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Editorial - 30 noviembre, 2016

La Guajira también tiene tierra

Qué bueno que en el departamento de La Guajira se hable del tema de tierras. Hace pocos días la Unidad de Restitución anunció que el próximo año atenderán las 500 solicitudes de restitución de tierras que ya tienen consignadas en sus registros, provenientes de los 15 municipios de este ente territorial. El nuevo aire que […]

Qué bueno que en el departamento de La Guajira se hable del tema de tierras. Hace pocos días la Unidad de Restitución anunció que el próximo año atenderán las 500 solicitudes de restitución de tierras que ya tienen consignadas en sus registros, provenientes de los 15 municipios de este ente territorial.

El nuevo aire que necesita La Guajira para salir de la crisis administrativa y social que padece, tiene mucha relación con la tierra. Si su población tiene acceso a la producción campesina y vuelve por ese camino, muchos de sus problemas serán solventados: seguridad alimentaria, empleo y desarrollo social.

Por eso destacamos la llegada de la Agencia Nacional de Tierras a al departamento guajiro, para que el que destinó 2.130 millones de pesos que serán invertidos en procesos que permitan el acceso a la tierra de 47 familias, aportes que harán a través del Subsidio Integral Directo de Reforma Agraria (SIDRA). Con estos recursos las familias podrán comprar tierras, solventar los gastos notariales y establecer iniciativas productivas.

Este departamento estaba en mora de ser atendido en este tema, especialmente porque tiene un registro de informalidad del 74 %, muy por encima de la media nacional que alcanza el 60 %.

Con la entrega hace poco de su nuevo territorio a la comunidad wayuu de Nuevo Espinal, luego de un proceso de restitución colectiva que hizo la Unidad de Tierras, y esta nueva intervención del Gobierno Nacional, los guajiros pueden fortalecer el desarrollo agropecuario, especialmente porque con la Agencia Nacional de Tierras les llegarán los recursos suficientes (1.692 millones de pesos) para que 37 familias puedan comprar el predio ‘Bella Palma’, 250 hectáreas, ubicado en el municipio de Villanueva, donde podrán iniciar un sistema de producción ovina, escalonado en seis unidades. Ya en San Juan del Cesar existe un proyecto parecido, que ha tenido éxito.

Mientras que el segundo proyecto beneficia a 10 familias (437 millones del Subsidio Integral Directo de Reforma Agraria) para comprar un predio de 77 hectáreas (‘No hay como Dios’) en Riohacha, donde también criarán ovinos.

Son estos desarrollos sociales los que necesitan las regiones, que como La Guajira siempre aparecen en los últimos lugares de los escalafones de productividad.

Editorial
30 noviembre, 2016

La Guajira también tiene tierra

Qué bueno que en el departamento de La Guajira se hable del tema de tierras. Hace pocos días la Unidad de Restitución anunció que el próximo año atenderán las 500 solicitudes de restitución de tierras que ya tienen consignadas en sus registros, provenientes de los 15 municipios de este ente territorial. El nuevo aire que […]


Qué bueno que en el departamento de La Guajira se hable del tema de tierras. Hace pocos días la Unidad de Restitución anunció que el próximo año atenderán las 500 solicitudes de restitución de tierras que ya tienen consignadas en sus registros, provenientes de los 15 municipios de este ente territorial.

El nuevo aire que necesita La Guajira para salir de la crisis administrativa y social que padece, tiene mucha relación con la tierra. Si su población tiene acceso a la producción campesina y vuelve por ese camino, muchos de sus problemas serán solventados: seguridad alimentaria, empleo y desarrollo social.

Por eso destacamos la llegada de la Agencia Nacional de Tierras a al departamento guajiro, para que el que destinó 2.130 millones de pesos que serán invertidos en procesos que permitan el acceso a la tierra de 47 familias, aportes que harán a través del Subsidio Integral Directo de Reforma Agraria (SIDRA). Con estos recursos las familias podrán comprar tierras, solventar los gastos notariales y establecer iniciativas productivas.

Este departamento estaba en mora de ser atendido en este tema, especialmente porque tiene un registro de informalidad del 74 %, muy por encima de la media nacional que alcanza el 60 %.

Con la entrega hace poco de su nuevo territorio a la comunidad wayuu de Nuevo Espinal, luego de un proceso de restitución colectiva que hizo la Unidad de Tierras, y esta nueva intervención del Gobierno Nacional, los guajiros pueden fortalecer el desarrollo agropecuario, especialmente porque con la Agencia Nacional de Tierras les llegarán los recursos suficientes (1.692 millones de pesos) para que 37 familias puedan comprar el predio ‘Bella Palma’, 250 hectáreas, ubicado en el municipio de Villanueva, donde podrán iniciar un sistema de producción ovina, escalonado en seis unidades. Ya en San Juan del Cesar existe un proyecto parecido, que ha tenido éxito.

Mientras que el segundo proyecto beneficia a 10 familias (437 millones del Subsidio Integral Directo de Reforma Agraria) para comprar un predio de 77 hectáreas (‘No hay como Dios’) en Riohacha, donde también criarán ovinos.

Son estos desarrollos sociales los que necesitan las regiones, que como La Guajira siempre aparecen en los últimos lugares de los escalafones de productividad.