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Informes Especiales - 6 abril, 2017

La cultura ciudadana en Valledupar está sin presupuesto

La implementación del programa social, que el año pasado le costó a la administración municipal alrededor de cinco mil millones de pesos, genera hoy preocupación por la discontinuidad de las estrategias que promueven el civismo en los vallenatos.

Han pasado tres meses desde que finalizó la primera fase del proyecto ‘Convivencia y Cultura Ciudadana’, programa bandera de la actual administración municipal, en cabeza del alcalde Augusto Daniel Ramírez Uhía, quien reveló que aún no se tiene definido cuál será el presupuesto y la fecha de reinicio para esta estrategia.

En el 2016 el Municipio invirtió alrededor de $5.000 millones de pesos en proyectos sociales, divididos en dos programas: ‘La familia es lo primero’ ejecutado por la Oficina de Gestión Social de la Alcaldía y el programa de ‘Convivencia y cultura ciudadana’, que lideró Secretaría de Gobierno.

‘Convivencia y cultura ciudadana’ contó con un presupuesto de 1.600 millones de pesos, que si se midiera su efectividad por la publicidad en medios y redes sociales, este sería uno de los mejores programas nunca antes visto en la ciudad.

Sin embargo, el desarrollo del mismo, el cual contó con el apoyo funcionarios públicos, gremios, periodistas y docentes no tiene cifras exactas que ayuden a medir qué tanto se logró con este, pero sí la recordación del mismo en la comunidad vallenata.

En cuanto a la cultura ciudadana, se podría describir como ese sentimiento homogéneo de pertenencia por la ciudad, basada en el civismo, la solidaridad, la tolerancia, el respeto y la convivencia pacífica, características que se intentaron recuperar en Valledupar a través de un proyecto convertido hoy en una política social.

“Cultura Ciudadana ha sido un proceso que hemos desarrollado desde que fuimos al Concejo de Valledupar, hoy en día es una política pública, un acuerdo municipal aprobado en el Concejo de Valledupar en el 2008; los resultados de este son contundentes, porque se puso en el corazón y la retina de todos los vallenatos el tema de cultura ciudadana. Hicimos un trabajo importante, pero no podemos ser irresponsables al decir que lo es todo, en un año no se puede lograr cambiar el pensamiento y los malos comportamientos de toda una comunidad pero la idea es seguir con este proceso. A Mockus le costó los dos periodos de su Alcaldía (Bogotá). Estoy convencido que con este esfuerzo podemos ir mejorando el comportamiento de los ciudadanos en Valledupar. Aún no se tiene definido la fecha de inicio el proyecto para este 2017, así como tampoco el presupuesto que se destinará, estamos en proceso de trámites”, afirmó el alcalde Augusto Ramírez Uhía.

Para el citado proyecto se contó con un equipo interdisciplinario, divido en tres grupos: intergremial, educativo y comunitario. Carmen Alicia Rivera, asesora del proyecto Convivencia y Cultura Ciudadana expuso algunos de los logros obtenidos con el desarrollo del programa, el cual estima llegó a sensibilizar 53 mil personas en ocho meses.

“Muchos son los logros que se obtuvieron, porque hay muchas más personas pensando que la Cultura Ciudadana es un deber y una acción positiva de la ciudadanía. Por ejemplo, en todas las instituciones educativas y colegios en los cuales se hicieron las intervenciones con el equipo y grupo de teatro, se convirtieron en multiplicadores y facilitadores del proceso con sus comités de cultura ciudadana muchos niños, adolescentes y jóvenes que con la mayor pertinencia hacen la sensibilización requerida para que las áreas del colegio se mantengan limpias y otro aspecto mejorar la convivencia en el aula muy importante porque esos son los verdaderos semilleros que garantizarán avances ciudadanos”, explicó.

“En tan solo ocho meses el impacto que se obtuvo en la población fue favorable, teniendo en cuenta que este es un proceso pedagógico que debe ser permanente, más cuando hay que cambiar comportamientos, así que ocho meses son absolutamente insuficiente”, explicó la asesora del proyecto.

