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Judicial - 15 diciembre, 2017

Le rociaron ácido en un ojo durante una parranda

Una discusión durante una parranda tiene sumido en un drama al comerciante Rafael De Armas Moreno, luego de haberle rociado ácido en el ojo izquierdo.

Rafael De Armas Moreno estuvo en la mañana de ayer en un chequeo en Medicina Legal y Ciencias Forenses de Valledupar. Fotos AMP.
Rafael De Armas Moreno estuvo en la mañana de ayer en un chequeo en Medicina Legal y Ciencias Forenses de Valledupar. Fotos AMP.

Una discusión durante una parranda tiene sumido en un drama al comerciante Rafael De Armas Moreno, de 50 años, conocido cariñosamente como ‘El Cacique’, residente en el barrio Francisco de Paula Santander de Valledupar, a quien le rociaron ácido en el ojo izquierdo.

“No sé si me hicieron perder un ojo echándome ácido para que de verdad me pareciera más a Diomedes Díaz, pero fue un vecino, que es joyero y muy allegado de mi casa, junto con otros amigos que en medio de una parranda de amanecida, me hicieron esa maldad”, relató el afectado.

Agregó que la agresión se presentó durante una parranda, cuando él le dijo a su vecino que se iba a acostar, porque tenía sueño, que lo dejaba en casa para que siguiera departiendo. “Pero que gran sorpresa me llevó que cuando me levantó en la mañana, aún estaban departiendo le reclamó que me entregara la billetera y el reloj. Ahí comenzó la discusión y luego a la agresión física, hasta el punto que me hirieron además con pico de botella y no sé si perdí un ojo”, relató.

‘El Cacique’ espera que los médicos lo sometan a varios exámenes para determinar al grado de afectación y las autoridades se encarguen de determinar la responsabilidad penal de sus agresores.

“Soy el fans número uno de Diomedes Díaz, desde que tengo uso de razón me gustó su música, tengo toda su colección, afiches, fotografías y demás. Lo quise igualar en hijos, pero solo logré fecundar a siete y todos ellos tienen los nombres de sus siete primeros hijos, con excepción que llevan el apellido mío”, dijo el hombre orgulloso, pero reprochando que los agresores se hayan valido de esa afición para afectarle un ojo, como le ocurrió a su ídolo.

Por Abdel Martínez Pérez /EL PILÓN

Judicial
15 diciembre, 2017

Le rociaron ácido en un ojo durante una parranda

Una discusión durante una parranda tiene sumido en un drama al comerciante Rafael De Armas Moreno, luego de haberle rociado ácido en el ojo izquierdo.


Rafael De Armas Moreno estuvo en la mañana de ayer en un chequeo en Medicina Legal y Ciencias Forenses de Valledupar. Fotos AMP.
Rafael De Armas Moreno estuvo en la mañana de ayer en un chequeo en Medicina Legal y Ciencias Forenses de Valledupar. Fotos AMP.

Una discusión durante una parranda tiene sumido en un drama al comerciante Rafael De Armas Moreno, de 50 años, conocido cariñosamente como ‘El Cacique’, residente en el barrio Francisco de Paula Santander de Valledupar, a quien le rociaron ácido en el ojo izquierdo.

“No sé si me hicieron perder un ojo echándome ácido para que de verdad me pareciera más a Diomedes Díaz, pero fue un vecino, que es joyero y muy allegado de mi casa, junto con otros amigos que en medio de una parranda de amanecida, me hicieron esa maldad”, relató el afectado.

Agregó que la agresión se presentó durante una parranda, cuando él le dijo a su vecino que se iba a acostar, porque tenía sueño, que lo dejaba en casa para que siguiera departiendo. “Pero que gran sorpresa me llevó que cuando me levantó en la mañana, aún estaban departiendo le reclamó que me entregara la billetera y el reloj. Ahí comenzó la discusión y luego a la agresión física, hasta el punto que me hirieron además con pico de botella y no sé si perdí un ojo”, relató.

‘El Cacique’ espera que los médicos lo sometan a varios exámenes para determinar al grado de afectación y las autoridades se encarguen de determinar la responsabilidad penal de sus agresores.

“Soy el fans número uno de Diomedes Díaz, desde que tengo uso de razón me gustó su música, tengo toda su colección, afiches, fotografías y demás. Lo quise igualar en hijos, pero solo logré fecundar a siete y todos ellos tienen los nombres de sus siete primeros hijos, con excepción que llevan el apellido mío”, dijo el hombre orgulloso, pero reprochando que los agresores se hayan valido de esa afición para afectarle un ojo, como le ocurrió a su ídolo.

Por Abdel Martínez Pérez /EL PILÓN