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Columnista - 3 julio, 2017

La Fiscalía tocó fondo

Esta semana se destapó el caso más comprometedor de la Fiscalía General de la Nación en temas de corrupción en un alto cargo, precisamente con el director de la unidad anticorrupción, Luis Gustavo Moreno, detenido por recibir un soborno del exgobernador de Córdoba Alejandro Lyons, para favorecerlo en el proceso que lleva en su contra […]

Esta semana se destapó el caso más comprometedor de la Fiscalía General de la Nación en temas de corrupción en un alto cargo, precisamente con el director de la unidad anticorrupción, Luis Gustavo Moreno, detenido por recibir un soborno del exgobernador de Córdoba Alejandro Lyons, para favorecerlo en el proceso que lleva en su contra el ente acusador, son 20 delitos y la Fiscalía lo sigue esperando, ya entendemos por que no le han imputado cargos.

Este caso parece ser la punta del iceberg de un carrusel de corrupción que envuelve a políticos, magistrados y miembros del más alto nivel en la misma Fiscalía, que vive su peor momento a nivel de imagen. Muchos pensaban que con la salida de Montealegre y la llegada de Martínez cambiarían las cosas, pero vemos que la cosa está peor; el nombramiento de Moreno es la muestra de que la entidad, se sigue por pactos politiqueros y corruptos, para altos cargos e iniciar o frenar investigaciones, no hay garantías para la gente que todos los días clama justicia, el origen de todos los males de esta sociedad: si no hay justicia nada funciona. Los políticos, roban; la empresa privada, soborna; hasta el más ilustre parroquiano se cree con autoridad para eludir la ley y si el establecimiento estatal no pone ejemplo, se presenta el caos que vivimos. De ñapa, en la justicia los sueldos son malos, no hay personal suficiente y hay un retraso monumental en muchos expedientes, este escándalo mueve las placas tectónicas del aparato judicial colombiano, una vergüenza nacional. Moreno escribió en una carta que está muy triste y arrepentido, casi nos hace llorar, pero cuando estaba en Miami recibiendo el dinero y comprando joyas con su esposa, no decía nada; si quiere resarcir en algo el mal que le ha hecho al país, tiene es que hablar y denunciar todo lo que sabe, sus andanzas en la Fiscalía y la relación con los magistrados Francisco Ricarte, Leónidas Bustos y Ruth Marina Díaz ¿Qué hacía cuando compartía oficina con ellos? ¿Cómo fue su ingreso a la entidad? ¿Quiénes fueron sus padrinos? ¿Es cierto que Enrique Vargas Lleras llevó su hoja de vida? ¿Qué pasó con la prueba del polígrafo, será que como los taxímetros ya los estamos muñequeando también? ¿Cuál fue la relación con la administración de Alejandro Montealegre y porque hay regiones con enfoques acentuados como La Guajira y Córdoba y por el contrario en Cesar y Meta, que hubo un volumen de obras plagadas de corrupción, no pasa nada? Muchas inquietudes que Moreno debe aclarar y pienso que hablará, porque su negociación será en EEUU, de donde partió toda esta investigación y allá habla o habla; como el caso Odebrecht, que salió de Brasil o canal Isabel II que vino de España, porque la justicia en Colombia está podrida, todos los días hay un escándalo de corrupción: antes fue Pretelt con sus 500 millones, hace poco un fiscal de Córdoba por recibir sobornos por un cargamento de coca, otro fiscal capturado por recibir dinero de Otto Bula, esta semana capturan jueces del Chocó y Meta y la próxima seguirán más fiscales, jueces y magistrados; mientras a un ladrón de chocolatinas o un cubo de gallina, lo enjuician en un santiamén. La situación es grave y al Fiscal Néstor Humberto Martínez le corresponde darle la cara a la opinión pública y también resolver todos los interrogantes. Con esta oleada de corrupción, para que haya paz, lo que requiere el país es una Fiscalía seria, eficaz, honesta y con resultados, de lo contrario, nos llevó el diablo.

Por: JACOBO SOLANO C.

