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Columnista - 5 marzo, 2013

La manzana se pasea de la sala al comedor…

Por Aquilino Cotes Zuleta Mis consejeros periodísticos Tío Chiro y Tío Nan están estupefactos, término que usa con frecuencia el médico internista Rony López Pérez, por tantas reformas y convocatorias que pululan en el país, que dan risa y a la vez rabia e impotencia. Ya ven ustedes al ubérrimo Uribe quien trata de restaurar […]

Por Aquilino Cotes Zuleta

Mis consejeros periodísticos Tío Chiro y Tío Nan están estupefactos, término que usa con frecuencia el médico internista Rony López Pérez, por tantas reformas y convocatorias que pululan en el país, que dan risa y a la vez rabia e impotencia.

Ya ven ustedes al ubérrimo Uribe quien trata de restaurar el imperio fascista de sus dos presidencias, aunque muchos le apuestan a que algún día será conducido ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, para que responda por los falsos positivos y el quebrantamiento de los poderes del Estado: ejecutivo, legislativo y judicial, que estuvo a punto de hacer añicos.

Pero no cambia el panorama en la región y pareciera que las medidas de esta República presidencialista se fraguan en las administraciones locales.

Este periódico queda estrecho para citar tantas normas constitucionales y legales que cada día violan los “picaros”, los corruptos y muchos de nuestros políticos que no respetan el dolor y la dignidad ajena.

Mis consejeros periodísticos Tío Chiro y Tío Nan traen a colación el decreto 366 que habla de que la educación debe ser con pertinencia y aclara que pertinencia es darle a cada quien lo que necesita. Pero eso no es así en Valledupar ni en los municipios del Cesar y La Guajira.

Para los niños y jóvenes de escuelas y colegios esas normas se cumplen a medias. Docentes y padres se ríen cada vez que los funcionarios regionales citan a las comunidades para hablar de las bondades y espíritu de cada norma.

Lo más lamentable es que “le caen al caído”. Me refiero a los niños y jóvenes discapacitados de Valledupar, contra quienes pareciera que existe una marcada persecución para avasallarlos y dejar en sus padres lo que el Estado por mandato Constitucional debe darles.

Hace unos días en una de las tantas reuniones que ha auspiciado la Alcaldía con funcionarios de Bogotá para leer los programas que el Estado tiene para los discapacitados, especialmente para los sordos, una docente se levantó de su silla indignada y les restregó en la cara a los funcionarios que todo era mentira.

Les explicó que los sordos para su educación necesitan de un modelo lingüístico y un profesor de apoyo en lengua castellana para la básica primaria; para la básica secundaria requieren de un profesor de área y un intérprete de Lengua de Señas Colombianas.

La docente recordó que en dos ocasiones se encontró con el Alcalde Socarrás y le informó del inconveniente que tenían los niños sordos en las instituciones del CDV y el “José Eugenio Martínez”. El Alcalde le dijo a su asistente Miguel que le diera una cita. Días después la docente se acercó en dos ocasiones a la Alcaldía pero ese funcionario nunca la pudo atender a pesar de haberle dejado una nota recordándole que era idea del Alcalde lo de la cita.

En diciembre le pidieron al Secretario de Educación que los contratos de los docentes, para los sordos, no se deben hacer por 6 meses como el año pasado sino por el año lectivo.

Sin embargo, este año (2013) cuando se acercaron a la Secretaría de Educación Municipal nadie dio razón, el secretario llamó a un funcionario de nombre Ricardo, este dice que el asunto no es con él sino con Nolasco, pero éste último no estaba en la oficina. Es decir, están en la Alcaldía de aquí pa´ allá y de allá pa´ cá y nada que elaboran los contratos y hoy es 6 de marzo.

El pasado 26 de febrero se acordó una cita con la Primera Dama del Municipio y no se cumplió por problemas de salud de la Primera Dama.

Lo espeluznante es que los niños oyentes de municipio de Valledupar iniciaron el año escolar el 21 de enero; pero, los niños sordos no han comenzado, porque no cuentan con los profesores para que les brinden la educación con calidad y pertinencia, como debe ser.

En la “Institución Educativa José Eugenio Martínez” hay 13 sordos matriculados en bachillerato pero como no cuentan con intérpretes ellos asisten pero no oyen lo que los profesores explican, es como si no asistieran a clases.

Además, hay 27 niños sordos de preescolar y primaria en el CDV que son atendidos solo por la maestra bilingüe. Es decir, que en las dos instituciones faltan 4 intérpretes y dos modelos lingüísticos.

Pese a lo grave del problema nadie tiene en cuenta el fallo de la Corte Constitucional que señala: Sentencia T-051/11 Referencia: expediente T-2650185… que si un solo niño sordo requiere de un intérprete y un modelo lingüístico, el Estado está en la obligación de proporcionárselo. Ojalá alguien elabore los contratos. Hasta la próxima semana.

