La leyenda del milagro, la historia de la fiesta religiosa de la Virgen del Rosario, la que sirvió de excusa para inventarse hace 50 años el Festival Vallenato, va opacándose cada vez más entre los pitos y bajos que le dan vida a los cuatro aires del folclor del Valle del Cacique Upar. La tradicional […]
La leyenda del milagro, la historia de la fiesta religiosa de la Virgen del Rosario, la que sirvió de excusa para inventarse hace 50 años el Festival Vallenato, va opacándose cada vez más entre los pitos y bajos que le dan vida a los cuatro aires del folclor del Valle del Cacique Upar.
La tradicional procesión que cada año se realiza el 29 de abril y la representación de Las Cargas el 30, son poco conocidas entre la juventud, que orienta por el contrario sus afectos por los espectáculos musicales que organizan durante los cinco días de Festival.
La Diócesis de Valledupar hace un enorme esfuerzo por no dejar morir la tradición religiosa que hace cinco décadas inspiró a los tres homenajeados en esta versión del Festival Vallenato: Consuelo Araujo, Alfonso López y Rafael Escalona. Es una fiesta de la iglesia, sin el apoyo de las autoridades civiles, con el aporte de los feligreses.
Así como se unen para conservar las raíces del vallenato, para engrandecer el Festival Vallenato y crear un semillero de acordeoneros que se conviertan en el futuro en los máximos exponentes de la música vallenata, también debería existir un interés por transmitir de generación en generación la tradición de la Leyenda Vallenata.
Nuestro columnista Carlos Rodolfo Ortega Montero publicó un libro de 24 páginas que cuenta la historia de esta leyenda, donde da detalles históricos de lo ocurrido hace 500 años entre los indígenas tupes, los españoles y la Virgen del Rosario. Su libro no ha pasado de mano en mano, ni se ha entregado en ninguna parranda, porque no cuenta la vida musical de ningún artista, ni de los fundadores y creadores del Festival.
Invitamos a los organizadores del Festival Vallenato y a las autoridades locales (especialmente la Casa de Cultura de Valledupar y la oficina de cultura del Cesar) a que difundan la Leyenda Vallenata y la conviertan en un acto importante, como era hace unas décadas, que propios y visitantes sabían quiénes eran la india Francisco, el indiecito Antoñuelo, el cacique de los tupes, Coroponiaimo y cómo fue la aparición de la Virgen del Rosario en la laguna Sicarare.
Rescatemos la tradición y valoremos la historia, esa también se olvida y se pierde.
Hoy a las 4:00 de la tarde en la plaza Alfonso López de Valledupar será la escenificación de Las Cargas, donde indígenas y españoles rememorarán aquel episodio de hace 500 años.
La leyenda del milagro, la historia de la fiesta religiosa de la Virgen del Rosario, la que sirvió de excusa para inventarse hace 50 años el Festival Vallenato, va opacándose cada vez más entre los pitos y bajos que le dan vida a los cuatro aires del folclor del Valle del Cacique Upar. La tradicional […]
La leyenda del milagro, la historia de la fiesta religiosa de la Virgen del Rosario, la que sirvió de excusa para inventarse hace 50 años el Festival Vallenato, va opacándose cada vez más entre los pitos y bajos que le dan vida a los cuatro aires del folclor del Valle del Cacique Upar.
La tradicional procesión que cada año se realiza el 29 de abril y la representación de Las Cargas el 30, son poco conocidas entre la juventud, que orienta por el contrario sus afectos por los espectáculos musicales que organizan durante los cinco días de Festival.
La Diócesis de Valledupar hace un enorme esfuerzo por no dejar morir la tradición religiosa que hace cinco décadas inspiró a los tres homenajeados en esta versión del Festival Vallenato: Consuelo Araujo, Alfonso López y Rafael Escalona. Es una fiesta de la iglesia, sin el apoyo de las autoridades civiles, con el aporte de los feligreses.
Así como se unen para conservar las raíces del vallenato, para engrandecer el Festival Vallenato y crear un semillero de acordeoneros que se conviertan en el futuro en los máximos exponentes de la música vallenata, también debería existir un interés por transmitir de generación en generación la tradición de la Leyenda Vallenata.
Nuestro columnista Carlos Rodolfo Ortega Montero publicó un libro de 24 páginas que cuenta la historia de esta leyenda, donde da detalles históricos de lo ocurrido hace 500 años entre los indígenas tupes, los españoles y la Virgen del Rosario. Su libro no ha pasado de mano en mano, ni se ha entregado en ninguna parranda, porque no cuenta la vida musical de ningún artista, ni de los fundadores y creadores del Festival.
Invitamos a los organizadores del Festival Vallenato y a las autoridades locales (especialmente la Casa de Cultura de Valledupar y la oficina de cultura del Cesar) a que difundan la Leyenda Vallenata y la conviertan en un acto importante, como era hace unas décadas, que propios y visitantes sabían quiénes eran la india Francisco, el indiecito Antoñuelo, el cacique de los tupes, Coroponiaimo y cómo fue la aparición de la Virgen del Rosario en la laguna Sicarare.
Rescatemos la tradición y valoremos la historia, esa también se olvida y se pierde.
Hoy a las 4:00 de la tarde en la plaza Alfonso López de Valledupar será la escenificación de Las Cargas, donde indígenas y españoles rememorarán aquel episodio de hace 500 años.