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Columnista - 8 octubre, 2016

La sensatez es el camino

Hoy, Colombia se enfrenta a un escenario de incertidumbre por el pronunciamiento válido del pueblo al acuerdo de paz entre el Gobierno Santos y las Farc, que también ha dejado estupefacta a la comunidad internacional que le había ofrecido su respaldo incondicional al proceso, apenas seis días atrás en Cartagena. Si bien el estrecho resultado […]

Hoy, Colombia se enfrenta a un escenario de incertidumbre por el pronunciamiento válido del pueblo al acuerdo de paz entre el Gobierno Santos y las Farc, que también ha dejado estupefacta a la comunidad internacional que le había ofrecido su respaldo incondicional al proceso, apenas seis días atrás en Cartagena. Si bien el estrecho resultado refleja la gran polarización del país, es necesario mencionar que el preocupante nivel de abstención del 65 % de los ciudadanos, está enviando mensajes directos a la dirigencia del país, que algo grave está pasando.

Los jóvenes deben dejar la indiferencia con los problemas del país. Parece que no sintieron este proceso como algo muy importante y significativo en la dura tarea de darle la bienvenida a la paz, al progreso y a la tranquilidad. No entendieron que se trataba de una gran oportunidad. Ahora, algo se debe revisar en la búsqueda de mecanismos prácticos para superar y encontrar salidas a esta preocupante abstención. ¡Otros están decidiendo por nosotros, especialmente en la Costa Caribe, lo cual nos deja sin argumentos para discutir y exigir!

Santos sigue demostrando que su principal objetivo es cerrar en forma definitiva este complejo proceso, sin importar el desgaste político y las circunstancias que lo obligan, con el fin de reivindicar el mandato por la paz que le dieron los colombianos en las urnas. El presidente mantiene la voluntad de agotar su gobierno para garantizar la estabilidad institucional del país.

En esta dirección se tiene que aproximar a los opositores del acuerdo buscando un gran pacto nacional donde estén presentes el buen juicio y la moderación para saber escuchar y opinar. La lógica indica que la sensatez es una parte del camino, es un buen atajo. Así seguramente lo entenderán Santos, Uribe, Pastrana, Samper, Gaviria, Betancur, la iglesia y los industriales. A lo anterior, es necesario sumarle la reiteración de Timochenko de dejar la violencia y acatar lo que dicte la democracia.

Nuestros líderes tienen ahora la oportunidad de mostrar su casta para ir construyendo paz, dejando a un lado las rencillas personales del pasado sin alimentar los egos, las ansias de poder y la arrogancia. Es muy importante que se mantenga el cese del fuego y se cambien las balas por los votos para persistir en el mandato nacional de terminar la guerra. Para salir de este peligroso limbo jurídico y político es imperativo conciliar las posiciones enfrentadas en temas tan importantes como el manejo de la propiedad de las tierras, la participación en política, las zonas de concentración y la aplicación de la justicia.

Debemos buscar soluciones creativas para que las consecuencias de estos cambios espinosos nos afecten en el menor grado posible y nos permitan respirar tranquilos sacando oportunamente la cabeza del agua. Actores del conflicto: ¡No queremos seguir contando víctimas!

Columnista
8 octubre, 2016

La sensatez es el camino

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Gustavo Cotez Medina

Hoy, Colombia se enfrenta a un escenario de incertidumbre por el pronunciamiento válido del pueblo al acuerdo de paz entre el Gobierno Santos y las Farc, que también ha dejado estupefacta a la comunidad internacional que le había ofrecido su respaldo incondicional al proceso, apenas seis días atrás en Cartagena. Si bien el estrecho resultado […]


Hoy, Colombia se enfrenta a un escenario de incertidumbre por el pronunciamiento válido del pueblo al acuerdo de paz entre el Gobierno Santos y las Farc, que también ha dejado estupefacta a la comunidad internacional que le había ofrecido su respaldo incondicional al proceso, apenas seis días atrás en Cartagena. Si bien el estrecho resultado refleja la gran polarización del país, es necesario mencionar que el preocupante nivel de abstención del 65 % de los ciudadanos, está enviando mensajes directos a la dirigencia del país, que algo grave está pasando.

Los jóvenes deben dejar la indiferencia con los problemas del país. Parece que no sintieron este proceso como algo muy importante y significativo en la dura tarea de darle la bienvenida a la paz, al progreso y a la tranquilidad. No entendieron que se trataba de una gran oportunidad. Ahora, algo se debe revisar en la búsqueda de mecanismos prácticos para superar y encontrar salidas a esta preocupante abstención. ¡Otros están decidiendo por nosotros, especialmente en la Costa Caribe, lo cual nos deja sin argumentos para discutir y exigir!

Santos sigue demostrando que su principal objetivo es cerrar en forma definitiva este complejo proceso, sin importar el desgaste político y las circunstancias que lo obligan, con el fin de reivindicar el mandato por la paz que le dieron los colombianos en las urnas. El presidente mantiene la voluntad de agotar su gobierno para garantizar la estabilidad institucional del país.

En esta dirección se tiene que aproximar a los opositores del acuerdo buscando un gran pacto nacional donde estén presentes el buen juicio y la moderación para saber escuchar y opinar. La lógica indica que la sensatez es una parte del camino, es un buen atajo. Así seguramente lo entenderán Santos, Uribe, Pastrana, Samper, Gaviria, Betancur, la iglesia y los industriales. A lo anterior, es necesario sumarle la reiteración de Timochenko de dejar la violencia y acatar lo que dicte la democracia.

Nuestros líderes tienen ahora la oportunidad de mostrar su casta para ir construyendo paz, dejando a un lado las rencillas personales del pasado sin alimentar los egos, las ansias de poder y la arrogancia. Es muy importante que se mantenga el cese del fuego y se cambien las balas por los votos para persistir en el mandato nacional de terminar la guerra. Para salir de este peligroso limbo jurídico y político es imperativo conciliar las posiciones enfrentadas en temas tan importantes como el manejo de la propiedad de las tierras, la participación en política, las zonas de concentración y la aplicación de la justicia.

Debemos buscar soluciones creativas para que las consecuencias de estos cambios espinosos nos afecten en el menor grado posible y nos permitan respirar tranquilos sacando oportunamente la cabeza del agua. Actores del conflicto: ¡No queremos seguir contando víctimas!