 

Columnista
5 marzo, 2013

La manzana se pasea de la sala al comedor…

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Aquilino Cotes Zuleta

Por Aquilino Cotes Zuleta Mis consejeros periodísticos Tío Chiro y Tío Nan están estupefactos, término que usa con frecuencia el médico internista Rony López Pérez, por tantas reformas y convocatorias que pululan en el país, que dan risa y a la vez rabia e impotencia. Ya ven ustedes al ubérrimo Uribe quien trata de restaurar […]


Por Aquilino Cotes Zuleta

Mis consejeros periodísticos Tío Chiro y Tío Nan están estupefactos, término que usa con frecuencia el médico internista Rony López Pérez, por tantas reformas y convocatorias que pululan en el país, que dan risa y a la vez rabia e impotencia.

Ya ven ustedes al ubérrimo Uribe quien trata de restaurar el imperio fascista de sus dos presidencias, aunque muchos le apuestan a que algún día será conducido ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, para que responda por los falsos positivos y el quebrantamiento de los poderes del Estado: ejecutivo, legislativo y judicial, que estuvo a punto de hacer añicos.

Pero no cambia el panorama en la región y pareciera que las medidas de esta República presidencialista se fraguan en las administraciones locales.

Este periódico queda estrecho para citar tantas normas constitucionales y legales que cada día violan los “picaros”, los corruptos y muchos de nuestros políticos que no respetan el dolor y la dignidad ajena.

Mis consejeros periodísticos Tío Chiro y Tío Nan traen a colación el decreto 366 que habla de que la educación debe ser con pertinencia y aclara que pertinencia es darle a cada quien lo que necesita. Pero eso no es así en Valledupar ni en los municipios del Cesar y La Guajira.

Para los niños y jóvenes de escuelas y colegios esas normas se cumplen a medias. Docentes y padres se ríen cada vez que los funcionarios regionales citan a las comunidades para hablar de las bondades y espíritu de cada norma.

Lo más lamentable es que “le caen al caído”. Me refiero a los niños y jóvenes discapacitados de Valledupar, contra quienes pareciera que existe una marcada persecución para avasallarlos y dejar en sus padres lo que el Estado por mandato Constitucional debe darles.

Hace unos días en una de las tantas reuniones que ha auspiciado la Alcaldía con funcionarios de Bogotá para leer los programas que el Estado tiene para los discapacitados, especialmente para los sordos, una docente se levantó de su silla indignada y les restregó en la cara a los funcionarios que todo era mentira.

Les explicó que los sordos para su educación necesitan de un modelo lingüístico y un profesor de apoyo en lengua castellana para la básica primaria; para la básica secundaria requieren de un profesor de área y un intérprete de Lengua de Señas Colombianas.

La docente recordó que en dos ocasiones se encontró con el Alcalde Socarrás y le informó del inconveniente que tenían los niños sordos en las instituciones del CDV y el “José Eugenio Martínez”. El Alcalde le dijo a su asistente Miguel que le diera una cita. Días después la docente se acercó en dos ocasiones a la Alcaldía pero ese funcionario nunca la pudo atender a pesar de haberle dejado una nota recordándole que era idea del Alcalde lo de la cita.

En diciembre le pidieron al Secretario de Educación que los contratos de los docentes, para los sordos, no se deben hacer por 6 meses como el año pasado sino por el año lectivo.

Sin embargo, este año (2013) cuando se acercaron a la Secretaría de Educación Municipal nadie dio razón, el secretario llamó a un funcionario de nombre Ricardo, este dice que el asunto no es con él sino con Nolasco, pero éste último no estaba en la oficina. Es decir, están en la Alcaldía de aquí pa´ allá y de allá pa´ cá y nada que elaboran los contratos y hoy es 6 de marzo.

El pasado 26 de febrero se acordó una cita con la Primera Dama del Municipio y no se cumplió por problemas de salud de la Primera Dama.

Lo espeluznante es que los niños oyentes de municipio de Valledupar iniciaron el año escolar el 21 de enero; pero, los niños sordos no han comenzado, porque no cuentan con los profesores para que les brinden la educación con calidad y pertinencia, como debe ser.

En la “Institución Educativa José Eugenio Martínez” hay 13 sordos matriculados en bachillerato pero como no cuentan con intérpretes ellos asisten pero no oyen lo que los profesores explican, es como si no asistieran a clases.

Además, hay 27 niños sordos de preescolar y primaria en el CDV que son atendidos solo por la maestra bilingüe. Es decir, que en las dos instituciones faltan 4 intérpretes y dos modelos lingüísticos.

Pese a lo grave del problema nadie tiene en cuenta el fallo de la Corte Constitucional que señala: Sentencia T-051/11 Referencia: expediente T-2650185… que si un solo niño sordo requiere de un intérprete y un modelo lingüístico, el Estado está en la obligación de proporcionárselo. Ojalá alguien elabore los contratos. Hasta la próxima semana.