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Columnista - 17 octubre, 2016

La Guajira: Votar en blanco, por dignidad

Esta semana que pasó, se presentó otro capítulo más en la triste historia de sufrimiento y dolor de La Guajira, el gobernador encargado Jorge Vélez continuó con sus denuncias, algo que despertó la ira de la Asamblea Departamental que, basada en un sondeo de 600 personas, ordenó hacerle un examen psiquiátrico para cobrarle la osadía […]

Esta semana que pasó, se presentó otro capítulo más en la triste historia de sufrimiento y dolor de La Guajira, el gobernador encargado Jorge Vélez continuó con sus denuncias, algo que despertó la ira de la Asamblea Departamental que, basada en un sondeo de 600 personas, ordenó hacerle un examen psiquiátrico para cobrarle la osadía de gobernar de manera distinta; a algunos no les gusta su estilo porque siempre han vivido de alivio, pegados a la teta del Estado, sin ningún tipo de control.

Pero se alinearon los planetas para que alguien llegara a poner en cintura a muchos que estaban acostumbrados, muy al estilo del guajiro de la época de la marimba, a mangonear, intimidar, amenazar y hasta a matar para dizque hacerse respetar; sin embargo, parece que les ha salido el tiro por la culata, porque el cachaco se les ha parado en raya, lo que no les gusta es que están destapando una olla podrida y entregándosela a la Fiscalía en bandeja de plata, algo que terminará en numerosas capturas en el mediano plazo.

Da pena ajena, una asamblea que tiene literalmente parado al departamento, por no satisfacerle sus apetitos burocráticos; prefieren aprobar el aumento de funcionarios de la gobernación, antes que darle tramite a proyectos de salud y alimentación escolar, aunque los niños wayuu mueran de hambre. Lo de Hilbert Pinto, presidente de la Asamblea, es vergonzoso, lo más parecido a un diputado de Maduro en Venezuela, únicamente sabe hablar en tono intimidatorio, creyendo que así lo van a escuchar, con el mismo libreto de resaltar la corrupción nacional para justificar la corrupción local y de ñapa victimizándose e involucrando a todos los guajiros, que, para ser sinceros, están aburridos con su clase política y votan prácticamente asustados; para colmo, negó hasta a su propia familia para salvarse, cuando al aire le preguntaron por Oneida Pinto. Dicho sea de paso, son los medios los que han destapado escándalos, más aún que los organismos de control, si no, La Guajira estaría peor.

¿Por qué votar en blanco? Pese a que muchos opinen que no sirve para nada, hay varias razones: En primer lugar, por dignidad, es un derecho a ejercer la protesta contra dos grupos políticos que han robado inmisericordemente al departamento y lo tienen sumido en una profunda crisis humanitaria y sin ningún tipo de gobernabilidad; votar por Tico Gómez o Wilmer González es lo mismo que elegir entre el cáncer y el sida, no hay opción, el que gane será manejado por las mismas elites y todo seguirá igual.

El voto en blanco es el camino hacia una nueva construcción de liderazgos que permita conocer a ciencia cierta que tanta conciencia y opinión tiene La Guajira, para volver a barajar y en una nuevas elecciones presentar un candidato fresco, joven con capacidad y no impuesto a dedo por unos pocos, que represente ese potencial electoral para pelear contra la politiquería enquistada, tan difícil de derrotar si no hay unidad; también es una linda oportunidad para que los políticos gasten y retribuyan algo de lo que le han robado al pueblo. El voto en blanco empodera a la gente, pero falta que salgan personas a representarlo, con un discurso territorial y una agenda que logre motivar a los guajiros para recuperar la esperanza. Si quieres a La Guajira, vota en blanco, es una ola que viene creciendo y puede dar una sorpresa.

Columnista
17 octubre, 2016

La Guajira: Votar en blanco, por dignidad

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jacobo Solano Cerchiaro

Esta semana que pasó, se presentó otro capítulo más en la triste historia de sufrimiento y dolor de La Guajira, el gobernador encargado Jorge Vélez continuó con sus denuncias, algo que despertó la ira de la Asamblea Departamental que, basada en un sondeo de 600 personas, ordenó hacerle un examen psiquiátrico para cobrarle la osadía […]


Esta semana que pasó, se presentó otro capítulo más en la triste historia de sufrimiento y dolor de La Guajira, el gobernador encargado Jorge Vélez continuó con sus denuncias, algo que despertó la ira de la Asamblea Departamental que, basada en un sondeo de 600 personas, ordenó hacerle un examen psiquiátrico para cobrarle la osadía de gobernar de manera distinta; a algunos no les gusta su estilo porque siempre han vivido de alivio, pegados a la teta del Estado, sin ningún tipo de control.

Pero se alinearon los planetas para que alguien llegara a poner en cintura a muchos que estaban acostumbrados, muy al estilo del guajiro de la época de la marimba, a mangonear, intimidar, amenazar y hasta a matar para dizque hacerse respetar; sin embargo, parece que les ha salido el tiro por la culata, porque el cachaco se les ha parado en raya, lo que no les gusta es que están destapando una olla podrida y entregándosela a la Fiscalía en bandeja de plata, algo que terminará en numerosas capturas en el mediano plazo.

Da pena ajena, una asamblea que tiene literalmente parado al departamento, por no satisfacerle sus apetitos burocráticos; prefieren aprobar el aumento de funcionarios de la gobernación, antes que darle tramite a proyectos de salud y alimentación escolar, aunque los niños wayuu mueran de hambre. Lo de Hilbert Pinto, presidente de la Asamblea, es vergonzoso, lo más parecido a un diputado de Maduro en Venezuela, únicamente sabe hablar en tono intimidatorio, creyendo que así lo van a escuchar, con el mismo libreto de resaltar la corrupción nacional para justificar la corrupción local y de ñapa victimizándose e involucrando a todos los guajiros, que, para ser sinceros, están aburridos con su clase política y votan prácticamente asustados; para colmo, negó hasta a su propia familia para salvarse, cuando al aire le preguntaron por Oneida Pinto. Dicho sea de paso, son los medios los que han destapado escándalos, más aún que los organismos de control, si no, La Guajira estaría peor.

¿Por qué votar en blanco? Pese a que muchos opinen que no sirve para nada, hay varias razones: En primer lugar, por dignidad, es un derecho a ejercer la protesta contra dos grupos políticos que han robado inmisericordemente al departamento y lo tienen sumido en una profunda crisis humanitaria y sin ningún tipo de gobernabilidad; votar por Tico Gómez o Wilmer González es lo mismo que elegir entre el cáncer y el sida, no hay opción, el que gane será manejado por las mismas elites y todo seguirá igual.

El voto en blanco es el camino hacia una nueva construcción de liderazgos que permita conocer a ciencia cierta que tanta conciencia y opinión tiene La Guajira, para volver a barajar y en una nuevas elecciones presentar un candidato fresco, joven con capacidad y no impuesto a dedo por unos pocos, que represente ese potencial electoral para pelear contra la politiquería enquistada, tan difícil de derrotar si no hay unidad; también es una linda oportunidad para que los políticos gasten y retribuyan algo de lo que le han robado al pueblo. El voto en blanco empodera a la gente, pero falta que salgan personas a representarlo, con un discurso territorial y una agenda que logre motivar a los guajiros para recuperar la esperanza. Si quieres a La Guajira, vota en blanco, es una ola que viene creciendo y puede dar una sorpresa.