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Columnista - 25 septiembre, 2013

Las Auc aún viven, las guerrillas no han muerto

Ahora que se avecinan las elecciones para Congreso, es conveniente ir identificando cuál es el marco teórico e ideológico de cada sector a través de sus propuestas, de lo que defienden y de lo que critican.

Por Luis Napoleón de Armas P.

Ahora que se avecinan las elecciones para Congreso, es conveniente ir identificando cuál es el marco teórico e ideológico de cada sector a través de sus propuestas, de lo que defienden y de lo que critican.

La pluralidad ideológica es básica para la democracia pero la lista cerrada del uribismo adolece de problemas de decencia política; en esta se lee que la idea de “refundar la patria” sigue vigente; todo un ramillete de personajes queda atrapado en esa lista encabezada por los más fieles defensores de la guerra, los muñecos de ventriloquía más abyectos al himno de “los tres huevitos”.

Pero ya sus pergaminos están siendo analizados; el columnista Daniel Coronel de  la revista Semana comenzó a dar el perfil público de algunos de ellos y promete seguir dando antecedentes de otros, que además, casi ya conocemos. Ninguno de ellos es amigo de la paz dialogada ni del entendimiento y solo desean el arrasamiento y la humillación total.

La seguridad que nos prometieron durante ocho años, casi de facto, no acabó ni con la guerrilla ni con las Auc que ahora, estas, actúan de la misma manera pero con nombres diferentes; ahí tienen paralizada la restitución de tierras y las amenazas contra líderes populares sigue dándose; solo los cabecillas están presos en los EE.UU, pero no por “paras” sino por narcotraficantes; esto de la pacificación fue un cuento chino que ni ellos se creen.

En su tarea de retoma del poder, el CD se anticipó con cuatro pre-candidatos presidenciales, uno de los cuales ya está detrás de las rejas, precisamente el gallo tapado que tenían cuando lo de Ralito; los demás son tan malos candidatos que Pacho Santos, el hombre del “frente capital” les gana en la intención de voto.  

La verdad es que, de suyo, no es malo ser de derecha o de izquierda, todo depende del talante con el cual se actúe.

Sería muy aburrido vivir escuchando una sola campana; no hay que temerle a las ideas contrarias. Lo malo es esconderse, mostrándose como de centro; el centro, en política, es una entelequia, es una posición amorfa e hipócrita solo para confundir.

Por el otro lado, no faltarán quienes sientan nostalgia por las Farc y quieran darles una respiración boca a boca.

Aún no conocemos los nombres que propondrá la Marcha Patriótica ni otras agrupaciones de la izquierda para sacar conclusiones sobre posibles inclinaciones a las guerrillas, que aún están vivas. Sobre los partidos tradicionales ya nos imaginamos que no habrá muchos cambios.

 

Columnista
25 septiembre, 2013

Las Auc aún viven, las guerrillas no han muerto

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Napoleón de Armas P.

Ahora que se avecinan las elecciones para Congreso, es conveniente ir identificando cuál es el marco teórico e ideológico de cada sector a través de sus propuestas, de lo que defienden y de lo que critican.


Por Luis Napoleón de Armas P.

Ahora que se avecinan las elecciones para Congreso, es conveniente ir identificando cuál es el marco teórico e ideológico de cada sector a través de sus propuestas, de lo que defienden y de lo que critican.

La pluralidad ideológica es básica para la democracia pero la lista cerrada del uribismo adolece de problemas de decencia política; en esta se lee que la idea de “refundar la patria” sigue vigente; todo un ramillete de personajes queda atrapado en esa lista encabezada por los más fieles defensores de la guerra, los muñecos de ventriloquía más abyectos al himno de “los tres huevitos”.

Pero ya sus pergaminos están siendo analizados; el columnista Daniel Coronel de  la revista Semana comenzó a dar el perfil público de algunos de ellos y promete seguir dando antecedentes de otros, que además, casi ya conocemos. Ninguno de ellos es amigo de la paz dialogada ni del entendimiento y solo desean el arrasamiento y la humillación total.

La seguridad que nos prometieron durante ocho años, casi de facto, no acabó ni con la guerrilla ni con las Auc que ahora, estas, actúan de la misma manera pero con nombres diferentes; ahí tienen paralizada la restitución de tierras y las amenazas contra líderes populares sigue dándose; solo los cabecillas están presos en los EE.UU, pero no por “paras” sino por narcotraficantes; esto de la pacificación fue un cuento chino que ni ellos se creen.

En su tarea de retoma del poder, el CD se anticipó con cuatro pre-candidatos presidenciales, uno de los cuales ya está detrás de las rejas, precisamente el gallo tapado que tenían cuando lo de Ralito; los demás son tan malos candidatos que Pacho Santos, el hombre del “frente capital” les gana en la intención de voto.  

La verdad es que, de suyo, no es malo ser de derecha o de izquierda, todo depende del talante con el cual se actúe.

Sería muy aburrido vivir escuchando una sola campana; no hay que temerle a las ideas contrarias. Lo malo es esconderse, mostrándose como de centro; el centro, en política, es una entelequia, es una posición amorfa e hipócrita solo para confundir.

Por el otro lado, no faltarán quienes sientan nostalgia por las Farc y quieran darles una respiración boca a boca.

Aún no conocemos los nombres que propondrá la Marcha Patriótica ni otras agrupaciones de la izquierda para sacar conclusiones sobre posibles inclinaciones a las guerrillas, que aún están vivas. Sobre los partidos tradicionales ya nos imaginamos que no habrá muchos cambios.