 

Columnista
3 julio, 2017

La Fiscalía tocó fondo

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jacobo Solano Cerchiaro

Esta semana se destapó el caso más comprometedor de la Fiscalía General de la Nación en temas de corrupción en un alto cargo, precisamente con el director de la unidad anticorrupción, Luis Gustavo Moreno, detenido por recibir un soborno del exgobernador de Córdoba Alejandro Lyons, para favorecerlo en el proceso que lleva en su contra […]


Esta semana se destapó el caso más comprometedor de la Fiscalía General de la Nación en temas de corrupción en un alto cargo, precisamente con el director de la unidad anticorrupción, Luis Gustavo Moreno, detenido por recibir un soborno del exgobernador de Córdoba Alejandro Lyons, para favorecerlo en el proceso que lleva en su contra el ente acusador, son 20 delitos y la Fiscalía lo sigue esperando, ya entendemos por que no le han imputado cargos.

Este caso parece ser la punta del iceberg de un carrusel de corrupción que envuelve a políticos, magistrados y miembros del más alto nivel en la misma Fiscalía, que vive su peor momento a nivel de imagen. Muchos pensaban que con la salida de Montealegre y la llegada de Martínez cambiarían las cosas, pero vemos que la cosa está peor; el nombramiento de Moreno es la muestra de que la entidad, se sigue por pactos politiqueros y corruptos, para altos cargos e iniciar o frenar investigaciones, no hay garantías para la gente que todos los días clama justicia, el origen de todos los males de esta sociedad: si no hay justicia nada funciona. Los políticos, roban; la empresa privada, soborna; hasta el más ilustre parroquiano se cree con autoridad para eludir la ley y si el establecimiento estatal no pone ejemplo, se presenta el caos que vivimos. De ñapa, en la justicia los sueldos son malos, no hay personal suficiente y hay un retraso monumental en muchos expedientes, este escándalo mueve las placas tectónicas del aparato judicial colombiano, una vergüenza nacional. Moreno escribió en una carta que está muy triste y arrepentido, casi nos hace llorar, pero cuando estaba en Miami recibiendo el dinero y comprando joyas con su esposa, no decía nada; si quiere resarcir en algo el mal que le ha hecho al país, tiene es que hablar y denunciar todo lo que sabe, sus andanzas en la Fiscalía y la relación con los magistrados Francisco Ricarte, Leónidas Bustos y Ruth Marina Díaz ¿Qué hacía cuando compartía oficina con ellos? ¿Cómo fue su ingreso a la entidad? ¿Quiénes fueron sus padrinos? ¿Es cierto que Enrique Vargas Lleras llevó su hoja de vida? ¿Qué pasó con la prueba del polígrafo, será que como los taxímetros ya los estamos muñequeando también? ¿Cuál fue la relación con la administración de Alejandro Montealegre y porque hay regiones con enfoques acentuados como La Guajira y Córdoba y por el contrario en Cesar y Meta, que hubo un volumen de obras plagadas de corrupción, no pasa nada? Muchas inquietudes que Moreno debe aclarar y pienso que hablará, porque su negociación será en EEUU, de donde partió toda esta investigación y allá habla o habla; como el caso Odebrecht, que salió de Brasil o canal Isabel II que vino de España, porque la justicia en Colombia está podrida, todos los días hay un escándalo de corrupción: antes fue Pretelt con sus 500 millones, hace poco un fiscal de Córdoba por recibir sobornos por un cargamento de coca, otro fiscal capturado por recibir dinero de Otto Bula, esta semana capturan jueces del Chocó y Meta y la próxima seguirán más fiscales, jueces y magistrados; mientras a un ladrón de chocolatinas o un cubo de gallina, lo enjuician en un santiamén. La situación es grave y al Fiscal Néstor Humberto Martínez le corresponde darle la cara a la opinión pública y también resolver todos los interrogantes. Con esta oleada de corrupción, para que haya paz, lo que requiere el país es una Fiscalía seria, eficaz, honesta y con resultados, de lo contrario, nos llevó el diablo.

Por: JACOBO SOLANO C.