Por: Alberto Montoya

Se está haciendo costumbre que en cada obra pequeña o grande que se inicie por parte de la Alcaldía, se invierta de pasadita una buena suma en publicidad, con vallas exorbitantes como la que instalaron en plena octava entre 16ª y 16b, donde además, con toda la tranquilidad, dejaron hace varios meses un contenedor de campamento en plena vía, afectando el comercio y la movilidad  de los alrededores.
Para reparar un andén aparece la vallita; existe un afán desmesurado de mostrar las obras que por sí solas presentan la solución y el efecto de la misma. Debería el señor Alcalde, preocuparse por hacer que los contratistas cumplan con eficiencia los tiempos del contrato y la forma como se adelantan. Es imposible que cierren sin ninguna consideración los frentes de los almacenes, sin concertar con el comerciante.  Y para terminar de completar, el señor Alcalde, en su afán de protagonismo, inicia una polémica burocrática con el Gobernador a raíz de la creación de la empresa gestora del Sistema Estratégico de Transporte, proyecto que lleva un par de años de trabajo y hoy, por las diferencias políticas de los dos mandatarios, se detiene de nuevo. Es inconcebible que se pretenda excluir al Gobierno Departamental de pertenecer al ente gestor del proyecto de transporte, a sabiendas de que se hará por parte del Departamento una inversión cuantiosa y a lo mínimo que se puede aspirar es a tener asiento proporcional en la junta directiva.
De nuevo el alcalde motiva la lucha por los temas burocráticos y se enfrenta al astuto y estratega político Cristian Moreno, los dos con el afán de perpetuar sus poderes y pensando poco en la ciudad; deberían hoy estar preocupados, y sobretodo el Alcalde, de cómo piensa solucionar de forma inmediata el tema de la movilidad y el transporte público de Valledupar. Es imposible que todavía esté pensando que el Sistema Estratégico de Trasporte solucionará a corto plazo el tema. Es una pregunta que nunca ha querido responder y pasará todo su gobierno y pretenderá que con la ya adjudicada avenida 44 inicie la solución del transporte.
Es indispensable que se deje de pensar en quién es el que va a contratar, o quién es el que pone gerente; ya es hora de solucionar por lo menos en forma parcial el tema del transporte público, ¿o es que ya saben qué  van a hacer con los cuarenta mil moto taxistas de la ciudad?, ¿o es que ya le exigieron a los transportadores que generen un parque automotor nuevo?
Hoy, una semana después, el Alcalde de esta amada tierra ni siquiera se ha dado cuenta de que Valledupar se quedó por fuera de los beneficios de los decretos que le permiten a los territorios limítrofes con Venezuela disfrutar de unas prebendas que fortalecen el desarrollo económico de la región, pero como sólo está pendiente del manejo que viene con la valorización y el sistema estratégico que le permitiría con la planificación de otros alcaldes manejar el billetico. Tanto así que le tuvo que cortar las alas a su secretario estrella, que nunca dejó de estar en campaña, hasta el punto que sus copartidarios políticos le reclamaron el favorecimiento a su gran amigo, sólo preocupado por inaugurar hasta un andén y sin faltar la foto con Arturito y Gonzalo, que son los vagones que le siguen al tren.
Cuando se hagan consientes que una vez se inicia una administración se debe servir al pueblo y a sus electores, superaremos esos intereses individuales que muestran hoy nuestros gobernantes. Yo no me limito a creer que por ello se dilate el proceso, de por sí largo que tiene el proyecto; es el momento de deponer los intereses particulares y que prime el bien común.
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