La naturaleza en esta ocasión fue cómplice de la característica informalidad y sencillez del Papa Francisco, que rompiendo el protocolo es el primero en bajar del avión de Alitalia que lo transportó a Quito, pero de manera imprevista una fuerte brisa hizo que la mitra volara como un bólido. No se turbó, por el contrario su sonrisa se acentuó al momento de acceder a la escalerilla, donde lo recibió el presidente Rafael Correa.
Saludó a las autoridades y con mucho afecto a cada uno de los niños que hacían la calle de honor, quienes lucían vistosos trajes típicos de la región. De Quito viajó a Guayaquil primera etapa de su viaje y visitó también Bolivia y Paraguay.

En su disertación en el aeropuerto Mariscal Sucre agradeció a Dios, haberle permitido volver a América Latina y estar “en esta hermosa tierra de Ecuador”. Expresó su alegría y gratitud, al ver la calurosa bienvenida que le brindaron, muestra del carácter acogedor que tan bien define a las gentes de esta noble nación. Recordó otros momentos cuando en misión pastoral estuvo allí y que en este viaje también llega por los mismos motivos, como “testigo de la misericordia de Dios y de la fe en Jesucristo”.

Al referirse al Chimborazo, (desde donde el Libertador Simón Bolívar dijo su proclama mi “Delirio sobre el Chimborazo”) expresó que era el espacio exterior, más cercano al sol, a la luna y a las estrellas “porque los cristianos identifican a Jesucristo con el sol y a la luna con la iglesia” deseándoles “que en estos días se haga más evidente a todos la cercanía del sol que nace de lo alto”.

Conocedor de la pobreza y marginalidad que se vive en estos países, afirmó:
“Quiero ser testigo de esta alegría del evangelio y llevarles la ternura y la caricia de Dios, nuestro Padre, especialmente a sus hijos más necesitados, a los ancianos, a los enfermos, a los encarcelados, a los pobres, a los que son víctimas de esta cultura del descarte”.
La capacidad de proteger lo pequeño y lo sencillo de confiar en la juventud y maravillarse por la belleza de su país, que según su Presidente es un paraíso. En el evangelio está la clave para resolver los problemas sociales de estos países.

Abrazo al Ecuador

Y “que desde la cima del Chimborazo, hasta las costas del Pacífico, desde la selva Amazónica, hasta las Islas Galápagos nunca pierdan la capacidad de dar gracias a Dios por lo que hizo y hace por ustedes, la capacidad de proteger lo pequeño y lo sencillo, de cuidar de sus hijos y ancianos, de confiar en la juventud y de maravillarse por la nobleza de su gente y la belleza singular de su país”.

El Papa Francisco pidió “afrontar los desafíos actuales, valorando las diferencias, fomentando el diálogo y la participación sin exclusiones para que los logros en progreso y desarrollo que se están consiguiendo garanticen un futuro mejor para todos”. El Presidente Rafael Correa “podrá contar con el compromiso y la colaboración de la iglesia.” Es importante: no descuidar a nuestros hermanos frágiles y tener muy en cuenta a las minorías más vulnerables que son “la deuda de América Latina”.

En la visita efectuada a la Pontificia Universidad Católica de Ecuador (PUCE), el Papa Francisco advirtió que el cuidado de la naturaleza es una exigencia que nace del daño provocado por el uso irresponsable y el abuso de los bienes que Dios ha puesto en la Tierra. Su discurso estuvo salpicado con citas de su reciente encíclica Laudato si (Alabado seas), insistiendo que existe una relación directa entre la vida humana y la Tierra.
Como parte de la obra creadora debemos cultivarla, haciéndola crecer, desarrollándola, estamos invitados también a cuidarla, protegerla, custodiarla.
Tras recordar que en el Génesis, la palabra cuidar aparece inmediatamente después de cultivar, el Vicario de Cristo recalcó que una va de la mano de la otra, pues “no cultiva quien no cuida, y no cuida quien no cultiva”.

Bolivia

De igual manera fue recibido por el Presidente de Bolivia Evo Morales en el aeropuerto de El Alto a 4.100 metros sobre el nivel del mar. Fue visible el apoyo que mostró a su política de gobierno “¡Qué hermosos son los países que superan la desconfianza enfermiza e integran a los diferentes, y que hacen de esa integración un nuevo factor de desarrollo!”, exclamó y a continuación coherente con la política social del gobierno de Bolivia, reafirmó: “Bolivia está dando pasos importantes para incluir a amplios sectores en la vida económica , social y política del país; cuenta con una constitución que reconoce los derechos de los individuos, de las minorías, del medio ambiente, y con unas instituciones sensibles a estas realidades”.

Dialogar sobre la salida al mar

No faltó la nota simpática otra vez la brisa la hace una simpática jugada. En su recorrido por Santa Cruz de la Sierra, los organizadores habían habilitado como sacristía un negocio de comida rápida adjunto al altar. Cubrieron la propaganda con cartulinas, pero una ráfaga de viento se las llevó y dicen los periodistas que los puso ante una imagen curiosa: el Papa saliendo con báculo, casulla y tiara de un Burger King.

En Paraguay

En su paso por Paraguay, el Papa dijo el discurso más riguroso, donde hizo alusión a la corrupción, “es la polilla, la gangrena de un pueblo”. Además afirmó: La ideología que no está bien orientada que no permiten el diálogo termina mal. Esto fue en presencia del Presidente de Paraguay, Horacio Cartes en el Estadio León Condou, donde destacó a la mujer paraguaya.

Esta fue la jornada más intensa. Misa en el santuario de Caacupé, en una emotiva ceremonia a la que asistieron además de los nativos, decenas de miles de peregrinos llegados de la cercana Argentina. Momentos  colmados de improvisaciones, incluso de discursos y actos no programados. El Papa, a pesar del duro día, antes de regresar a la nunciatura, se dirigió al colegio jesuita Cristo Rey para saludar a los jesuitas y a un centenar de jóvenes que se encontraba en el gimnasio. Visitó de forma imprevista la Fundación San Rafael, que mantiene un hogar de enfermos terminales, el hospital general pediátrico “Niños de Acosta Ñu”, donde muchos niños y ancianos sufren.

En Valledupar

De igual manera, la Diócesis de Valledupar cuenta el Plan Global Diocesano siguiendo todos estos sueños del Papa reflejados en sus distintas encíclicas y realizadas a través de las distintas pastorales: de la juventud, de la familia, de la educación, salud, penitenciaria, de la cultura nativa y afroamericana, campesina, de la cultura, los medios de comunicación, social, entre otras.

Por Giomar Lucía Guerra Bonilla / ESPECIAL EL PILÓN