Publicidad
Categorías
Categorías
Columnista - 27 julio, 2017

La crisis de Venezuela

El teniente coronel Hugo Rafael Chávez Frías se equivocó en su carrera política, desde su inicio en 1992 con el fallido golpe  de Estado contra el gobierno presidido por Carlos Andrés Pérez, hasta  su postrimería cuando dejó a Nicolás Maduro Moros como presidente interino, y en su enfermedad recomendó a sus seguidores respaldarlo como su […]

El teniente coronel Hugo Rafael Chávez Frías se equivocó en su carrera política, desde su inicio en 1992 con el fallido golpe  de Estado contra el gobierno presidido por Carlos Andrés Pérez, hasta  su postrimería cuando dejó a Nicolás Maduro Moros como presidente interino, y en su enfermedad recomendó a sus seguidores respaldarlo como su reemplazo, porque los hermanos Castro para consolidar el régimen  socialista similar al de Cuba, preferían a Nicolás Maduro reconocido comunista de cepa y no a Diosdado Cabello Rondón, considerado como un ambicioso avispado poco confiable.

Como lo estamos viendo, el resultado del gobierno en manos del fanático Nicolás Maduro con la asesoría del avieso Diosdado Cabello –bajo la complicidad de Vladimir Padrino (militar Ministro de Defensa), de Tareck El Aissami y otros áulicos–, es la monstruosa crisis que atraviesa el vecino país, la cual  afecta principalmente a nuestro país y a nuestros coterráneos o familiares que durante muchos años se residenciaron en ese vecino país en procura de bienestar, pero hoy varios de ellos han regresado dejando abandonado el patrimonio conseguido con tantos esfuerzos.

La situación en Venezuela es caótica y lo más grave es la incertidumbre de cómo va a terminar, ya que al presidente venezolano no se le ve dispuesto a renunciar a la elección de una Asamblea Nacional Constituyente, que según sus opositores es para materializar en Venezuela el régimen Castro-Chavista y tales opositores lo han manifestado con suficiente vigor que solo desistirán de sus protestas si el presidente Maduro convoca a un debate electoral, y pronto, para dirimir  a quien el constituyente primario elige como su presidente, incluso con la participación de Nicolás maduro Moros como candidato.

Creo que al empecinado presidente de marras se le está acabando el plazo para salir con algún decoro de las dificultades en que se ha metido, no solo él y sus cortesanos sino a todo el pueblo venezolano. El clamor para que recurra a la instancia democrática también le llega del exterior; sin embargo, el sucesor del comandante Hugo Chávez reta a todos sus críticos y dice que contra viento y marea el 30 de este mes realiza las elecciones de una Asamblea Nacional Constituyente. Ni siquiera las amenazas de sanciones de Donald Trump lo atemorizan. Solo faltan cuatro días para ver en que termina la terquedad del presidente Nicolás Maduro, que si bien es un fundamentalista por su ideología, no cabe duda alguna en que chocará con la arrogancia de Donald Trump, el presidente del país más poderoso del mundo.

Ante todo esto, el presidente Nicolás Maduro corre el riesgo  de que la Corte Penal Internacional lo juzgue por genocida en vista de los múltiples asesinatos en las protestas callejeras masivas en su contra, ya estas denuncias las han puesto en La Haya, la ciudad sede del alto tribunal internacional donde juzgan los casos relacionados con crímenes de guerra y genocidio.

romerochurio@hotmail.com

Por José Romero Churio

 

Columnista
27 julio, 2017

La crisis de Venezuela

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Romero Churio

El teniente coronel Hugo Rafael Chávez Frías se equivocó en su carrera política, desde su inicio en 1992 con el fallido golpe  de Estado contra el gobierno presidido por Carlos Andrés Pérez, hasta  su postrimería cuando dejó a Nicolás Maduro Moros como presidente interino, y en su enfermedad recomendó a sus seguidores respaldarlo como su […]


El teniente coronel Hugo Rafael Chávez Frías se equivocó en su carrera política, desde su inicio en 1992 con el fallido golpe  de Estado contra el gobierno presidido por Carlos Andrés Pérez, hasta  su postrimería cuando dejó a Nicolás Maduro Moros como presidente interino, y en su enfermedad recomendó a sus seguidores respaldarlo como su reemplazo, porque los hermanos Castro para consolidar el régimen  socialista similar al de Cuba, preferían a Nicolás Maduro reconocido comunista de cepa y no a Diosdado Cabello Rondón, considerado como un ambicioso avispado poco confiable.

Como lo estamos viendo, el resultado del gobierno en manos del fanático Nicolás Maduro con la asesoría del avieso Diosdado Cabello –bajo la complicidad de Vladimir Padrino (militar Ministro de Defensa), de Tareck El Aissami y otros áulicos–, es la monstruosa crisis que atraviesa el vecino país, la cual  afecta principalmente a nuestro país y a nuestros coterráneos o familiares que durante muchos años se residenciaron en ese vecino país en procura de bienestar, pero hoy varios de ellos han regresado dejando abandonado el patrimonio conseguido con tantos esfuerzos.

La situación en Venezuela es caótica y lo más grave es la incertidumbre de cómo va a terminar, ya que al presidente venezolano no se le ve dispuesto a renunciar a la elección de una Asamblea Nacional Constituyente, que según sus opositores es para materializar en Venezuela el régimen Castro-Chavista y tales opositores lo han manifestado con suficiente vigor que solo desistirán de sus protestas si el presidente Maduro convoca a un debate electoral, y pronto, para dirimir  a quien el constituyente primario elige como su presidente, incluso con la participación de Nicolás maduro Moros como candidato.

Creo que al empecinado presidente de marras se le está acabando el plazo para salir con algún decoro de las dificultades en que se ha metido, no solo él y sus cortesanos sino a todo el pueblo venezolano. El clamor para que recurra a la instancia democrática también le llega del exterior; sin embargo, el sucesor del comandante Hugo Chávez reta a todos sus críticos y dice que contra viento y marea el 30 de este mes realiza las elecciones de una Asamblea Nacional Constituyente. Ni siquiera las amenazas de sanciones de Donald Trump lo atemorizan. Solo faltan cuatro días para ver en que termina la terquedad del presidente Nicolás Maduro, que si bien es un fundamentalista por su ideología, no cabe duda alguna en que chocará con la arrogancia de Donald Trump, el presidente del país más poderoso del mundo.

Ante todo esto, el presidente Nicolás Maduro corre el riesgo  de que la Corte Penal Internacional lo juzgue por genocida en vista de los múltiples asesinatos en las protestas callejeras masivas en su contra, ya estas denuncias las han puesto en La Haya, la ciudad sede del alto tribunal internacional donde juzgan los casos relacionados con crímenes de guerra y genocidio.

romerochurio@hotmail.com

Por José Romero Churio