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Columnista - 6 abril, 2017

La Zapatosa merece rescatarla

Para el Cesar es imperioso la necesidad de recuperar y proteger este patrimonio que no solo es importante para el departamento, sino para Colombia porque es un sobresaliente vaso de agua que cumple una función ambiental relevante. Debemos resaltar que este cuerpo de agua interior que conocemos bien, vive una profunda crisis ecológica que no […]

Para el Cesar es imperioso la necesidad de recuperar y proteger este patrimonio que no solo es importante para el departamento, sino para Colombia porque es un sobresaliente vaso de agua que cumple una función ambiental relevante.

Debemos resaltar que este cuerpo de agua interior que conocemos bien, vive una profunda crisis ecológica que no solo tiene en dificultad la seguridad alimentaria en su área de influencia sino que también tiene en riesgo la misma salud del río Magdalena. Este complejo acuífero de aproximadamente 40 mil hectáreas que embalsa un millón de metros cúbicos de agua ha venido siendo objeto a través de la historia de construcción de diques ilegales con el propósito de desecarlo para aprovechar la tierra para la agricultura y la ganadería.

A través de muchos estudios y además lo observamos personalmente que su situación es crítica, por lo que viene exigiendo de las autoridades tanto nacional, departamental y municipales para que esta Ciénaga sea declarada de calamidad pública en el sentido de que se puedan activar los mecanismos necesarios para su recuperación integral, tal como se pretende hacer con la Ciénaga Grande.

A la ciénaga de Zapatosa se le han causado muchos estragos, entre tantos, deforestación, arrojo de basuras, desecaciones, establecimiento de verdaderas ganaderías en su interior en épocas de verano, contaminación por aguas residuales que inclusive le llegan desde Valledupar, sobrepesca, todo ha traído al cuerpo de agua una afectación de alto grado de sedimentación a causa también de llegar allí arrastre de gran material de suelo que ha colaborado en su colmatación, con la Zapatosa no se ha tenido ninguna consideración sobre su impacto ambiental. Todos los problemas que tiene la Ciénaga requieren con carácter urgente se inviertan los recursos indispensables para lograr su recuperación tanto de la nación, Corpocesar, Minambiente, el departamento del Cesar, Ong y los mismos municipios de su área de influencia.

No nos cansamos de repetir que la desecación de la Ciénaga, los diques ilegales, el vertimiento de aguas residuales, la disposición de basuras, la quema de bosques, el relleno del humedal para dar paso a actividades de agricultura y de ganadería ha llevado a esta a un verdadero colapso, además, hay que abonarle la desidia institucional y el olvido que han intensificado su deterioro sistémico. Esto requiere acciones prontas y de largo plazo, no más retórica de la expresada permanentemente, ya que este problema no da espera, que se trabaje por el ecosistema y no por el egosistema, no está demás decir que su recuperación puede generar empleo, su salvación, prosperidad para la región, beneficios sociales y buen funcionamiento ecológico, obviamente la seguridad alimentaria.

Un plan de choque para este complejo lagunar sería recomendable para empezar a corregir el gran número de afectaciones ambientales.

En todos los municipios de sus entorno como Chimichagua, Curumaní, Tamalameque, El Banco, Chiriguaná y algunos pueblos, desde ya deben empezar con trabajos comunitarios, como por ejemplo activar los Proyectos Ciudadanos de Educación Ambiental (Procedas) y Proyectos Ambientales Escolares (Prae) entre otros, que coadyuven como estrategia la recuperación de la Zapatosa.

NOTA: No más promesas, ilusiones y estudios y más acciones.
Por Hernán Maestre Martínez

 

Columnista
6 abril, 2017

La Zapatosa merece rescatarla

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Hernán Maestre Martínez

Para el Cesar es imperioso la necesidad de recuperar y proteger este patrimonio que no solo es importante para el departamento, sino para Colombia porque es un sobresaliente vaso de agua que cumple una función ambiental relevante. Debemos resaltar que este cuerpo de agua interior que conocemos bien, vive una profunda crisis ecológica que no […]


Para el Cesar es imperioso la necesidad de recuperar y proteger este patrimonio que no solo es importante para el departamento, sino para Colombia porque es un sobresaliente vaso de agua que cumple una función ambiental relevante.

Debemos resaltar que este cuerpo de agua interior que conocemos bien, vive una profunda crisis ecológica que no solo tiene en dificultad la seguridad alimentaria en su área de influencia sino que también tiene en riesgo la misma salud del río Magdalena. Este complejo acuífero de aproximadamente 40 mil hectáreas que embalsa un millón de metros cúbicos de agua ha venido siendo objeto a través de la historia de construcción de diques ilegales con el propósito de desecarlo para aprovechar la tierra para la agricultura y la ganadería.

A través de muchos estudios y además lo observamos personalmente que su situación es crítica, por lo que viene exigiendo de las autoridades tanto nacional, departamental y municipales para que esta Ciénaga sea declarada de calamidad pública en el sentido de que se puedan activar los mecanismos necesarios para su recuperación integral, tal como se pretende hacer con la Ciénaga Grande.

A la ciénaga de Zapatosa se le han causado muchos estragos, entre tantos, deforestación, arrojo de basuras, desecaciones, establecimiento de verdaderas ganaderías en su interior en épocas de verano, contaminación por aguas residuales que inclusive le llegan desde Valledupar, sobrepesca, todo ha traído al cuerpo de agua una afectación de alto grado de sedimentación a causa también de llegar allí arrastre de gran material de suelo que ha colaborado en su colmatación, con la Zapatosa no se ha tenido ninguna consideración sobre su impacto ambiental. Todos los problemas que tiene la Ciénaga requieren con carácter urgente se inviertan los recursos indispensables para lograr su recuperación tanto de la nación, Corpocesar, Minambiente, el departamento del Cesar, Ong y los mismos municipios de su área de influencia.

No nos cansamos de repetir que la desecación de la Ciénaga, los diques ilegales, el vertimiento de aguas residuales, la disposición de basuras, la quema de bosques, el relleno del humedal para dar paso a actividades de agricultura y de ganadería ha llevado a esta a un verdadero colapso, además, hay que abonarle la desidia institucional y el olvido que han intensificado su deterioro sistémico. Esto requiere acciones prontas y de largo plazo, no más retórica de la expresada permanentemente, ya que este problema no da espera, que se trabaje por el ecosistema y no por el egosistema, no está demás decir que su recuperación puede generar empleo, su salvación, prosperidad para la región, beneficios sociales y buen funcionamiento ecológico, obviamente la seguridad alimentaria.

Un plan de choque para este complejo lagunar sería recomendable para empezar a corregir el gran número de afectaciones ambientales.

En todos los municipios de sus entorno como Chimichagua, Curumaní, Tamalameque, El Banco, Chiriguaná y algunos pueblos, desde ya deben empezar con trabajos comunitarios, como por ejemplo activar los Proyectos Ciudadanos de Educación Ambiental (Procedas) y Proyectos Ambientales Escolares (Prae) entre otros, que coadyuven como estrategia la recuperación de la Zapatosa.

NOTA: No más promesas, ilusiones y estudios y más acciones.
Por Hernán Maestre Martínez