En cuanto al programa ‘La familia es lo primero’, María Margarita Ustariz, encargada de la Oficina de Gestión Social, manifestó que para el proyecto se destinaron alrededor de $3.000 millones en su primera fase de desarrollo, pero precisó que la continuidad de este depende de la aprobación de la política pública en el Concejo de Valledupar. “Estamos construyendo lo que sería el proyecto de ejecución, la invitación es que medios de comunicación y ciudadanos acudan a los debates que se van a generar en el Concejo para aprobar la política pública”, dijo la funcionaria.

Cuestionamientos

Simón Martínez, politólogo, sociólogo y gestor cultural, considera que a ambos proyectos sociales les han faltado estrategias eficaces y la participación de organizaciones o expertos en temas culturales, cívicos y de familia.

“El programa de Cultura Ciudadana ha sido una preocupación del alcalde desde cuando era concejal y siendo secretario de gobierno, pero en esa gestión creo que se está fallando fundamentalmente en la estrategia, porque se han invertido grandes cantidades de dinero pero los resultados no se han visto. Este tipo de programas lleva a una organización, a una convocatoria por licitación a entidades con experiencia en estos temas que puedan implementar medidas eficaces. La publicidad en ceniceros, portapapeles, objetos de escritorios o personas en los semáforos no creo que pueda tener un efecto en la sociedad, o al menos a través de estas no se logran ver resultados palpables”, explicó.

“Se han convocado entidades que no tienen experiencia en esto y las mismas no han tenido asesorías suficientes de personas que expertas en temas de construcción de cultura ciudadana, como las implementadas en ciudades como Bogotá, Bucaramanga, Medellín y por fuera del país. En Valledupar no se nota ningún impacto de esos dos programas. No veo más que grandes vallas y publicidades en las calles, pero ¿eso qué significa? La efectividad estaría entonces en que se viera el respeto por las señales, el no arrojo de basuras en las calles.

Y en cuanto al programa de ‘La Familia es lo primero’ sería importante ver la disminución en problemas como la drogadicción en los colegios, que se está carcomiendo a la infancia, el microtráfico y los jíbaros que están a las afueras de los colegios, ya que no hay una acción efectiva para combatir a estos criminales. Entonces, ninguno de los dos programas le veo eficacia ni resultado concreto”, explicó el experto.

A pesar de los esfuerzos y los alcances expuestos por los encargados del proyecto de Cultura Ciudadana, en Valledupar los ciudadanos siguen cayendo en prácticas que no contribuyen a su deber cívico, una de estas es el irrespeto por los paleteros que controlan el tránsito en las zonas donde se están ejecutando las obras del sistema de transporte, donde conductores de motocicletas, vehículos particulares y de servicio público, ignoran a estas personas aumentando así el traumatismo que las obras, demostrando que la Cultura Ciudadana es un tema necesario que requiere ser implementado de la mejor forma en la capital cesarense.
Nelson Urbina Iriarte.

“Estos proyectos de cultura ciudadana son una manera de difundir el respeto por las normas, por el comportamiento para que haya un mejor desarrollo social, por eso considero que son necesarios en Valledupar, aunque cada seis meses deberían reinventarse para que las personas no se aburran de ver lo mismo en las calles”.

Brenda Mercedes Puerta.

“Estos proyectos de cultura ciudadana muy pocos son tenidos en cuenta por los ciudadanos, aquí en la ciudad se sigue viendo el irrespeto por las señales de tránsito y por los espacios públicos”.

Evangelista Quintana.

“La gente no quiere aprender, llevan a cabo estos proyectos pero las personas hacen caso omiso, el gremio de taxista son los que menos ponen en práctica la cultura ciudadana, se vuelan los semáforos, pitan a todo momento y se parquean donde quieran”.

Henry Arévalo.

“La cultura ciudadana es importante y concientizar a los ciudadanos sobre esta es fundamental, pero este tipo de proyectos deberían ser constantes porque de no ser así a las personas se les va olvidando y recurren en las faltas”.

