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Columnista - 15 enero, 2018

Las mentiras de las redes sociales

Si algo ha revolucionado la comunicación en el mundo, son las llamadas redes sociales, a las que podemos acceder a través del computador, o telefonía móvil. Allí encontramos todo tipo de información, que van desde oraciones, chistes, propiedades “milagrosas” de algunos tubérculos, notas sociales y de farándula, hasta la infaltable propaganda política. Todo ello gracias […]

Si algo ha revolucionado la comunicación en el mundo, son las llamadas redes sociales, a las que podemos acceder a través del computador, o telefonía móvil. Allí encontramos todo tipo de información, que van desde oraciones, chistes, propiedades “milagrosas” de algunos tubérculos, notas sociales y de farándula, hasta la infaltable propaganda política. Todo ello gracias a la tecnología, que permite poner a circular dicha información de manera fácil, inmediata y de manera gratuita. No obstante, los datos que circulan en las redes sociales, se prestan para desinformar, en lugar de informar; sirva como ejemplo de lo anterior, el deceso de José Luis Rodríguez “EL Puma”, cantante y actor venezolano muy querido en nuestro país, quien actualmente sufre una penosa enfermedad, y a quien personas inescrupulosas “han matado” (permítanme la expresión), en más de una ocasión a través de las redes sociales. Pero no solo los personajes de la farándula han sido “victimizados” por las redes sociales, también el Papa Francisco, ha tenido que padecer la tergiversación de sus mensajes apostólicos. También circulan con frecuencia información sobre conductas que supuestamente fueron tipificadas como contravención en el Código Nacional de Policía, como es el caso de las madres que amamanten en público a sus hijos, cuando dicha información carece de toda veracidad. Asimismo circula la información de la foto-multa a los usuarios de los servicios bancarios que sean sorprendidos hablando por celular, noticia que fue tachada de falsa, por la Asobancaria. Y una última, circula con insistencia en las redes sociales que el censo nacional tiene por finalidad tomar los datos de cada ciudadano, para usarlos en las elecciones que se avecinan a través del voto electrónico, y terminan invitando a la gente a no suministrar información ni personal ni por medio electrónico, conducta que raya en delito, pues la información carece de todo fundamento. Al parecer, se pretende sabotear el proceso de empadronamiento, herramienta fundamental, entre otras cosa, para la planificación de las políticas sociales.

Ahora bien, lo recomendable en estos casos es verificar la información que recibimos y no tragar entero. La verificación se hace consultando la noticia con otros medios de comunicación, o visitando la página oficial de la entidad. Lo importante es no hacer el papel de “idiota útil” que muchas veces sin darnos cuenta, hacemos, cuando sin confirmar la noticia procedemos a re-enviarla.

Nota de cierre: Interesante la propuesta del columnista José Aponte de construir un teatro en Valledupar, donde se fomente la cultura, como el Amira De La Rosa de la ciudad de Barranquilla, me uno a esa iniciativa y sugiero que, con la venia del municipio, se haga en el lote donde funcionó la planta eléctrica, contiguo a la D.P.A.

Columnista
15 enero, 2018

Las mentiras de las redes sociales

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Dario Arregoces

Si algo ha revolucionado la comunicación en el mundo, son las llamadas redes sociales, a las que podemos acceder a través del computador, o telefonía móvil. Allí encontramos todo tipo de información, que van desde oraciones, chistes, propiedades “milagrosas” de algunos tubérculos, notas sociales y de farándula, hasta la infaltable propaganda política. Todo ello gracias […]


Si algo ha revolucionado la comunicación en el mundo, son las llamadas redes sociales, a las que podemos acceder a través del computador, o telefonía móvil. Allí encontramos todo tipo de información, que van desde oraciones, chistes, propiedades “milagrosas” de algunos tubérculos, notas sociales y de farándula, hasta la infaltable propaganda política. Todo ello gracias a la tecnología, que permite poner a circular dicha información de manera fácil, inmediata y de manera gratuita. No obstante, los datos que circulan en las redes sociales, se prestan para desinformar, en lugar de informar; sirva como ejemplo de lo anterior, el deceso de José Luis Rodríguez “EL Puma”, cantante y actor venezolano muy querido en nuestro país, quien actualmente sufre una penosa enfermedad, y a quien personas inescrupulosas “han matado” (permítanme la expresión), en más de una ocasión a través de las redes sociales. Pero no solo los personajes de la farándula han sido “victimizados” por las redes sociales, también el Papa Francisco, ha tenido que padecer la tergiversación de sus mensajes apostólicos. También circulan con frecuencia información sobre conductas que supuestamente fueron tipificadas como contravención en el Código Nacional de Policía, como es el caso de las madres que amamanten en público a sus hijos, cuando dicha información carece de toda veracidad. Asimismo circula la información de la foto-multa a los usuarios de los servicios bancarios que sean sorprendidos hablando por celular, noticia que fue tachada de falsa, por la Asobancaria. Y una última, circula con insistencia en las redes sociales que el censo nacional tiene por finalidad tomar los datos de cada ciudadano, para usarlos en las elecciones que se avecinan a través del voto electrónico, y terminan invitando a la gente a no suministrar información ni personal ni por medio electrónico, conducta que raya en delito, pues la información carece de todo fundamento. Al parecer, se pretende sabotear el proceso de empadronamiento, herramienta fundamental, entre otras cosa, para la planificación de las políticas sociales.

Ahora bien, lo recomendable en estos casos es verificar la información que recibimos y no tragar entero. La verificación se hace consultando la noticia con otros medios de comunicación, o visitando la página oficial de la entidad. Lo importante es no hacer el papel de “idiota útil” que muchas veces sin darnos cuenta, hacemos, cuando sin confirmar la noticia procedemos a re-enviarla.

Nota de cierre: Interesante la propuesta del columnista José Aponte de construir un teatro en Valledupar, donde se fomente la cultura, como el Amira De La Rosa de la ciudad de Barranquilla, me uno a esa iniciativa y sugiero que, con la venia del municipio, se haga en el lote donde funcionó la planta eléctrica, contiguo a la D.P.A.