talento de nuestros juglares. Esperemos que así sea.