Publicidad
Categorías
Categorías
Crónica - 21 abril, 2018

Las categorías que desaparecieron del Festival Vallenato

El locutor e historiador Jaime Pérez Parodi hizo un recuento de las categorías que fueron plato fuerte en el Festival de la Leyenda Vallenata y que con el tiempo se cambiaron o simplemente fueron eliminadas del concurso.

Jaime Pérez Parodi, uno de los presentadores con más historias en el Festival Vallenato.
Jaime Pérez Parodi, uno de los presentadores con más historias en el Festival Vallenato.

El Festival Vallenato nació gracias a una corriente religiosa popular. Desde las bases del pueblo, gracias al amor por las parrandas y un concurso con unos pocos participantes, en 1968 se dio inicio al Festival de la Leyenda Vallenata.

Consuelo Araújo Noguera ubicó el evento que se llevaría a cabo en Valledupar, del 27 al 30 de abril de 1968, “dentro del molde estereotipado en que, tal vez debido a la proliferación, se han ido colocando estos certámenes en el país”.

Fue así como se unió a Alfonso López Michelsen y al compositor Rafael Escalona Martínez, días previos a la creación del Cesar (1967) como departamento, para concretar la idea de crear una fiesta tan importante como el Carnaval en Barranquilla, el Reinado de la Belleza en Cartagena o la Fiesta del Mar en Santa Marta.

Con la venia de una fiesta popular, la de la virgen del Rosario, que era un arraigo traído por los españoles, Consuelo consideró que era la fiesta más próxima para armar todo un festival con acordeoneros.

Entonces se creó basado en “la historia bella y significativa”, que hablaba por sí sola de las características propias del pueblo vallenato, “en el cual se conjugan a un tiempo la alegría, el valor, la independencia y una profunda fe religiosa sin gazmoñería ni sectarismo”, relató en su momento la exministra de Cultura, Consuelo Araújo.

En honor a la virgen del Rosario, esta celebración religiosa católica que se hacía tradicionalmente todos los años y se les agregaban bailes desarrollados en las casas más importantes en Valledupar, mientras que en los barrios se hacían las famosas colitas. Además de las riñas de gallos y por consiguiente los actos religiosos que consistían en dar una misa, la procesión y quienes hacían las promesas se vestían como indígenas.

En 1968 aparecieron espectáculos complementarios como fue el concurso de acordeoneros, la exposición de artesanías y otros actos más para darle un toque folclórico. Además de Alfonso López, Rafael Escalona y Consuelo Araújo, quienes prácticamente idearon el evento, hubo personajes como los hermanos Pavajeau Molina; Darío, Armando (‘El Yío’) y Roberto (‘El Turco’), quienes invirtieron, pagaron de su bolsillo los premios de varios festivales y se convirtieron en los mejores anfitriones para la esfera política, pública y de medios de comunicación durante y después del espectáculo.

El más joven de la competencia en 1968 fue Ovidio Granados, apenas tenía 25 años, y se enfrentaba a Alejandro Durán, Luis Enrique Martínez, Emiliano Zuleta Baquero, Florentino Montero y Alcides Montero.

Los concursos

En el primer Festival Vallenato solo hubo concurso de acordeoneros profesionales. El más joven de la competencia fue Ovidio Granados, apenas tenía 25 años, y se enfrentaba a Gilberto Alejandro Durán Díaz, Luis Enrique Martínez, Emiliano Zuleta Baquero, Florentino Montero y Alcides Montero.

En ese primer Festival Vallenato no era obligación tocar el aire de puya, así lo aseguró Ovidio Granados, pero lo primordial era merengue y paseo. Los favoritos eran Emiliano Zuleta Baquero, Luis Enrique Martínez y Alejandro Durán.

El jurado en esa ocasión estuvo integrado por Alfonso López Michelsen, Rafael Escalona, Hugües Martínez, Evaristo Gutiérrez, Gustavo Gutiérrez, Jaime Gutiérrez de Piñeres, Carlos Vidal, Alfonso Cotes, Tobías Enrique Pumarejo y Rodrigo Montero, que después del encantamiento del pueblo por la interpretación del paseo ‘Alicia adorada’, la puya ‘Mi pedazo de acordeón’, el son ‘Corralito’ y el merengue ‘Envejeces corazón’, fue Gilberto Alejandro Durán Díaz el primer rey. El segundo lugar lo ocupó Ovidio Granados, que en ese entonces dirigía el conjunto Los Playoneros del Cesar y el tercer puesto Luis Enrique Martínez.

Pero con el pasar de los años la organización comenzó a nutrir el certamen con categorías.

“El primer festival fue sin categorías, fue una sola. Para la segunda edición trajeron la Canción Inédita, acordeón Infantil y también establecieron la Adolescentes, Semiprofesional y Profesional”, declaró Jaime Pérez Parodi.

Por ejemplo, Antolín Arias fue el único ganador de la categoría Adolescentes, mientras que en 1976, José María ‘Chema’ Ramos ganó en la categoría Semiprofesional, creada por Alonso Fernández Oñate.

“Cuando fue pasando el tiempo, ‘La Cacica’ (Consuelo Araújo) dijo que esas categorías eran como de nueva ola, Semiprofesional tampoco la compartía y así decidió dejar Infantil, Aficionado y Profesional. Un tiempo después, Lolita Acosta revivió la categoría Juvenil que hay ahora”, recalcó Pérez Parodi.

El locutor e historia señaló que Consuelo nunca compartió la idea de tener acordeoneros en bases intermedias, porque decía que era clara la idea del Festival y era que se incluyeran en una categoría exacta.

Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
[email protected]

Crónica
21 abril, 2018

Las categorías que desaparecieron del Festival Vallenato

El locutor e historiador Jaime Pérez Parodi hizo un recuento de las categorías que fueron plato fuerte en el Festival de la Leyenda Vallenata y que con el tiempo se cambiaron o simplemente fueron eliminadas del concurso.


Jaime Pérez Parodi, uno de los presentadores con más historias en el Festival Vallenato.
Jaime Pérez Parodi, uno de los presentadores con más historias en el Festival Vallenato.

El Festival Vallenato nació gracias a una corriente religiosa popular. Desde las bases del pueblo, gracias al amor por las parrandas y un concurso con unos pocos participantes, en 1968 se dio inicio al Festival de la Leyenda Vallenata.

Consuelo Araújo Noguera ubicó el evento que se llevaría a cabo en Valledupar, del 27 al 30 de abril de 1968, “dentro del molde estereotipado en que, tal vez debido a la proliferación, se han ido colocando estos certámenes en el país”.

Fue así como se unió a Alfonso López Michelsen y al compositor Rafael Escalona Martínez, días previos a la creación del Cesar (1967) como departamento, para concretar la idea de crear una fiesta tan importante como el Carnaval en Barranquilla, el Reinado de la Belleza en Cartagena o la Fiesta del Mar en Santa Marta.

Con la venia de una fiesta popular, la de la virgen del Rosario, que era un arraigo traído por los españoles, Consuelo consideró que era la fiesta más próxima para armar todo un festival con acordeoneros.

Entonces se creó basado en “la historia bella y significativa”, que hablaba por sí sola de las características propias del pueblo vallenato, “en el cual se conjugan a un tiempo la alegría, el valor, la independencia y una profunda fe religiosa sin gazmoñería ni sectarismo”, relató en su momento la exministra de Cultura, Consuelo Araújo.

En honor a la virgen del Rosario, esta celebración religiosa católica que se hacía tradicionalmente todos los años y se les agregaban bailes desarrollados en las casas más importantes en Valledupar, mientras que en los barrios se hacían las famosas colitas. Además de las riñas de gallos y por consiguiente los actos religiosos que consistían en dar una misa, la procesión y quienes hacían las promesas se vestían como indígenas.

En 1968 aparecieron espectáculos complementarios como fue el concurso de acordeoneros, la exposición de artesanías y otros actos más para darle un toque folclórico. Además de Alfonso López, Rafael Escalona y Consuelo Araújo, quienes prácticamente idearon el evento, hubo personajes como los hermanos Pavajeau Molina; Darío, Armando (‘El Yío’) y Roberto (‘El Turco’), quienes invirtieron, pagaron de su bolsillo los premios de varios festivales y se convirtieron en los mejores anfitriones para la esfera política, pública y de medios de comunicación durante y después del espectáculo.

El más joven de la competencia en 1968 fue Ovidio Granados, apenas tenía 25 años, y se enfrentaba a Alejandro Durán, Luis Enrique Martínez, Emiliano Zuleta Baquero, Florentino Montero y Alcides Montero.

Los concursos

En el primer Festival Vallenato solo hubo concurso de acordeoneros profesionales. El más joven de la competencia fue Ovidio Granados, apenas tenía 25 años, y se enfrentaba a Gilberto Alejandro Durán Díaz, Luis Enrique Martínez, Emiliano Zuleta Baquero, Florentino Montero y Alcides Montero.

En ese primer Festival Vallenato no era obligación tocar el aire de puya, así lo aseguró Ovidio Granados, pero lo primordial era merengue y paseo. Los favoritos eran Emiliano Zuleta Baquero, Luis Enrique Martínez y Alejandro Durán.

El jurado en esa ocasión estuvo integrado por Alfonso López Michelsen, Rafael Escalona, Hugües Martínez, Evaristo Gutiérrez, Gustavo Gutiérrez, Jaime Gutiérrez de Piñeres, Carlos Vidal, Alfonso Cotes, Tobías Enrique Pumarejo y Rodrigo Montero, que después del encantamiento del pueblo por la interpretación del paseo ‘Alicia adorada’, la puya ‘Mi pedazo de acordeón’, el son ‘Corralito’ y el merengue ‘Envejeces corazón’, fue Gilberto Alejandro Durán Díaz el primer rey. El segundo lugar lo ocupó Ovidio Granados, que en ese entonces dirigía el conjunto Los Playoneros del Cesar y el tercer puesto Luis Enrique Martínez.

Pero con el pasar de los años la organización comenzó a nutrir el certamen con categorías.

“El primer festival fue sin categorías, fue una sola. Para la segunda edición trajeron la Canción Inédita, acordeón Infantil y también establecieron la Adolescentes, Semiprofesional y Profesional”, declaró Jaime Pérez Parodi.

Por ejemplo, Antolín Arias fue el único ganador de la categoría Adolescentes, mientras que en 1976, José María ‘Chema’ Ramos ganó en la categoría Semiprofesional, creada por Alonso Fernández Oñate.

“Cuando fue pasando el tiempo, ‘La Cacica’ (Consuelo Araújo) dijo que esas categorías eran como de nueva ola, Semiprofesional tampoco la compartía y así decidió dejar Infantil, Aficionado y Profesional. Un tiempo después, Lolita Acosta revivió la categoría Juvenil que hay ahora”, recalcó Pérez Parodi.

El locutor e historia señaló que Consuelo nunca compartió la idea de tener acordeoneros en bases intermedias, porque decía que era clara la idea del Festival y era que se incluyeran en una categoría exacta.

Carlos Mario Jiménez / EL PILÓN
[email protected]