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Editorial - 11 marzo, 2017

La MOE advierte riesgos electorales en 2018

Con un escenario distinto, la Misión de Observación Electoral –MOE- comenzó su trabajo de veeduría con miras a las elecciones del año 2018. Tiene claro la Misión que existen nuevos componentes, como que el Congreso pasará de 268 curules a 286 y 296 congresistas por cuenta de las reformas recientes: el “Equilibrio de poderes” de […]

Con un escenario distinto, la Misión de Observación Electoral –MOE- comenzó su trabajo de veeduría con miras a las elecciones del año 2018.

Tiene claro la Misión que existen nuevos componentes, como que el Congreso pasará de 268 curules a 286 y 296 congresistas por cuenta de las reformas recientes: el “Equilibrio de poderes” de 2015 agregó un Senador (el candidato a Presidente con la segunda mayor votación) y un Representante a la Cámara (la formula vicepresidencial de la segunda mayor votación) y esta misma reforma eliminó un Representante de Colombianos en el Exterior, y creó un Representante de las comunidades Raizales, curul que falta reglamentar.

Además las 16 circunscripciones transitorias especiales de paz en la Cámara de Representantes, y las cinco curules en el Senado y cinco en la Cámara al movimiento político que surja de las Farc, según el Acuerdo de Paz, curules que serán adicionales si este movimiento no se las gana en las elecciones ordinarias.

También tendrán en cuenta que incorporarán nuevas reglas para brindar garantías a la oposición política y entrará en el escenario las Coaliciones, porque los partidos con personería jurídica que sumaron menos del 15% de los votos válidos de su circunscripción (todo el país en el Senado, o cada departamento en la Cámara) en la elección anterior, podrán hacer coaliciones para las próximas elecciones.
Con estos nuevos ingredientes, más los que ya venían registrándose en el coctel político, el escenario político que se avecina no será fácil. Por eso estamos de acuerdo con el trabajo que se hará de manera puntual en los municipios donde hoy están las zonas veredales de las Farc y están las circunscripciones especiales de paz.

Celebramos que vuelva la MOE a poner la lupa en temas trascendentales y haga control a la financiación, cambios en el censo electoral en los territorios del posconflicto y reglas de juego que aún no terminan de cambiar. Creemos que la ciudadanía llegará con otra actitud, que ayude a poner en evidencia la financiación ilegal y el sub reporte que se deriva de la corrupción en las administraciones públicas. Lo que ocurrió en las elecciones a Congreso en el año 2014, no debe volver a pasar: según datos de Cuentas Claras en total los candidatos se gastaron 196 mil millones de pesos, cuando solo la financiación estatal mediante anticipo fue de 15 mil millones, lo que representa apenas el 8 % de lo gastado por los candidatos. Otro 12% fueron créditos bancarios, lo que significa que el 80% de la financiación de las campañas proviene de donaciones, créditos personales y familiares, que en la práctica son difíciles de verificar y controlar.

La MOE no puede trabajar sola, necesita del acompañamiento de la ciudadanía para que no se venza con el dinero el poder del voto limpio y a conciencia.

Editorial
11 marzo, 2017

La MOE advierte riesgos electorales en 2018

Con un escenario distinto, la Misión de Observación Electoral –MOE- comenzó su trabajo de veeduría con miras a las elecciones del año 2018. Tiene claro la Misión que existen nuevos componentes, como que el Congreso pasará de 268 curules a 286 y 296 congresistas por cuenta de las reformas recientes: el “Equilibrio de poderes” de […]


Con un escenario distinto, la Misión de Observación Electoral –MOE- comenzó su trabajo de veeduría con miras a las elecciones del año 2018.

Tiene claro la Misión que existen nuevos componentes, como que el Congreso pasará de 268 curules a 286 y 296 congresistas por cuenta de las reformas recientes: el “Equilibrio de poderes” de 2015 agregó un Senador (el candidato a Presidente con la segunda mayor votación) y un Representante a la Cámara (la formula vicepresidencial de la segunda mayor votación) y esta misma reforma eliminó un Representante de Colombianos en el Exterior, y creó un Representante de las comunidades Raizales, curul que falta reglamentar.

Además las 16 circunscripciones transitorias especiales de paz en la Cámara de Representantes, y las cinco curules en el Senado y cinco en la Cámara al movimiento político que surja de las Farc, según el Acuerdo de Paz, curules que serán adicionales si este movimiento no se las gana en las elecciones ordinarias.

También tendrán en cuenta que incorporarán nuevas reglas para brindar garantías a la oposición política y entrará en el escenario las Coaliciones, porque los partidos con personería jurídica que sumaron menos del 15% de los votos válidos de su circunscripción (todo el país en el Senado, o cada departamento en la Cámara) en la elección anterior, podrán hacer coaliciones para las próximas elecciones.
Con estos nuevos ingredientes, más los que ya venían registrándose en el coctel político, el escenario político que se avecina no será fácil. Por eso estamos de acuerdo con el trabajo que se hará de manera puntual en los municipios donde hoy están las zonas veredales de las Farc y están las circunscripciones especiales de paz.

Celebramos que vuelva la MOE a poner la lupa en temas trascendentales y haga control a la financiación, cambios en el censo electoral en los territorios del posconflicto y reglas de juego que aún no terminan de cambiar. Creemos que la ciudadanía llegará con otra actitud, que ayude a poner en evidencia la financiación ilegal y el sub reporte que se deriva de la corrupción en las administraciones públicas. Lo que ocurrió en las elecciones a Congreso en el año 2014, no debe volver a pasar: según datos de Cuentas Claras en total los candidatos se gastaron 196 mil millones de pesos, cuando solo la financiación estatal mediante anticipo fue de 15 mil millones, lo que representa apenas el 8 % de lo gastado por los candidatos. Otro 12% fueron créditos bancarios, lo que significa que el 80% de la financiación de las campañas proviene de donaciones, créditos personales y familiares, que en la práctica son difíciles de verificar y controlar.

La MOE no puede trabajar sola, necesita del acompañamiento de la ciudadanía para que no se venza con el dinero el poder del voto limpio y a conciencia.