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General - 4 marzo, 2018

La trotamundos vallenata

Lina Maestre decidió hace cuatro años dejar la vida que llevaba en Bogotá y empacó maletas para empezar a recorrer el mundo y ya lleva 27 países en cuatro continentes.

Para Lina, gracias a la tecnología, se puede trabajar desde cualquier parte del mundo, no solo se puede viajar más fácil, sino que también se puede ganar dinero.
Para Lina, gracias a la tecnología, se puede trabajar desde cualquier parte del mundo, no solo se puede viajar más fácil, sino que también se puede ganar dinero.

Tener una carrera profesional, un trabajo estable y alcanzar una vida cómoda puede ser el propósito de muchas personas. Sin embargo, para Lina Maestre, una vallenata de 29 años, administradora hotelera y turística que trabajaba en Bogotá, ese estilo de vida no era el suyo. Lina estaba inquieta por salir de su zona de confort y darle rienda suelta a la pasión que verdaderamente sentía, fue así como un día decidió empezar a ahorrar, vender todo lo que tenía y empezó a viajar.

Empezó por Europa, donde después de vivir en Francia para aprender el idioma inició un recorrido que hasta ahora no ha parado. Lina ha visitado 27 países, ha vivido en tres de ellos y conoce 28 departamentos de Colombia que recorrió durante ocho meses y los recomienda siempre que alguien en el exterior le pregunta por un destino, ya que además de la belleza destacada del país reconoce que en tema de alojamiento y comida es más barato, aunque en transporte resulta más costoso.

Para Lina lo mejor que pueden hacer quienes tienen el interés por viajar y no cuentan con un presupuesto muy amplio es conocer lugares cercanos y cita el ejemplo de Ciudad Perdida, uno de los tesoros escondidos en Sudamérica en lo profundo de la Sierra Nevada de Santa Marta, el cual muchas personas desconocen aun cuando lo tienen muy cerca.

Esta viajera de tiempo completo ya no concibe otro estilo de vida que no sea con su mochila al hombro, en sus recorridos encontró lo que la hace feliz y le apasiona. Además, ha obtenido rentabilidad, ya que muchas agencias y medios de comunicación se han interesado en lo que hace por lo cual la invitan a escribir crónicas de sus viajes, guías y artículos sobre sus experiencias; lo que se ha vuelto su trabajo y que se conoce como nómada digital, por lo que no necesita estar fija en un solo lugar.

Además gestiona su propio blog www.patoneando.com y actualiza constantemente a sus seguidores a través de sus cuentas en redes sociales que llevan el mismo nombre y a través de las que ha logrado congregar a una gran comunidad que reúne alrededor de 10.000 personas interesadas en toda la información que comparte sobre sus experiencias.

Aunque en un principio la idea de dejarlo todo resultó bastante extraña para muchas personas de su entorno que no concebían la idea de vivir viajando, ahora que ha logrado demostrarles que además se puede vivir de esto tienen otra opinión. Lina con mucho empeño e insistencia ha logrado hacer su sueño una realidad.

Acaba de llegar de un recorrido por Brasil, Perú, Ecuador, Chile y Argentina; en este último cuenta que vivió una de las experiencias más fuertes que le ha tocado porque tuvo que sentir en su propia piel la dificultad por ser colombiana. Días antes de que Lina llegara, un grupo de colombianos que delinquían en el país habían sido descubiertos, lo que aumentó las exigencias para todos los nacionales que estaban ingresando al país gaucho, situación que la tuvo por seis horas en el aeropuerto hasta que la autorizaron su ingreso.

Sin embargo resalta que durante los cinco meses que recorrió dicho país vivió una de las mejores experiencias, a la que equipara con el periodo que estuvo en el Chocó y donde compartió con una familia que aunque materialmente no tenía mucho le brindó momentos muy valiosos rodeados de gentiliza y nobleza.

Para ella resulta muy extraño que sea precisamente en la región sudamericana donde los extranjeros de países vecinos experimentan más rechazo, puesto que como sus viajes le han permitido conocer ningún país ha estado exento de dictaduras, conflictos armados o problemas internos y en cada uno en la época que lo vivieron muchos nacionales salieron a buscar ayuda y mejores oportunidades en otros países; por eso cree que la situación que viven muchos venezolanos actualmente no se aleja de la que han atravesado en otros países.

Cuando habla de Valledupar, a la que hace un año no visitaba, asegura que se está empezando a promover mucho, aunque le falta la oferta en relación a que se están abriendo más al turista extranjero que no solo viene durante el Festival Vallenato, por lo que cree que se deben brindar otras opciones como los hostales en relación al hospedaje, pues son muy apetecidos por el ambiente y la facilidad para establecer un intercambio.

Esta vallenata que ha cruzado muchas fronteras y habla además de su idioma nativo, inglés y francés, se prepara para ‘hacer base’ como ella lo llama entre la frontera de Francia y Alemania, desde donde coordinará sus próximos viajes por el este europeo y el sudeste asiático, donde anhela conocer Japón y Filipina.

Espera encontrar algún lugar que le guste tanto que pueda establecer su domicilio, instalar su biblioteca que es muestra del gusto que siente por la lectura y planear sus viajes a futuro, mientras sigue compartiendo sus experiencias de las que destaca su viaje a Turquía, uno de sus destinos favoritos, por la cultura, paisajes, comida y amabilidad de la gente.

Por último, Lina recomienda que a la hora de viajar es muy importante revisar la documentación, no llevar exceso de equipaje y sobre todo, la recomendación más grande al salir de casa es que se dejen los prejuicios allí, porque irse y estar abierto a lo que van a conocer es una de las mejores maneras para aprender.