Por Jennifer Polo / EL PILÓN

Informes Especiales
6 abril, 2017

La cultura ciudadana en Valledupar está sin presupuesto

La implementación del programa social, que el año pasado le costó a la administración municipal alrededor de cinco mil millones de pesos, genera hoy preocupación por la discontinuidad de las estrategias que promueven el civismo en los vallenatos.


Han pasado tres meses desde que finalizó la primera fase del proyecto ‘Convivencia y Cultura Ciudadana’, programa bandera de la actual administración municipal, en cabeza del alcalde Augusto Daniel Ramírez Uhía, quien reveló que aún no se tiene definido cuál será el presupuesto y la fecha de reinicio para esta estrategia.

En el 2016 el Municipio invirtió alrededor de $5.000 millones de pesos en proyectos sociales, divididos en dos programas: ‘La familia es lo primero’ ejecutado por la Oficina de Gestión Social de la Alcaldía y el programa de ‘Convivencia y cultura ciudadana’, que lideró Secretaría de Gobierno.

‘Convivencia y cultura ciudadana’ contó con un presupuesto de 1.600 millones de pesos, que si se midiera su efectividad por la publicidad en medios y redes sociales, este sería uno de los mejores programas nunca antes visto en la ciudad.

Sin embargo, el desarrollo del mismo, el cual contó con el apoyo funcionarios públicos, gremios, periodistas y docentes no tiene cifras exactas que ayuden a medir qué tanto se logró con este, pero sí la recordación del mismo en la comunidad vallenata.

En cuanto a la cultura ciudadana, se podría describir como ese sentimiento homogéneo de pertenencia por la ciudad, basada en el civismo, la solidaridad, la tolerancia, el respeto y la convivencia pacífica, características que se intentaron recuperar en Valledupar a través de un proyecto convertido hoy en una política social.

“Cultura Ciudadana ha sido un proceso que hemos desarrollado desde que fuimos al Concejo de Valledupar, hoy en día es una política pública, un acuerdo municipal aprobado en el Concejo de Valledupar en el 2008; los resultados de este son contundentes, porque se puso en el corazón y la retina de todos los vallenatos el tema de cultura ciudadana. Hicimos un trabajo importante, pero no podemos ser irresponsables al decir que lo es todo, en un año no se puede lograr cambiar el pensamiento y los malos comportamientos de toda una comunidad pero la idea es seguir con este proceso. A Mockus le costó los dos periodos de su Alcaldía (Bogotá). Estoy convencido que con este esfuerzo podemos ir mejorando el comportamiento de los ciudadanos en Valledupar. Aún no se tiene definido la fecha de inicio el proyecto para este 2017, así como tampoco el presupuesto que se destinará, estamos en proceso de trámites”, afirmó el alcalde Augusto Ramírez Uhía.

Para el citado proyecto se contó con un equipo interdisciplinario, divido en tres grupos: intergremial, educativo y comunitario. Carmen Alicia Rivera, asesora del proyecto Convivencia y Cultura Ciudadana expuso algunos de los logros obtenidos con el desarrollo del programa, el cual estima llegó a sensibilizar 53 mil personas en ocho meses.

“Muchos son los logros que se obtuvieron, porque hay muchas más personas pensando que la Cultura Ciudadana es un deber y una acción positiva de la ciudadanía. Por ejemplo, en todas las instituciones educativas y colegios en los cuales se hicieron las intervenciones con el equipo y grupo de teatro, se convirtieron en multiplicadores y facilitadores del proceso con sus comités de cultura ciudadana muchos niños, adolescentes y jóvenes que con la mayor pertinencia hacen la sensibilización requerida para que las áreas del colegio se mantengan limpias y otro aspecto mejorar la convivencia en el aula muy importante porque esos son los verdaderos semilleros que garantizarán avances ciudadanos”, explicó.

“En tan solo ocho meses el impacto que se obtuvo en la población fue favorable, teniendo en cuenta que este es un proceso pedagógico que debe ser permanente, más cuando hay que cambiar comportamientos, así que ocho meses son absolutamente insuficiente”, explicó la asesora del proyecto.

