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Farándula - 17 septiembre, 2017

Las nuevas voces del vallenato femenino

Cuenta la historia que hace muchos años un enigmático hombre con su acordeón en el pecho recorría los pueblos de La Guajira y el Cesar. Era Francisco Antonio Moscote Guerra, conocido como Francisco el Hombre, quien valientemente venció al diablo en un duelo a muerte, interpretando el credo al revés con las notas de su acordeón.

Cuenta la historia que hace muchos años un enigmático hombre con su acordeón en el pecho recorría los pueblos de La Guajira y el Cesar. Era Francisco Antonio Moscote Guerra, conocido como Francisco el Hombre, quien valientemente venció al diablo en un duelo a muerte, interpretando el credo al revés con las notas de su acordeón.

De allí en adelante han nacido en esta tierra importantes exponentes del folclor, la mayoría hombres, por lo que el género ha sido considerado como machista. Sin embargo, mujeres valientes y valerosas, dejaron sus profesiones y las labores del hogar para sumergirse en el mundo de las letras, la composición y el acordeón.

De ellas se destaca Rita Fernández, quien llegó desde su natal Santa Marta para arraigarse en la tierra mundial del vallenato, sus letras llenas de romanticismo y melancolía, que han marcado un estilo propio en el género.

Es intérprete y compositora de ‘Sombra perdida’ y de ‘Amor y pena’, conformó junto con la acordeonera Cecilia Meza Reales (fallecida en 2012) y otras mujeres de la región, la primera agrupación de mujeres intérpretes de música vallenata: Las Universitarias. La acompañaban Carmen Mejía en la voz, Lucy Serrano en la tumbadora, Lourdes Cuello, la caja, y Betty Nokman, la guacharaca.

Detrás de ellas, a comienzos de los noventa, la cartagenera Patricia Teherán, una jovencita de voz potente, interpretó brevemente las canciones de los compositores más románticos del vallenato como voz líder de las Diosas del Vallenato, quien falleció en un trágico accidente en 1995.

Luego de la partida inesperada de Patricia Teherán, el vallenato quedó sin representación femenina a nivel nacional, fue como si la muerte de la diosa del vallenato hubiese apagado las voces de las mujeres que se abrían un espacio en el género que históricamente se ha considerado machista.

Este silencio de la voz femenina en el vallenato no se dio por la falta de cantantes, porque no solo Valledupar sino La Guajira son cuna innata de talentos con voces vibrantes, estremecedoras y con toda la gracia que se necesita para montarse en una tarima a interpretar un buen vallenato y deleitar a quienes se han dado una oportunidad de escucharlas, algunas aseguran que también se dio por la falta de oportunidades.

Aunque pocas intérpretes han surgido desde entonces, hace cerca de una década el panorama ha ido cambiando y una nueva generación de mujeres emerge en el folclor vallenato, mostrando talento y picardía en la tarima de forma independiente y no es extraño observar en las competencias del Festival de la Leyenda Vallenata a jovencitas de todas las edades que buscan coronarse como nuevas reinas de un género que dejó de ser exclusivamente para los varones.

En esta edición, NUESTRO FOLCLOR destacará algunas de las voces renovadas del canto vallenato, cada una de ellas posee una voz dulce y afinada, con un excelente manejo del escenario por lo que han logrado cautivar el espacio que había quedado desierto dentro del género vallenato, ellas son Karen Lizarazo, Carolina Celedón y Zamia de la Rosa.

Por Ariadne Osorio Ponce

[email protected]

 

Farándula
17 septiembre, 2017

Las nuevas voces del vallenato femenino

Cuenta la historia que hace muchos años un enigmático hombre con su acordeón en el pecho recorría los pueblos de La Guajira y el Cesar. Era Francisco Antonio Moscote Guerra, conocido como Francisco el Hombre, quien valientemente venció al diablo en un duelo a muerte, interpretando el credo al revés con las notas de su acordeón.


Cuenta la historia que hace muchos años un enigmático hombre con su acordeón en el pecho recorría los pueblos de La Guajira y el Cesar. Era Francisco Antonio Moscote Guerra, conocido como Francisco el Hombre, quien valientemente venció al diablo en un duelo a muerte, interpretando el credo al revés con las notas de su acordeón.

De allí en adelante han nacido en esta tierra importantes exponentes del folclor, la mayoría hombres, por lo que el género ha sido considerado como machista. Sin embargo, mujeres valientes y valerosas, dejaron sus profesiones y las labores del hogar para sumergirse en el mundo de las letras, la composición y el acordeón.

De ellas se destaca Rita Fernández, quien llegó desde su natal Santa Marta para arraigarse en la tierra mundial del vallenato, sus letras llenas de romanticismo y melancolía, que han marcado un estilo propio en el género.

Es intérprete y compositora de ‘Sombra perdida’ y de ‘Amor y pena’, conformó junto con la acordeonera Cecilia Meza Reales (fallecida en 2012) y otras mujeres de la región, la primera agrupación de mujeres intérpretes de música vallenata: Las Universitarias. La acompañaban Carmen Mejía en la voz, Lucy Serrano en la tumbadora, Lourdes Cuello, la caja, y Betty Nokman, la guacharaca.

Detrás de ellas, a comienzos de los noventa, la cartagenera Patricia Teherán, una jovencita de voz potente, interpretó brevemente las canciones de los compositores más románticos del vallenato como voz líder de las Diosas del Vallenato, quien falleció en un trágico accidente en 1995.

Luego de la partida inesperada de Patricia Teherán, el vallenato quedó sin representación femenina a nivel nacional, fue como si la muerte de la diosa del vallenato hubiese apagado las voces de las mujeres que se abrían un espacio en el género que históricamente se ha considerado machista.

Este silencio de la voz femenina en el vallenato no se dio por la falta de cantantes, porque no solo Valledupar sino La Guajira son cuna innata de talentos con voces vibrantes, estremecedoras y con toda la gracia que se necesita para montarse en una tarima a interpretar un buen vallenato y deleitar a quienes se han dado una oportunidad de escucharlas, algunas aseguran que también se dio por la falta de oportunidades.

Aunque pocas intérpretes han surgido desde entonces, hace cerca de una década el panorama ha ido cambiando y una nueva generación de mujeres emerge en el folclor vallenato, mostrando talento y picardía en la tarima de forma independiente y no es extraño observar en las competencias del Festival de la Leyenda Vallenata a jovencitas de todas las edades que buscan coronarse como nuevas reinas de un género que dejó de ser exclusivamente para los varones.

En esta edición, NUESTRO FOLCLOR destacará algunas de las voces renovadas del canto vallenato, cada una de ellas posee una voz dulce y afinada, con un excelente manejo del escenario por lo que han logrado cautivar el espacio que había quedado desierto dentro del género vallenato, ellas son Karen Lizarazo, Carolina Celedón y Zamia de la Rosa.

Por Ariadne Osorio Ponce

[email protected]