Por Daniela Rincones Julio/ EL PILÓN.
[email protected]

General
4 marzo, 2018

La trotamundos vallenata

Lina Maestre decidió hace cuatro años dejar la vida que llevaba en Bogotá y empacó maletas para empezar a recorrer el mundo y ya lleva 27 países en cuatro continentes.


Para Lina, gracias a la tecnología, se puede trabajar desde cualquier parte del mundo, no solo se puede viajar más fácil, sino que también se puede ganar dinero.
Para Lina, gracias a la tecnología, se puede trabajar desde cualquier parte del mundo, no solo se puede viajar más fácil, sino que también se puede ganar dinero.

Tener una carrera profesional, un trabajo estable y alcanzar una vida cómoda puede ser el propósito de muchas personas. Sin embargo, para Lina Maestre, una vallenata de 29 años, administradora hotelera y turística que trabajaba en Bogotá, ese estilo de vida no era el suyo. Lina estaba inquieta por salir de su zona de confort y darle rienda suelta a la pasión que verdaderamente sentía, fue así como un día decidió empezar a ahorrar, vender todo lo que tenía y empezó a viajar.

Empezó por Europa, donde después de vivir en Francia para aprender el idioma inició un recorrido que hasta ahora no ha parado. Lina ha visitado 27 países, ha vivido en tres de ellos y conoce 28 departamentos de Colombia que recorrió durante ocho meses y los recomienda siempre que alguien en el exterior le pregunta por un destino, ya que además de la belleza destacada del país reconoce que en tema de alojamiento y comida es más barato, aunque en transporte resulta más costoso.

Para Lina lo mejor que pueden hacer quienes tienen el interés por viajar y no cuentan con un presupuesto muy amplio es conocer lugares cercanos y cita el ejemplo de Ciudad Perdida, uno de los tesoros escondidos en Sudamérica en lo profundo de la Sierra Nevada de Santa Marta, el cual muchas personas desconocen aun cuando lo tienen muy cerca.

Esta viajera de tiempo completo ya no concibe otro estilo de vida que no sea con su mochila al hombro, en sus recorridos encontró lo que la hace feliz y le apasiona. Además, ha obtenido rentabilidad, ya que muchas agencias y medios de comunicación se han interesado en lo que hace por lo cual la invitan a escribir crónicas de sus viajes, guías y artículos sobre sus experiencias; lo que se ha vuelto su trabajo y que se conoce como nómada digital, por lo que no necesita estar fija en un solo lugar.

Además gestiona su propio blog www.patoneando.com y actualiza constantemente a sus seguidores a través de sus cuentas en redes sociales que llevan el mismo nombre y a través de las que ha logrado congregar a una gran comunidad que reúne alrededor de 10.000 personas interesadas en toda la información que comparte sobre sus experiencias.

Aunque en un principio la idea de dejarlo todo resultó bastante extraña para muchas personas de su entorno que no concebían la idea de vivir viajando, ahora que ha logrado demostrarles que además se puede vivir de esto tienen otra opinión. Lina con mucho empeño e insistencia ha logrado hacer su sueño una realidad.

Acaba de llegar de un recorrido por Brasil, Perú, Ecuador, Chile y Argentina; en este último cuenta que vivió una de las experiencias más fuertes que le ha tocado porque tuvo que sentir en su propia piel la dificultad por ser colombiana. Días antes de que Lina llegara, un grupo de colombianos que delinquían en el país habían sido descubiertos, lo que aumentó las exigencias para todos los nacionales que estaban ingresando al país gaucho, situación que la tuvo por seis horas en el aeropuerto hasta que la autorizaron su ingreso.

Sin embargo resalta que durante los cinco meses que recorrió dicho país vivió una de las mejores experiencias, a la que equipara con el periodo que estuvo en el Chocó y donde compartió con una familia que aunque materialmente no tenía mucho le brindó momentos muy valiosos rodeados de gentiliza y nobleza.

Para ella resulta muy extraño que sea precisamente en la región sudamericana donde los extranjeros de países vecinos experimentan más rechazo, puesto que como sus viajes le han permitido conocer ningún país ha estado exento de dictaduras, conflictos armados o problemas internos y en cada uno en la época que lo vivieron muchos nacionales salieron a buscar ayuda y mejores oportunidades en otros países; por eso cree que la situación que viven muchos venezolanos actualmente no se aleja de la que han atravesado en otros países.

Cuando habla de Valledupar, a la que hace un año no visitaba, asegura que se está empezando a promover mucho, aunque le falta la oferta en relación a que se están abriendo más al turista extranjero que no solo viene durante el Festival Vallenato, por lo que cree que se deben brindar otras opciones como los hostales en relación al hospedaje, pues son muy apetecidos por el ambiente y la facilidad para establecer un intercambio.

Esta vallenata que ha cruzado muchas fronteras y habla además de su idioma nativo, inglés y francés, se prepara para ‘hacer base’ como ella lo llama entre la frontera de Francia y Alemania, desde donde coordinará sus próximos viajes por el este europeo y el sudeste asiático, donde anhela conocer Japón y Filipina.

Espera encontrar algún lugar que le guste tanto que pueda establecer su domicilio, instalar su biblioteca que es muestra del gusto que siente por la lectura y planear sus viajes a futuro, mientras sigue compartiendo sus experiencias de las que destaca su viaje a Turquía, uno de sus destinos favoritos, por la cultura, paisajes, comida y amabilidad de la gente.

Por último, Lina recomienda que a la hora de viajar es muy importante revisar la documentación, no llevar exceso de equipaje y sobre todo, la recomendación más grande al salir de casa es que se dejen los prejuicios allí, porque irse y estar abierto a lo que van a conocer es una de las mejores maneras para aprender.

Por Daniela Rincones Julio/ EL PILÓN.
[email protected]