En cuanto al programa ‘La familia es lo primero’, María Margarita Ustariz, encargada de la Oficina de Gestión Social, manifestó que para el proyecto se destinaron alrededor de $3.000 millones en su primera fase de desarrollo, pero precisó que la continuidad de este depende de la aprobación de la política pública en el Concejo de Valledupar. “Estamos construyendo lo que sería el proyecto de ejecución, la invitación es que medios de comunicación y ciudadanos acudan a los debates que se van a generar en el Concejo para aprobar la política pública”, dijo la funcionaria.

Cuestionamientos

Simón Martínez, politólogo, sociólogo y gestor cultural, considera que a ambos proyectos sociales les han faltado estrategias eficaces y la participación de organizaciones o expertos en temas culturales, cívicos y de familia.

“El programa de Cultura Ciudadana ha sido una preocupación del alcalde desde cuando era concejal y siendo secretario de gobierno, pero en esa gestión creo que se está fallando fundamentalmente en la estrategia, porque se han invertido grandes cantidades de dinero pero los resultados no se han visto. Este tipo de programas lleva a una organización, a una convocatoria por licitación a entidades con experiencia en estos temas que puedan implementar medidas eficaces. La publicidad en ceniceros, portapapeles, objetos de escritorios o personas en los semáforos no creo que pueda tener un efecto en la sociedad, o al menos a través de estas no se logran ver resultados palpables”, explicó.

“Se han convocado entidades que no tienen experiencia en esto y las mismas no han tenido asesorías suficientes de personas que expertas en temas de construcción de cultura ciudadana, como las implementadas en ciudades como Bogotá, Bucaramanga, Medellín y por fuera del país. En Valledupar no se nota ningún impacto de esos dos programas. No veo más que grandes vallas y publicidades en las calles, pero ¿eso qué significa? La efectividad estaría entonces en que se viera el respeto por las señales, el no arrojo de basuras en las calles.

Y en cuanto al programa de ‘La Familia es lo primero’ sería importante ver la disminución en problemas como la drogadicción en los colegios, que se está carcomiendo a la infancia, el microtráfico y los jíbaros que están a las afueras de los colegios, ya que no hay una acción efectiva para combatir a estos criminales. Entonces, ninguno de los dos programas le veo eficacia ni resultado concreto”, explicó el experto.

A pesar de los esfuerzos y los alcances expuestos por los encargados del proyecto de Cultura Ciudadana, en Valledupar los ciudadanos siguen cayendo en prácticas que no contribuyen a su deber cívico, una de estas es el irrespeto por los paleteros que controlan el tránsito en las zonas donde se están ejecutando las obras del sistema de transporte, donde conductores de motocicletas, vehículos particulares y de servicio público, ignoran a estas personas aumentando así el traumatismo que las obras, demostrando que la Cultura Ciudadana es un tema necesario que requiere ser implementado de la mejor forma en la capital cesarense.
Nelson Urbina Iriarte.

“Estos proyectos de cultura ciudadana son una manera de difundir el respeto por las normas, por el comportamiento para que haya un mejor desarrollo social, por eso considero que son necesarios en Valledupar, aunque cada seis meses deberían reinventarse para que las personas no se aburran de ver lo mismo en las calles”.

Brenda Mercedes Puerta.

“Estos proyectos de cultura ciudadana muy pocos son tenidos en cuenta por los ciudadanos, aquí en la ciudad se sigue viendo el irrespeto por las señales de tránsito y por los espacios públicos”.

Evangelista Quintana.

“La gente no quiere aprender, llevan a cabo estos proyectos pero las personas hacen caso omiso, el gremio de taxista son los que menos ponen en práctica la cultura ciudadana, se vuelan los semáforos, pitan a todo momento y se parquean donde quieran”.

Henry Arévalo.

“La cultura ciudadana es importante y concientizar a los ciudadanos sobre esta es fundamental, pero este tipo de proyectos deberían ser constantes porque de no ser así a las personas se les va olvidando y recurren en las faltas”.

Por Jennifer Polo / EL PILÓN